Antonio Lasanta: «No debemos ser la solución, sino un alivio a la penosa situación de muchas familias»

¿Qué balance puede hacer de la actividad de Cruz Roja en 2015?

La verdad es que es positivo. Cuando me hice cargo de la presidencia, era casi el principio de la crisis. Desde entonces hemos visto que prácticamente se ha hecho crónica. Empezamos atendiendo a entre 50 y 60 familias para necesidades básicas: alimentos, ropa, luz, agua, butano, etcétera. Fue subiendo hasta llegar a casi 400 familias. Ahora parece que ha bajado un poco y los programas de alimentos y de atención a necesidades básicas andan por las 300 familias al mes, que en Ronda no deja de ser una cantidad muy elevada.

¿A qué achaca ese descenso?

Baja periódicamente y vuelve a subir porque el empleo es precario y de corta duración. Periódicamente aparecen programas de empleo, pero hay algunas familias que tienen un estado casi crónico. Otras mejoran un poco su situación y lo comunican.

¿Qué tipo de ayudas exactamente presta Cruz Roja a estas familias?

Fundamentalmente el programa de alimentos básicos. Pero junto a ello, nosotros tenemos un proyecto pionero que nos valió hace dos años el premio de la Cruz Roja Andalucía. Son los huertos sociales ecológicos, que nos permiten que gran parte de esas familias cultiven sus propios alimentos y complementen ese programa de alimentos básicos. A eso añadimos el ropero social, en el que facilitamos ropa en muy buen estado, en algunos casos completamente nueva porque proceden de negocios que la donan. Y otros productos básicos de primera necesidad, además de ayudas al pago de recibos de gas, agua y, en algunos casos, luz.

¿Qué otros programas lleva a cabo Cruz Roja en la ciudad?

El programa de donación de sangre es esencial. Las necesidades de sangre son importantísimas para salvar vidas. El Ayuntamiento nos cedió un espacio y junto al centro de transfusiones, cada tres meses realizamos una campaña. Hemos conseguido duplicar el número de donaciones que antes había en Ronda. Son importantes también las labores que hacemos de formación en el área sanitaria. Estamos autorizados para impartir cursos de primeros auxilios y de socorrismo acuático. Y tenemos los programas del área de la mujer, de ayuda a los mayores y de ayudas a inmigrantes. En cuanto a los mayores, realizamos una ayuda complementaria a personas que están solas y necesitan que alguien les acompañe y les ayuden.

¿Cómo es la relación con las administraciones públicas de Ronda?

El programa de alimentos lo llevamos conjuntamente con el Ayuntamiento de Ronda, concretamente con el Área de Bienestar Social, en espacios cedidos por el propio Ayuntamiento. Igual en el tema de las donaciones. Prácticamente colaboramos con todas las áreas municipales. Aparte de la ayuda del Ayuntamiento, nos beneficiamos de una solidaridad impresionante por parte de algunas personas y de empresas.

¿Cuántos voluntarios tienen?

Andamos por encima de los cien voluntarios y más de 300 socios. El equipo directivo está formado por doce personas: un presidente, tres vicepresidencias, un secretario y el resto, vocales.

¿Por qué diría que es importante una entidad como Cruz Roja en una ciudad como Ronda?

En estos momentos es importantísima la presencia no solo de Cruz Roja, sino de las demás ONG. Es importante que estas familias tan necesitadas de alguna manera tengan confianza y un lugar al que acudir. Nosotros, las ONG, no debemos ser la solución, sino un alivio para esa penosa situación económica de muchas familias. Pero no dejamos de insistir que la solución definitiva debe venir de los poderes públicos.

¿En qué próximas iniciativas están trabajando ahora?

Estamos trabajando en poner en marcha un equipo de respuesta inmediata en el medio terrestre, con profesionales que puedan atender a cualquier necesidad que se produzca, desde accidentes a pérdidas o extravíos en la Sierra, no solo en Ronda, sino a cualquier punto de Andalucía. Es un proyecto muy ambicioso que hay que hacer con mucho cuidado. Por otro lado, queremos aumentar los huertos. Lo ideal sería superar los cien o llegar a los 150. De esta forma, prácticamente el 50% de las familias necesitadas de Ronda tendrían no solo un lugar donde obtener productos frescos y naturales, sino un sitio en el que se insertan en la sociedad, se recupera la autoestima y reciben formación en agricultura ecológica, en variedades locales y en valores medioambientales.