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Mujeres que hacen 'cosas bienhechas' en un estudio: bolsos y complementos con materiales ecológicos y 100% malagueños. Esta es la filosofía de 'La Bien Hecha', una firma creada por Irene Hernández, profesional del marketing que dejó su trabajo en una multinacional para «hacer algo muy de aquí». Hoy, dos años después, las ocho mujeres que trabajan en esta marca son como una gran familia. «Queremos resaltar los valores del trabajo local, sostenible y el empoderamiento de la mujer», explica Hernández.
Su aventura comenzó en lo digital, con una web que trabaja a nivel internacional, a la que ahora se suma una tienda física en el centro de Málaga, inaugurada hace unas semanas. Otro de sus puntos de venta son los 'markets', tanto locales como nacionales, en los que muestran al mundo sus creaciones.
Esta firma malagueña se fraguó en un taller de El Palo, en el que comenzaron a crear diseños a puerta cerrada. «No había rótulo, a veces pasaba la gente y no sabía quiénes éramos ni qué estabamos haciendo, y por eso vimos la necesidad de abrir las puertas de nuestro salón y hacer algo muy de aquí», recuerda la fundadora.
Al ser todas mujeres, vieron la oportunidad de reflejar en esta marca un tributo a las féminas. «La mujer emprendedora y la sostenibilidad son dos de nuestros pilares», explica.
Tras abrir las puertas de su estudio, el resultado no fue el esperado. «Estuvimos a punto de cerrar, pero decidimos probar en el market de Muelle Uno, y ocurrió un milagro», señala Hernández. Ese milagro les dio un «chute de energía» para seguir adelante. «A la gente le encantó lo que hacíamos, los bolsos gustaron por su calidad y su elaboración». Ahí comenzó su apuesta por crear una tienda online propia, que les permitió ampliar la plantilla. «Éramos cuatro, y pudimos incluir a otras cuatro chicas. Nos unimos muchísimo más».
Aunque su principal fuente de clientes es Málaga, los bolsos de La Bien Hecha ya se pasean por todo el mundo. «Han llegado a Francia, Alemania, República Checa, Nueva York... Es un orgullo para nosotras», comenta la fundadora. Además, su presencia en markets nacionales ha hecho que la firma malagueña sea conocida por toda España.
Junto a los bolsos y complementos, la marca ofrece otro tipo de servicios, como detalles para bodas y eventos, merchandising creativo, regalos personalizados, talleres creativos y trabajos de comunicación y marketing para firmas sostenibles. «Queremos ser un mundo abierto a cualquier propuesta», apunta.
Su última «locura» es la creación de una tienda física en el centro. «Los clientes nos reclamaban una tienda física, y en diciembre nos surgió la oportunidad de apostar por ello, con mucho esfuerzo», afirma. De esta forma, actualmente cuentan con una tienda-estudio ubicada en Plaza del Teatro y un taller en El Palo, complementado con la venta online en su web. «Estamos a tope con este proyecto, no tenemos apenas tiempo libre, pero nos encanta lo que hacemos», explica Hernández.
Sus objetivos pasan ahora por implicarse en proyectos relacionados con la mujer, intercambiar sinergias y mejorar el diseño de sus creaciones. «Queremos seguir generando empleo local, prestar más atención a los pequeños detalles, y sobre todo, sobrevivir», bromea.
No descartan ampliar el negocio con mas talleres, pero siempre manteniendo una producción artesanal. «Sería ideal poder tener un taller en otro país europeo, para llevar el nombre de Málaga por el mundo».
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