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Ernesto Moreno, en un partido de un torneo del World Padel Tour. WPT
El corazón de Ernesto Moreno ya late con normalidad

El corazón de Ernesto Moreno ya late con normalidad

El jugador de pádel torremolinense se sometió el martes a una intervención quirúrgica en el Clínico para resolver sus arritmias crónicas y normalizar su carrera deportiva

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Jueves, 30 de abril 2020, 02:18

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Sucedió el 4 de marzo en el Cervezas Victoria Marbella Master, en concreto en la pista de Los Monteros Racket Club. El torremolinense Ernesto Moreno, que forma pareja con el valenciano José Rico, sufrió una taquicardia que les obligó a la retirada ante el dúo 'Pincho' Fernández y Maxi Grabiel. Se disputaban los octavos de final del torneo, que abría la temporada en un World Padel Tour que no se ha reanudado por la pandemia del coronavirus. Sólo se habían celebrado tres juegos del partido...

«Pasé de estar en 120 pulsaciones a 200 o 205 en sólo 40 minutos (desde el calentamiento), y sentado en camilla«, recuerda ahora más tranquilo Ernesto Moreno a este periódico. Ha pasado lo peor. Su corazón ya late con normalidad. Antes, no. »Llevo jugando al pádel desde los 8 años. La primera vez que tuve una arritmia fue con 14 años. Me pasó varias veces y me dijeron que podía ser psicológico, producido por los nervios. En las pruebas de esfuerzo estaba bien«, añade.

«Por suerte había allí un equipo médico y mi tío, que también es doctor y me hicieron un electrocardiograma. Habré tenido en torno a una decena de episodios de arritmia desde los 15 años, a uno por año», relata en una especia de pesadilla que dibujaba nubarrones sobre una ilusionante carrera en el pádel. Ahora ya tiene claro el diagnóstico. La solución parece haber llegado a su vida. «Había una válvula en el corazón que no funcionaba bien«, afirma. Por eso el martes fue intervenido quirúrgicamente en el Clínico por el cardiólogo Alberto Barrera. Técnicamente, fue una ablación por catéter. Se introducen esos finos tubos a través de una vena o arteria en la ingle y se deslizan hasta el corazón con el fin de aplicar energía en forma de calor o frío extremo para modificar los tejidos del corazón que provocan una arritmia. Dicho de una forma simple y llana: se comprueba la arteria que funciona mal y se quema. La operación duró hora y tres cuartos.

Pero antes Moreno tuvo que hacer acopio de paciencia. «Iba a ser intervenido el jueves 11 de marzo, poco antes del decreto del estado de alarma en el país. Tenía un seguro médico y me decían que no lo cubrían porque el problema lo tenía ya de antes, con lo que rechacé operarme en un privado», explica. La crisis le obligó a esperar luego mes y medio, hasta que el colapso sanitario empezó a quedar atrás y se liberan quirófanos.

Con otra perspectiva

Ahora el malagueño ve el futuro con otro prisma. «Esto es algo con lo que llevo conviviendo mucho tiempo, pero gracias a Dios se ha cogido a tiempo y en teoría puedo hacer todo con normalidad. Ahora sé con certeza que no va a pasar este episodio. Estoy feliz porque es un tema que me preocupaba. Nunca gusta irte de un partido como el de Marbella (siempre un torneo especial para él al jugar en casa) por algo que no puedes controlar, y ahora la cuarentena ha impedido que me pierda ningún torneo«, razona.

En los días previos a la operación Moreno se ha estado entrenando en su confinamiento, en Carcaixent (Valencia), donde desde septiembre se ha mudado con su pareja y para, a su vez, estar más cerca de la otra, la de las pistas, que ahora es Jose –o también Josete– Rico. «Ahora, en cuanto pasen dos semanas, volveré a entrenarme de forma corriente», afirma a este periódico muy poco después de la intervención.

El malagueño tendrá margen. El calendario en el World Padel Tour (WPT) está cancelado, según los últimos datos, hasta el 6 de julio, en Valencia. Con todo, las circunstancias particulares de esta disciplina le hacen tener ventaja sobre otras: casi la totalidad de jugadores son españoles, argentinos y brasileños, y son pocos los que no se han confinado en nuestro país, donde se desarrollan la mayoría de pruebas. La intención del WPT es forzar para que en lo que queda de año se celebren el máximo posible de ellas, incluyendo algunas suspendidas y aplazadas, aunque sea sin público.

«Pasé de estar en 120 pulsaciones a 200 o 205 en sólo 40 minutos», relata sobre su taquicardia en el Master de Marbella

A sus 25 años, Moreno, 32º del 'ranking', llegó a estar 25º tras una semifinal en un Open en Valladolid junto a Javier Limones. Además, cuenta en su trayectoria tres semifinales en Challengers, dos cuartos de final en Open, en México y Mijas, y en 2018 unos cuartos de final en Master, en Lisboa.

Tras dos años con Gonzalo Rubio, también andaluz, este decidió irse con Aday Santana. Por eso Moreno, que ha jugado también junto al argentino Lucho Capra, el brasileño Chico Gomes o Antonio Luque, eligió a José Rico. «Hemos tenido que hacer un esfuerzo importante. Gonzalo era zurdo y agresivo, con Josete he tenido que cambiar la forma de jugar (ahora actúa de revés) y ser más agresivo. Al principio las cosas no salían muy bien, pero antes de Marbella nos sentimos mucho mejor en la pista», explica, y reconoce que «no nos hemos planteado un objetivo definido, pero este sería meterse entre los primeros dieciséis del 'ranking', porque hasta cuartos de final no te enfrentas nunca a un cabeza de serie. Si saliera es que hemos hecho un año muy bueno».

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