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Bar en el que la denunciante asegura que fue drogada. EFE
Archivan el caso de la violación grupal en el cuartel de Bobadilla

Archivan el caso de la violación grupal en el cuartel de Bobadilla

Bobadilla ·

El juzgado también dicta una sentencia absolutoria por un posible abuso denunciado por la misma víctima, en ambos casos por falta de pruebas

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Lunes, 6 de mayo 2019, 17:14

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El Tribunal Militar Territorial de Sevilla ha declarado la conclusión y el sobreseimiento del caso contra los cuatro militares del acuartelamiento de Bobadilla acusados de una presunta violación grupal a una compañera. Los hechos fueron denunciados a finales de 2017 y desde entonces se han realizado numerosas pruebas forenses y periciales, y las autoridades han revisado al detalle las distintas declaraciones y ampliaciones que la denunciante fue efectuando conforme pasaba el tiempo e iba recordando «flashes» de lo sucedido. El mismo tribunal ha dictado una sentencia absolutoria con la que deja libre de cargos al único acusado de un episodio de presunta violación anterior, que llegó a ser detenido.

En el caso de la presunta violación grupal por sumisión química, el tribunal considera que los hechos denunciados «no han podido ser probados ni directa, ni siquiera indiciariamente», y destaca el «abundante acerbo probatorio» realizado en la fase de instrucción. Así se recoge en el auto de sobreseimiento, tal y como ha adelantado este lunes ABC.

En la denuncia que efectuó la soldado dijo haber sido drogada por parte de los presuntos autores de la violación. Llegó a recordar un sabor «excesivamente amargo» en la cerveza que tomó aquél día, celebración de la patrona del Ejército del Aire en el que festejaban varios miembros del acuartelamiento. La denunciante también aseguró haber dejado su bebida en la mesa, al alcance de sus acompañantes, mientras fue al servicio. Al día siguiente amaneció sin recordar cómo llegó al cuartel y con un dolor fuerte dolor de cabeza que no casaba con la cantidad de alcohol ingerida. Al comentar esa sensación con una compañera, le facilitaron un test de drogas caducado que dio positivo en barbitúricos, lo que abrió la puerta a su declaración, que posteriormente fue ampliada con flashes e imágenes poco definidas de lo que ocurrió en la habitación, en la que recuerda la presencia de varios hombres que, según su testimonio, la forzaron.

Los trabajos probatorios del juzgado se han centrado en corroborar este relato. En cuanto a la sumisión química, en la instrucción se realizó una prueba toxicológica que acreditó que la soldado había consumido en los seis meses anteriores «de manera reiterada» sustancias como éxtasis y efedrina y otras de forma menos habitual, pero «no se ha podido demostrar que haya sido expuesta al consumo de sustancias que produzcan efectos compatibles con los que denuncia». El informe forense, emitido con fecha 20 de diciembre de 2017, concluye que no se han recabado datos de interés ni en la zona genital externa o interna, así como en otras partes del cuerpo. Además, el laboratorio de la Unidad Central de Análisis Clínicos hizo constar que no se encontraron restos de semen, tan solo algunas células en una de las medias que no coinciden con ninguna de las muestras de los soldados acusados (que facilitaron su ADN de forma voluntaria).

Tras las inspecciones oculares que se han realizado en la habitación donde la denunciante asegura que se produjeron los hechos, el juzgado considera que se deduce que «cualquier sonido» que se hubiera emitido durante los hechos habrían sido percibidos por el resto de miembros de la Tropa que pasaban la noche en compartimentos colindantes. «En síntesis, no existe ningún hecho que avale, no ya de manera directa, ni siquiera periférica o circunstancialmente los hechos denunciados, por lo que sólo contamos con la declaración de la denunciante», concluye el juzgado. En cuanto al relato de la demandante, consideran que la declaración «carece de coherencia externa», ya que no está respaldada por ningún dato más allá de sus palabras y además cae en varias contradicciones.

Por todo ello, el juzgado coincide con el informe del Ministerio Público y cree que se produce una «falta de corroboración» de los indicios aportados por la denunciante.En el caso de la denuncia por un abuso previo, en el que la soldado asegura que un compañero empezó a besarla y trató de violarla cuando le advirtió de que no quería mantener relaciones completas, el juzgado también considera que no se han recabado pruebas de ningún tipo que avalen su testimonio. «Una vez analizada la declaración de la víctima y vista la falta de verosimilitud de

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