El proyecto que recupera fincas abandonadas en Málaga

Además de territorios erosionados, hay muchos otros desforestados, con arroyos secos y terrenos baldíos. Es una imagen casi apocalíptica que es cada vez más acuciante en Andalucía. Pero, este fenómeno se puede aún revertir en casi todos los casos. Para ello hace falta, además paciencia, tiempo y decisiones correctas.

De la premisa de ese territorio yermo o poco aprovechado parte el fenómeno de los custodias del territorio. No es una iniciativa novedosa en Europa. Ni siquiera en España, donde ya hay experiencias positivas desde hace más de dos décadas. Cataluña, Navarra, Euskadi o incluso zonas de interior de Valencia y Alicante saben ya lo que es actuar en muchas parcelas de terreno para evitar que el campo se siga degradando.

Los custodias del territorio son los encargados de detectar esas tierras yermas o desaprovechadas, sobre las que proponen soluciones sostenibles que permiten dar rentabilidad al campo con consecuencias positivas para el medio ambiente.

En Andalucía, y más concretamente en la provincia de Málaga, estos vigilantes de terrenos agrícolas y forestales funcionan de una forma proactiva desde 2017. La Asociación de Monitores de Medio Ambiente (AMMA) Almijara lleva desde entonces ejecutando proyectos relacionados con la custodia del territorio con la financiación de La Diputación de Málaga, La Noria y la Fundación La Caixa.

El presidente de este colectivo, Miguel Ángel Barba, junto a su equipo, ya lleva casi un lustro proponiendo soluciones sostenibles y eficaces en espacios degradados o desaprovechados. En 2017, de hecho empezaron a realizar la primera de las custodias, en una finca de Estación de Cártama, Hacienda de Mellado, en el que han podido mejorar de forma notable esa parcela para tener un terreno con muchas posibilidades. «No sólo se trata de mejorar el rendimiento agrícola sino también de conseguir otros beneficios para el medio ambiente en la zona», explica Barba.

Pero, lo complicado aquí es conseguir trabajar directamente con los particulares. Por eso, Almijara ha ido dando grandes pasos con el apoyo de instituciones públicas para llegar a asociaciones y colectivos que hagan posible que la custodia del territorio se vaya implementando cada vez más en más municipios de la provincia de Málaga.

Gracias a esa alianza, en 2018 se celebró en Málaga el primer encuentro de Custodias del Territorio. Al año siguiente, se hizo el primer equipo de mediación y asesoramiento e incluso un curso para formar a técnicos en la materia. Con ello, se ha formado a personas de distintos municipios para que sepan intermediar con los propietarios de terrenos que tienen notables posibilidades de mejoras e incluso en algunos casos de recuperación total.

Así, un hito importante en Málaga para asentar esta estrategia se visualizó el año pasado con la elaboración del primer mapa de potencialidades Custodias del Territorio. En este primer vistazo, en el que se incluye tan sólo una treintena de municipios, se han detectado ya 157 terrenos degradados o infrautilizados, que son susceptibles de notables mejoras.

Pero, éste es sólo un primer mapa. A lo largo de este 2021 está previsto que se finalice un segundo, donde, según adelanta Miguel Ángel Barba, aparecen unas cifras similares tanto en cuanto a parcelas baldías o poco aprovechadas como en municipios estudiados. Esto no quiere decir que sean los únicos espacios olvidados o abandonados en Málaga sino los que, poco a poco, se han ido localizando por parte de los técnicos de esta asociación.

La idea de AMMA Almijara es que éste «sea un mapa vivo, en el que, poco a poco, se vayan detectando las tierras tanto de particulares como de suelo público que se pueden mejorar en la provincia de Málaga». Se trata de un mapa interactivo, donde se pueden ver por cada una de las 157 parcelas de su primera edición una ficha con todos los detalles de las potencialidades que tiene el terreno. «Se dice lo que puede ser y no sólo lo que es», concreta Barba.

Así, no sólo se ofrecen posibilidades estudiadas para la mejora de un cultivo o para implementar otro sino también otras acciones que revierten positivamente en ese espacio: «Desde poner en valor una acequia a aprovechar una zona forestal para la elaboración de pellet o biomasa».

Las primeras preguntas que se hacen muchos propietarios interesados están en torno al coste económico o las posibles contraprestaciones o concesiones que tienen que hacer para participar en este programa. Pero, esto no tiene un coste económico directo para los particulares, ya que AMMA Almijara se encarga de buscar la viabilidad de los proyectos propuestos e incluso la ejecución de los mismos a través de posibles subvenciones y ayudas públicas. Para ello cuenta también con financiación propia a través de programas propios en el que colaboran empresas a través de amadrinamiento de árboles, además del proyecto subvencionado por la Fundación La Caixa, la Diputación de Málaga y La Noria.

Lo importante aquí es la firma de un acuerdo, que tal y como señala el presidente de AMMA Almijara, es «transparente y claro para las dos partes». Ahí cada uno se compromete a realizar o permitir determinadas acciones en un tiempo determinado. El propietario siempre puede limitar la parte de la parcela en la que se quiere que se actúe, pero, eso sí, hay que ser consecuentes y tener una visión global.

En este sentido, Barba apunta que hay que buscar el equilibrio y la sostenibilidad para que cada uno de los proyectos sea viable. Las fórmulas que se proponen son personalizadas y se adaptan a las características de cada territorio. «Tenemos algún caso en el que los dueños de los terrenos son personas mayores que tenían un olivar casi abandonado a los que propusimos recuperar su uso», comenta el presidente de AMMA Almijara. En este caso, la acción tiene varios efectos positivos. Los propietarios reciben una parte de lo producido, su finca se revaloriza y se beneficia al medio ambiente.

Como éste son muchos los ejemplos de propuestas que se hacen en cada finca. Así, cerca del Boquete de Zafarraya los técnicos de Almijara han propuesto a varios productores que tienen sus fincas colindantes a la antigua línea ferroviaria de la zona la plantación de arboledas para crear 'una pantalla verde' que haga posible el uso turístico de ese antiguo trazado de tren como 'una vía verde'. En la actualidad, la incidencia del sol en esa zona hace complicado que se habilite como un sendero para tal fin. Tras la plantación de los árboles, se prevé la instalación de cajas nido para aves depredadores de ratones e insectos que pueden ser perjudiciales para algunos cultivos, lo que beneficiaría también a los propietarios de esas fincas.

Hay algunos ayuntamientos incluso que ya trabajan codo con codo con Almijara en proyectos dentro de esta filosofía de custodias del territorio. Almargen, Almáchar, El Borge, Monda y El Burgo ya han ejecutado proyectos a través de monitores formados previamente por esta asociación con el fin de conseguir una mayor rentabilidad a las tierras y evitar, así de paso, que éstas se degraden y provoquen consecuencias negativas en su entorno.

Los interesados en la custodia del territorio pueden informarse en la web de esta empresa con sede en Málaga en la web www.almijara.org o www.turismo-sostenible.org.