La inflación lastra la recuperación empresarial en Málaga

Concretamente, el 74% de las empresas declaran haber observado un aumento en sus consumos. En este sentido, la encuesta también recoge el sentimiento de las firmas sobre lo que ocurrirá en los próximos meses: el 77,6% de las compañías encuestadas (más de 5.000) prevén que el incremento de los costes se mantendrá. «Esta escalada de subidas es totalmente perjudicial para las empresas, ya que para mantener unos precios competitivos estamos aguantando todo lo posible en que no repercutan en el consumidor final, lo cual provoca una disminución en los beneficios a largo plazo», señala Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga y de Supermercados Maskom.

Así, según un sondeo realizado por las Cámaras de Comercio españolas, más del 47% de las empresas estiman que los elevados precios de la energía y las materias primas son los principales escollos que se presentan, mientras que más de un 24% estiman que son los costes laborales y un 21% la escasez de demanda. «Esta deriva alcista, que ahora también se ve empeorada por el conflicto de Ucrania, terminará afectando al conjunto de la economía, dado que ese aumento de los costes de producción igualmente provocará una disminución en la capacidad adquisitiva del consumidor», explica Cuberos, que indica que esta evolución de los precios, la inflación y los costes laborales «afectan negativamente en el desarrollo empresarial y, por supuesto, en la creación de empleo».

Pese a la situación, el presidente de la Cámara de Comercio de Málaga asegura que los empresarios «debemos ser optimistas» aprovechando oportunidades con el apoyo de los fondos Next Generation de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. «Las perspectivas apuntan a una mejora en cuanto a la salida de la crisis gracias a la evolución positiva de la pandemia, y desde la Cámara de Comercio de Málaga entendemos que, además, vivimos un momento propicio para dar ese impulso a la tan ansiada recuperación».

De todos los inconvenientes que lastran la recuperación empresarial, hay una que preocupa especialmente al presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor: la subida del precio de la luz. «Es un escándalo público. Para uno de cada cuatro autónomos su principal problema es que el coste de la electricidad le hace inviable su negocio y a ello sumamos el coste del carburante para el sector del transporte y agrícola. Nos preocupa muchísimo cómo afectan estas subidas y el desabastecimiento de algunas materias a los más de tres millones de autónomos», apunta.

El presidente de ATA apuesta por medidas especiales para paliar esta situación, «ya que la factura de la electricidad para muchos autónomos se ha duplicado y hasta triplicado, a lo que le acompaña la continua escalada en la subida de los costes de los carburantes». Así, señala que mientras se mantengan los actuales precios mayoristas, los autónomos solo deberían pagar por la energía consumida, con una reducción del IVA para todos los sectores. «Los precios energéticos están lastrando la competitividad de muchas empresas y de muchos autónomos, y puede hacer daño a que la recuperación se pueda dilatar mucho más de lo esperado en el tiempo».

Según la encuesta publicada por el Banco de España a finales de 2021, el 35,1% de las empresas españolas incrementó su facturación en el cuarto trimestre del pasado año, aunque solo un 30% espera mejorar sus ventas en este primer trimestre de 2022. Concretamente, la recuperación se ha dejado notar en sectores concretos: las comunicaciones, el transporte y los servicios de no mercado han registrado una mejora en sus ingresos a finales del ejercicio 2021.

El encarecimiento de los gastos medios de una empresa, tanto energéticos como no energéticos, y las alteraciones de la cadena de suministro provocadas por el desabastecimiento de materias primas están relacionados, según se desgrana en la encuesta del Banco de España. Así, las empresas más afectadas por esta situación (la industria manufacturera y el comercio) prevén mayores aumentos del precio de sus consumos.

Asimismo, la escasez de mano de obra que sufren algunos sectores es otro de los motivos que lastra la recuperación: un 27% de las empresas manifiesta dificultades para obtener mano de obra, un porcentaje que alcanza el 40% en la agricultura y la construcción. También se deja notar en la hostelería o el transporte.

La vicepresidenta de la Confederación de empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, asegura que los ERTE y a los préstamos ICO «han permitido ganar tiempo» para seguir trabajando en la reactivación de la economía. Pese a la subida de costes y a la incertidumbre, Sánchez indica que las perspectivas son buenas. «Toca salir al mercado y recuperar negocio. Aunque las fechas se van demorando y las estimaciones se sitúan en el segundo semestre de 2022, las empresas están realizando un esfuerzo de contención».

En este sentido, explica que 2023 podría ser el año definitivo de la recuperación. «Conforme se vaya acercando el verano, tendremos una imagen más nítida de la recuperación».