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De portero a notario: una parada que vale toda una vida

De portero a notario: una parada que vale toda una vida

Juan Varela, exportero del UMA Antequera, dejó su carrera deportiva en enero de 2018 para dedicarse íntegramente a las oposiciones de notaría, aprobadas a finales de 2019

CRISTINA PINTO

Domingo, 13 de septiembre 2020, 01:04

En realidad esta historia no comienza en septiembre de 2017, cuando Juan Varela emprende su nuevo camino en la academia de Rafael Leña para conseguir un puesto de notario. Tampoco se inicia cuando con nueve años, momento en el que empieza su andadura en el fútbol-sala, ya tiene claro que estudiará Derecho y después opositará. La historia tampoco se origina con el nacimiento del joven, el 26 de diciembre de 1995 en Dos Hermanas (Sevilla). Todo se remonta a septiembre de 1988 cuando su padre, Enrique Varela, empieza a prepararse las oposiciones a notaría y en junio del 90 se presenta por primera vez, aunque sin éxito.

Puede que esa «presión psicológica» de saber que su padre no consiguió aprobarlas fuese un factor negativo para este exguardameta, pero jugó totalmente a su favor: logró ser notario en un tiempo récord, dos años y tres meses. «Tenía claro que quería seguir los pasos de mi padre. Le tenía como referencia y sabía que, aunque no aprobase las oposiciones, los años de preparación me iban a dar una gran formación, como le pasó a él», explica

Juan Varela. La capacidad de concentración y la constancia son valores que el joven asegura que ha aprendido en su carrera deportiva y que han sido las grandes claves para que sea con 24 años, uno de los notarios más jóvenes del mundo.

Un partido frente al Movistar Inter, con el club malagueño en la temporada 15/16

Entre los meses de septiembre de 2017 y enero de 2018 se encuentra el momento decisivo de su carrera en el fútbol-sala. Competía en Segunda División con el Real Betis FS, estudiaba una asignatura de la carrera, realizaba el Trabajo de Fin de Grado, estudiaba inglés, acudía a las prácticas de Derecho y se encontraba en los primeros meses de preparación de oposiciones a notaría. «Ya no podía más», apunta Varela. Y eso le llevó a realizar la parada más difícil de su carrera, pero que le valdría para toda una vida. Deja el fútbol-sala al comienzo del 2018: «Lo intenté varios meses pero ya lo hablé con mi entrenador, no podía llevar ese ritmo. Lo primordial era el estudio», argumenta el notario.

El entrenamiento como portero de fútbol-sala requiere muchas horas, perseverancia y trabajo, y el cambio de entrenamiento que había hecho Juan Varela tenía mucho que ver con eso. Se habla de horas, muchas, alrededor de 12 horas al día le dedicaba a su objetivo: la notaría. «En la época más fuerte empezaba a las ocho y media, paraba a las tres de la tarde a comer, seguía a las cuatro y acababa sobre las once y media de la noche. Y después incluso soñaba con los temas», cuenta el joven. Aún así, Varela reitera que los valores que le ha enseñado el deporte desde pequeño le han servido para aprobar las oposiciones. «Animo a todos los padres a que apunten a sus hijos a algún deporte, te enseña valores esenciales para la vida», puntualiza el exportero del UMA Antequera.

La posición de guardamenta tiene sus momentos de soledad ante el peligro, de tener la mente fría y de ser independiente. El sevillano lo compara totalmente con su posición de estudiante de notaría. «El opositor es un poco como el portero, que sabe que en cualquier fallo no hay que debilitarse. Dependes de ti mismo, mi posición en el campo me ayudó a saber llevar tantas horas de estudio», señala. Este portero arriesgó todo para labrarse un futuro, no podía acudir a todas las reuniones con su familia y amigos, no podía hacer viajes y dejó al que llevaba acompañándole básicamente toda una vida: el fútbol-sala. «No pienso que haya tirado el tiempo, sino todo lo contrario, yo ya tengo una seguridad en mi trabajo. Las oposiciones me han cambiado la vida por completo», asegura. Y así fue, el 10 de diciembre de 2019 Juan Varela se presentó al último ejercicio y lo aprobó. Lo normal de las oposiciones de notaría es aprobarlas en tres o cuatro años y él consiguió estudiar alrededor de 350 temas en poco más de dos años: «No me lo creía, no sabía que iba a tener tanta capacidad», confiesa.

Con el fútbol-sala también llegó a lo máximo, a la élite deportiva. Y fue con el UMA Antequera, en Primera División (2015/16). Su filosofía concuerda totalmente con la del club malagueño. Deporte y estudio. Y, además, a pesar de ser un enamorado de Sevilla, la ciudad de Málaga le encandiló. «Si me prohibiesen vivir en Sevilla y tuviese que elegir otra ciudad, me iría a Málaga sin duda» comenta entre risas Juan Varela.

El planteamiento que le ofreció el club universitario convenció sin ninguna duda a este joven. «Coincidía con mi manera de pensar. Estudio y deporte deben ir de la mano. En el club además, me daban muchas facilidades cuando tenía exámenes. Eso es digno de admirar en un equipo que compite con los más grandes de España», asegura el exportero. Resalta la vuelta del equipo a la élite en esta temporada: «Tienen espíritu de guerreros. No es un equipo que llega de paseo, ellos están preparados para competir en Primera».

Recuerda su paso por el cuadro malagueño con mucho cariño, al igual que recuerda a Manuel Luiggi 'Moli. «Su discurso siempre era que nos divirtiésemos pero dándolo todo. Y esa filosofía unida a la garra de Tete, Miguel y la piña del vestuario es lo que hace que se consigan los grandes resultados», recapitula y analiza Varela. Ahora llega el momento de enfrentarse a su próximo trabajo como notario que arrancará a mediados de octubre en Alcalá de los Gazules (Cádiz). «Tengo muchas ganas de trabajar», concluye.

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