Ni rastro del amor de Lara y Fernando

Parecía que lo que el cachopo -filete relleno de jamón y queso típico de Asturias- y la sidra habían unido nadie lo podría separar. Sin embargo, la pareja más famosa de la patria querida, Fernando Alonso (Oviedo, 34 años) y Lara Álvarez (Gijón, 29), han roto. Según fuentes de su entorno, el motivo no es otro que la distancia y los compromisos profesionales. Sus agendas no cuadran: el bicampeón del mundo de Fórmula 1 recorrerá medio planeta a bordo de su McLaren en los próximos meses, mientras que la guapa presentadora se desplazará a Honduras para grabar 'Supervivientes'.

Aunque ninguno de los dos ha querido ni confirmarlo ni desmentirlo, las pruebas hablan por sí solas. Ni rastro de las fotos ni de los mensajes que se han enviado en este año y cuatro meses de relación en las redes sociales. La constatación más evidente de que ya no están juntos fue la aparición de Lara, ayer, a la salida del gimnasio sin el anillo de compromiso.

Atrás quedan los planes de boda y las palabras bonitas: «La vida personal es lo que de verdad importa, la que te sostiene cada día», le dedicaba el piloto a la periodista este verano. Además de plantearse echar el freno al acelerador y tomarse un año sabático para formar una familia: «Uno de mis sueños ahora es tener hijos», confesaba. Pero lo cierto es que la ambición de Alonso sigue intacta y no hay quien le apee del motor. Lara revolucionó la vida del conductor más hermético de la F1. Pasó de no desvelar ni su boda con Raquel del Rosario en 2006 a tuitear a los cuatro vientos su amor por ella. Pero, al final, como la sidra, no ha quedado ni el 'culín'... Solo la resaca.