Borrar
Interior de El Colmaíto, que ha abierto en la calle Eolo, en la zona de El Cónsul.

Nace en Málaga El Colmaíto, una franquicia social que crea empleo para personas en riesgo de exclusión

La tienda piloto de esta cadena impulsada por la ONG Prodiversa vende comidas caseras elaboradas por una empresa de inserción

Nuria Triguero

Lunes, 2 de mayo 2016, 01:06

El menú vale 5,5 euros e incluye primero, segundo y postre. Se puede llevar a casa o degustar allí mismo. Entre sus platos estrella están la ensalada tabulé, la sopa harira (una especialidad marroquí), la carrillada y la tarta de zanahoria. El público es muy variado: padres que recogen a sus hijos en el colegio de enfrente, trabajadores del Clínico, estudiantes universitarios, vecinos de la barriada de El Cónsul... En los tres meses que lleva abierto, El Colmaíto se ha labrado una buena reputación en esta dinámica zona de la capital malagueña. Lo que pocos de sus clientes saben es que esta casa de comidas no es un negocio más, sino un proyecto de emprendimiento social que ha sido premiado por la Fundación La Caixa y cuyo objetivo es crear empleo para personas en riesgo de exclusión social tales como parados mayores de 45 años, mujeres víctimas de violencia de género o jóvenes salidos de centros de tutela.

Y es que detrás de El Colmaíto hay un proyecto muy estudiado y validado nada menos que por la escuela de negocios IESE de Barcelona, a la que acudió durante unos meses Juan Carlos Espejo, presidente de la ONG Prodiversa, que es su impulsora. La formación y el asesoramiento fue parte del premio otorgado por La Caixa en 2013 a esta iniciativa malagueña, que fue una de las veinte elegidas ese año entre más de 400 de todo el país. También recibió una financiación de 25.000 euros que, según recalca Espejo, «no son a fondo perdido», sino que serán devueltos a la fundación cuando el proyecto dé beneficios.

Esta iniciativa es innovadora por varias razones dentro del mundo de la acción social. Una de ellas es que pretende ser, ante todo, un proyecto empresarial sostenible sin subvenciones o donaciones. «Tenemos que ser un negocio rentable; sólo así cumpliremos con nuestro fin social, que es crear empleo para personas en riesgo de exclusión», resume Espejo. Tanto es así que ni en el local ni en sus folletos publicitarios se hace referencia al carácter solidario del proyecto. «Queremos que la gente venga por la calidad de nuestros productos», afirma su responsable. Tanto es así que han recurrido al asesoramiento de expertos en gastronomía como Fernando Valbuena y Esperanza Peláez.

La otra novedad de El Colmaíto es que ha adoptado la fórmula de la franquicia, pero añadiéndole el apellido 'social'. El plan de negocio contempla la creación de una cadena de tiendas de comidas caseras que serán explotadas por personas de colectivos vulnerables, que de esta manera conseguirán «empoderarse y ser dueños de su propia empresa, de su propio empleo». Porque lo que pretende Prodiversa no es «apadrinar» sino «acompañar» a estas personas en su camino hacia la integración. La idea no es crear franquicias individuales, sino cooperativas que gestionen las tiendas de cada zona de influencia, cuyos socios serán trabajadores y dueños de dichos establecimientos. «Preferimos esta fórmula colectiva porque así se optimizan los recursos humanos y, además, es más sólida y solidaria», explica su ideólogo.

La generación de empleo no se queda sólo en las tiendas, ya que la comida que éstas venden es suministrada por Acompanya, una empresa de inserción gestionada por Prodiversa que se dedica al catering y da empleo a ocho personas en Alhaurín de la Torre. «Se calcula que cada Colmaíto generará 2,6 puestos de trabajo entre directos e indirectos», argumenta el presidente de la asociación.

'Tienda-escuela'

Espejo describe el primer Colmaíto como una «tienda-escuela», ya que está sirviendo tanto para testar el modelo de negocio como para que sus potenciales franquiciados aprendan a gestionarlo. Detrás del mostrador están Miguel Ángel González y Mª Ángeles Temlal, de 50 y 35 años respectivamente, ambos parados de larga duración. «Trabajar aquí me ha devuelto la ilusión por el futuro», afirma ella. ¿Se ven como empresarios? «¿Quién sabe? Hay que ser valiente, si no se intenta no se consigue nada», afirma él.

El plan de negocio contempla la apertura de la segunda tienda, que también dependerá directamente de la asociación, para principios de 2017. Será en el centro de la ciudad, pensando en dar servicio a los trabajadores de oficinas. A mediados de ese año se tramitará la creación de la cooperativa para empezar a abrir franquicias El Colmaíto por otras zonas de Málaga. Quienes se embarquen en el proyecto tendrán que aportar una cantidad que probablemente ronde los 15.000 euros. Dado que a las personas a las que se dirige la iniciativa no les sobran precisamente los recursos, para conseguir ese dinero se recurrirá a Coop57, una cooperativa de servicios financieros destinada a conceder préstamos a proyectos de la economía social. La propia Prodiversa actuará como avalista.

Este proyecto de autoempleo «no es para todo el mundo», reconoce Espejo. «Necesitamos personas fuertes; al fin y al cabo van a gestionar una empresa», afirma. Se buscarán perfiles variados para cubrir las diferentes necesidades del negocio: contabilidad, proveedores, atención al cliente... «Entre las víctimas de violencia que atendemos hay algunas que incluso han sido empresarias», apunta.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Nace en Málaga El Colmaíto, una franquicia social que crea empleo para personas en riesgo de exclusión

Nace en Málaga El Colmaíto, una franquicia social que crea empleo para personas en riesgo de exclusión