Borrar
El negocio ya ha cerrado sus puertas en la calle Nueva y se han retirado todos los carteles.
La primera Casa Mira cierra tras 126 años de vida

La primera Casa Mira cierra tras 126 años de vida

El local original, ubicado en la calle Nueva, ha sido adquirido por la empresa malagueña Roberto Martín. Por el legendario negocio han pasado cuatro generaciones de la familia, que llegó a la capital en burro y vendiendo turrón de Jijona

Juan Soto

Sábado, 20 de febrero 2016, 00:36

Casa Mira ha dado carpetazo a parte de su historia. La primera heladería de Málaga acaba de cerrar su local más histórico, el que inauguró Severino Mira en la céntrica calle Nueva en el año 1890. El edificio en el que se ubicaba lo ha comprado la empresa malagueña Roberto Martín, que abrirá allí una nueva tienda dentro de unos meses.

El histórico negocio, por el que han pasado cuatro generaciones de una misma familia, llegó a ser lugar de peregrinación de todos los malagueños casi desde su apertura. Severino, que previamente había realizado varias visitas a Málaga en burros cargados con productos de Jijona, decidió emprender en la capital con un negocio que promocionaba como Horchatería Valenciana. En esos primeros años, para la conservación de los productos utilizaba nieve que traía de la Serranía de Ronda, ya que por aquella época no había otra forma de elaborar los helados. En su carta los productos estrella eran el turrón de Jijona, el mantecado, la chufa granizada y líquida y el bombón helado Skimaix París.

La histórica heladería ha permanecido abierta de forma ininterrumpida desde entonces salvo los años de la Guerra Civil, durante los cuales el edificio fue ocupado y la familia Mira se vio obligada a regresar a su Jijona natal. Durante el tiempo que duró la contienda, el edificio se convirtió en la sede de la CNT.

Complicaciones tras la guerra

La apertura de Casa Mira tras la guerra fue un momento bastante complicado. Eran años difíciles por la escasez de productos y materias primas para la preparación de turrón y helados. Para paliar en parte esa carencia se compraba leche en polvo americana de contrabando y se recurría al azúcar de estraperlo y a cartillas de racionamiento que estaban trucadas.

El negocio sólo cerró durante la Guerra Civil, ya que el edificio fue ocupado y acogió la sede de la CNT

En sus inicios, los empleados venían desde Jijona y vivían en las plantas superiores del edificio junto a una cocinera que les preparaba platos típicos levantinos. Los trabajadores cobraban su sueldo a diario y se les daba, asimismo, tabaco y vino de la antigua taberna de la calle Cinco Bolas.

Dicha heladería fue siempre la central. En los bajos se encontraba el despacho de venta; en la primera planta el salón y el obrador de verano, donde se elaboraban los helados de forma artesanal; en la segunda planta estaba el obrador de Navidad, donde se elaboraban los turrones, panes de Cádiz o figuritas de mazapán, el molino de la almendra y el horno; mientras que la última se utilizaba como almacén y era donde se preparaba la fruta escarchada.

Casa Mira se afianzó con la apertura de un segundo local: el de la calle Larios en 1943. El establecimiento se situó junto a la papelería Imperio, casi frente al hoy hotel Larios. Años después, el negocio se trasladó a su actual emplazamiento en la calle Larios. La empresa se amplió con la tercera generación de esta saga de heladeros. De ello se encargaron los nietos del fundador: Liborio, María y Prudente. Así, se abrieron tres sucursales: una en la plaza de Pío XII en 1968, otra en Compás de la Victoria en 1975 y la tercera en el Paseo de Sancha en 1989 (ya cerrada).

En abril del año pasado Casa Mira abrió un nuevo establecimiento en la calle Andrés Pérez, en un edificio familiar del siglo XIX en donde también han tratado de recuperar parte de esa historia que hoy se pierde.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur La primera Casa Mira cierra tras 126 años de vida