El secretario general de COAG en Málaga, Antonio Rodríguez, en su explotación ganadera en Sedella. SUR

Antonio Rodríguez. Secretario de COAG en Málaga

«La sequía no se ha terminado en absoluto. Necesitamos la desaladora de la Axarquía»

El responsable de la organización agraria reclama agilizar la infraestructura y mejorar las aguas regeneradas para el riego

Jueves, 9 de octubre 2025, 02:00

Hijo y nieto de cabreros de Sedella, Antonio Rodríguez lleva desde los 15 años criando cabras malagueñas en las estribaciones de la Sierra Tejeda, a ... la los pies de La Maroma. A sus 55 años, desde 2017 es el secretario general de la Confederación de Organizaciones Agrarias (COAG) en Málaga. En esta entrevista repasa las principales cuestiones que afronta el sector primario en la provincia, con la vista puesta en el nuevo año hidrológico que acaba de arrancar.

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-¿Cómo está el sector agrícola?

-En olivar se espera una campaña buena tras las lluvias abundantes del anterior año hidrológico, pero estamos esperando a que vuelva a llover bien para que se termine de confirmar, porque si no, se va a caerse mucha aceituna, que ha pasado mucho calor en verano. En cereal ha sido un año normal en producción, aunque con precios bajos. En almendro no ha sido buena, la cosecha ha sido baja tras tantos años de sequía acumulados. En vid las lluvias han ocasionado que aparezca la plaga del hongo 'mildiu', que ha provocado pérdidas de hasta el 80%. En cítricos ha sido un año más normal, con mejores precios en origen. En subtropicales la sequía ha hecho muchísimo daño, y aunque se ha contado con las aguas regeneradas éstas no estaban del todo afinadas, y no tenían la calidad suficiente. El verano ha sido normal y se ha vuelto a poder regar desde el embalse de La Viñuela. En mango se está desarrollando una campaña histórica, con 35.000 toneladas, con buena calidad del fruto, pero el problema son los precios bajos, con apenas 70 ó 80 céntimos el kilo, lo que complica la viabilidad de las explotaciones.

«La ley de la cadena alimentaria sigue sin cumplirse. Seguimos vendiendo a pérdidas»

-¿Se ha terminado la sequía?

-No, en absoluto, tenemos que seguir reclamando las infraestructuras pendientes, como la desaladora de la Axarquía y que las aguas regeneradas tengan una calidad óptima para los cultivos leñosos. Esperamos, eso sí, que este nuevo año hidrológico vuelva a ser generoso en lluvias, que caigan al menos 600 litros litros, para poder tener una normalidad relativa, porque ya serían dos años consecutivos de precipitaciones y se dejaría atrás la sequía.

-¿Cómo está la ganadería?

-Lo más grave están siendo las enfermedades de la lengua azul y la gripe aviar. La lengua azul está afectando mucho al ovino y también, aunque en menor medida, al caprino malagueño. Por suerte, la gente se ha puesto ya las pilas y está aplicando repelentes para prevenir la picadura del mosquito, que es la única forma en la que se transmite esta enfermedad. Ahora hay que seguir con la vacunación preventiva y para eso contamos con la ayuda de la Junta. El porcino no está mal, sigue con sus mercados. En vacuno de leche, las apenas diez explotaciones que quedan en la provincia están pudiendo trabajar con una estabilidad de precios. En la leche de cabra el precio está subiendo ligeramente, y esperamos poder compensar las pérdidas por la lengua azul.

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-¿Hay que seguir con las obras de infraestructuras?

-Sí, por supuesto. Necesitamos que se siga corrigiendo la salinidad de las aguas regeneradas para el riego y que se impulse, de una vez por todas, la desaladora de la Axarquía. El problema es la burocracia, que todo es muy lento, para conseguir los permisos medioambientales. Parece que hay voluntad de sacar adelante los proyectos y esperamos y reclamamos que se agilicen al máximo los plazos.

-¿Cómo afectarían los cambios en la Política Agraria Común?

-Estamos totalmente en contra de que se reduzcan los fondos europeos a partir de 2027. España, como país miembros de la UE y con derecho a veto, tiene que oponorse frontalmente a destinar más dinero a armamento y menos a la PAC. Necesitamos una propuesta más sensata, en situaciones de crisis, de guerras, hay que asegurarse que la ciudadanía tenga una soberanía alimentaria, los estados tienen que replantearse estos cambios en la PAC para garantizar que podamos seguir produciendo alimentos de proximidad y calidad.

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-¿Hay relevo generacional en el campo malagueño?

-Llevamos años pidiendo a las administraciones que se apueste por potenciar el relevo generacional, que todos los jóvenes que se quieran dedicar al campo puedan hacerlo con garantías. Es necesario que haya un presupuesto suficiente para potenciar este relevo generacional. Hay que buscar la estabilidad de los precios, luchar contra la competencia desleal de los productos que vienen de terceros países, a los que se les exigen menores requisitos de fitosanitarios. En el campo malagueño hay un problema grave con la mano de obra, porque cada vez se van jubilando más agricultores. Hemos pedido a las administraciones que se forme a los jóvenes, a los migrantes, para canalizar esa mano de obra hacia el sector primario, de una forma adecuada, con contratos en origen.

-¿Se cumple la ley de la cadena alimentaria?

-En absoluto, lamentablemente. Tenemos una ley en vigor desde hace ya varios años, pero no se ataja el problema, los agricultores y ganaderos siguen vendiendo a pérdidas. Lo que paga la distribución no cubre siempre los gastos de producción. Es imprescindible que los sectores agrícola y ganadero tengan una estabilidad en los precios, hay que controlar las importaciones, que tienen que llegar solo cuando no haya producción aquí.

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-¿Tienen previsto convocar nuevas movilizaciones?

-Más que movilizaciones como las que hemos tenido en estos últimos años, lo que estamos planteando desde la COAG es una estrategia para que el mensaje cale entre la población. Hay que insistir en que está en juego el poder dar de comer alimentos de calidad, con seguridad alimentaria a la población. Solo el año pasado tuvimos más de tres mil alertas sanitarias por productos fitosanitarios prohibidos en la legislación europea que vienen de importación. El problema es que si esto no se controla, puede llegar a darse el caso que los lineales de los supemercados estén vacíos. No se puede apostar por el medio ambiente y por potenciar el medio rural si no se defiende a los agricultores de aquí.

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