Los jóvenes bailan al ritmo de Keymass y Bonche

Segunda noche en la Explanada de la Juventud y segundo asalto para aquellos que buscaban la diversión y la fiesta en la feria de 2016. Si bien con un aforo muy por debajo al de la velada anterior a la misma hora, la jornada terminó con una multitud similar a la de inauguración. En esta ocasión, el nombre que más destacaba en el cartel era el de Keymass y Bonche, pero antes de su llegada Dj Salas ofreció una sesión de alrededor de tres horas, maratoniana para los que esperaban con ansias a los artistas latinos.

Salas no consiguió conectar, en principio, con el público como lo hizo durante la primera noche, cuando la euforia colectiva del debut elevó los saltos y danzas a un nivel superior. El disc jockey recurrió así a algún clásico de este tipo de actuaciones como Macklemore para arrancar los primeros coros y encender a las filas más cercanas al escenario. La desconexión absoluta de las zonas que bordeaban el recinto fue motivada, como de costumbre, por la calidad acústica del espacio, ya que estos alcanzaron a escuchar mejor a Jennifer López en las casetas colindantes que a un DJ entregado a la causa.

Sin embargo, como suele pasar en cualquier entorno de feria, la predisposición al disfrute y la fiesta se impuso sobre las condiciones. No fue necesaria la música para quien, pasadas levemente las 23.00 horas del domingo, se preparaba para Keymass y Bonche con movimientos de 'twerking', pero tampoco para los chicos que a pie de escenario se atrevieron con acrobacias no aptas para novatos provocando el delirio del resto de espectadores.

La noche avanzó conforme el hielo buscaba mejor suerte en el asfalto y el contenido de los vidrios iba bajando y bajando. Los 'cubatas' sobre los contenedores de basura, las quejas continuas sobre la situación de higiene de los baños y alguna que otra disputa por bebidas derramadas dieron la bienvenida a las estrellas de la noche, Keymass y Bonche, que aumentaron el nivel de decibelios. Las brisas de Cuba y Ecuador contagiaron a los jóvenes, que llegaron a su clímax cuando los artistas parafrasearon a Pitbull y su 'Yo no quiero agua'.