El abogado rondeño José Carlos Romero ha sido elegido recientemente delegado presidente del Colegio de Abogados de Málaga en Ronda. El letrado, con su despacho ... actualmente en la calle Ángel, número 6; y especializado en derecho bancario; ya formó parte del anterior equipo al frente de este ente. En los próximos cuatro años le acompañarán las abogadas María Galindo y Rocío Gordillo. Aún está pendiente la celebración del acto de toma de posesión de esta nueva junta de gobierno.
–¿Qué resultados ha obtenido en el proceso?
–Obtuvimos un respaldo unánime. Votaron un total de 42 compañeros el pasado martes y todos nos dieron su visto bueno. Yo pertenecía al anterior equipo y decidí continuar presentando la candidatura, con Rocío Gordillo, que ha sido elegida como delegada secretaria; y María Galindo, como delegada tesorera. Durante los próximos cuatro años estaremos al frente de Colegio en Ronda, después de que al cambiar la junta de gobierno en Málaga, con la entrada, en noviembre, del nuevo decano, Salvador González; automáticamente se renueven las ocho delegaciones que existen en la provincia.
–¿Cuántos abogados forman parten de esta delegación?
–En torno a 90 en el partido judicial de Ronda.
–¿Cómo afronta esta responsabilidad?
–Con ilusión. Queremos dar un impulso a la delegación, traer aire fresco. Y bajo el objetivo de que nuestro trabajo sea útil para los compañeros, que cuando termine nuestro mandato, el trabajo les haya beneficiado, que el Colegio haya estado ahí, para abrirles sus puertas, que encuentren en su Colegio amparo cuando lo necesiten.
–¿Qué proyectos se ha marcado?
–Creo que nuestro proyecto puede ser transformador. Siguiendo la línea que nos marque el Colegio, queremos integrar éste en la sociedad puesto que, sinceramente, muchas personas lo desconocen, no saben dónde está la sede, que se encuentra en la avenida Príncipe de Asturias. En segundo lugar, multiplicar la oferta formativa a favor de los compañeros. Como en cualquier profesión, si no estás en continua formación, con las nuevas tecnologías, los cambios de normativa... Te quedas atrás, no estás al día, y la mejora de la formación, en definitiva, se traduce en un beneficio para los clientes. Por último, también nos hemos marcado ayudar a los nuevos compañeros. Cualquier inicio de profesión es difícil, más aún con la situación de crisis sanitaria que estamos sufriendo. Vamos a tenderles la mano.
–¿Cuál es la situación de la profesión?
–En estos momentos está marcada por la pandemia. Todo se complica, las relaciones humanas están limitadas, el distanciamiento social hace que no podamos mantener contactos con muchos clientes y estamos limitados en cuanto a las visitas a comisaría, juzgados... Entre los primeros pasos que vamos a dar, está una ronda de contactos la semana que viene con los principales operadores jurídicos como pueden ser la Policía Nacional, jueces, Guardia Civil... Para marcas líneas de trabajo de cara a los próximos meses que se antojan los más difíciles por la situación sanitaria.
Demandas
–¿Qué demandas tienen?
–Destacaría, aunque no nos compete directamente a la delegación, pero vamos a tratar de trabajar por ello: en el caso del turno de oficio, el pago es muy precario, un abogado cobra lo mismo que hace diez años cuando cuando todo ha evolucionado en este sentido. Es una cuestión que desde Ronda intentaremos transmitir. Después, en cuanto a instalaciones, en Ronda tenemos unos buenos juzgados en comparación con los espacios de otros municipios.
–¿Con qué problema acuden los clientes a los despachos?
–De todo tipo... Pero yo señalaría que el ciudadano debe tener más cerca al abogado, no acudir a él con el problema ya muy avanzado. Esto dificulta que le podamos poner solución, no debe verse al abogado como la última opción. Creo que debemos tenerlo a mano, confiar en él e insisto, que no sea la última opción.
– La justicia es lenta...
– Sí... Los organismos públicos tienen que dotar de medios a la justicia. Es lenta y muchas veces una justicia que es lenta, deja de ser justicia. Es necesario agilizarla, es fundamental... Hay procedimientos que puede durar cinco y seis años. Cuando un cliente viene a tu despacho y le dices que el procedimiento va a durar años... Se echa las manos a la cabeza. Es un problema lógicamente común en toda España.
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