La malagueña Daniela Santiago encarna a La Veneno en la serie sobre este icono que visualizó al colectivo LGTBI. SUR

Daniela Santiago: «Viví un mes con La Veneno, pero dos divas no caben en una casa»

La actriz malagueña se convierte en la revelación de la nueva serie de Los Javis, 'Veneno', en la que encarna a la mítica trans que triunfó en los 90 y visibilizó al colectivo LGTBI

Miércoles, 1 de abril 2020, 00:28

Tendría que haber presentado el trailer en el Festival de Málaga. Pero como al certamen, la crisis del coronavirus afectó a la serie 'Veneno', ... que estaba todavía en pleno rodaje y se tuvo que suspender. Pese a ello, Atresplayer Premium optó por estrenar el pasado domingo el primer capítulo de esta producción sobre uno de los grandes iconos transexuales de nuestro país, la malograda Cristina Ortiz, 'La Veneno'. Desde entonces se habla sin parar de esta nueva serie de Javier Calvo y Javier Ambrossi, cuyo éxito ha salpicado de lleno a la malagueña Daniela Santiago que da vida a la protagonista en su etapa dorada. Bailarina y luchadora, la actriz revelación se presentó al casting y, pese a ser una desconocida, logró el papel para encarnar a una mujer a la que admira y con la que llegó a vivir.

Publicidad

–Su primer papel resulta ser el protagonista y con el reto de encarna a un mito como La Veneno.

–Un reto enorme y un orgullo porque ella fue a una de las pioneras transexuales que dieron la cara en público y dio visibilidad a lo que antes ni se conocía: nuestra vida.

–¿Ese fue el legado de Cristina?

–Fue mostrar fuerza y valentía y enseñarnos que no se le tiene que tener a miedo a lo que una siente y lo que una es. Nos mostró que te tiene que resbalar todo lo que la gente piense de ti, porque tienes que vivir tu vida y ser feliz. Gracias a ella y a Bibiana Fernández estamos ahora hablando de ello.

–Usted llegó a conocer a La Veneno cuando tenía 19 años.

–Tenía 17. Yo estaba por Chueca y me la presentaron. Me quedé muerta, porque conocer a La Veneno era conocer a una famosa. Yo era graciosa y recién salida de Málaga, así que le caí en gracia y me llevó a vivir con ella un mes, pero me tuvo de criada. Fue la novatada por vivir con una estrella.

–¿Cómo que la tuvo de criada?

–Ella era muy cómica y lo pasamos muy bien. Como no le pagaba nada, me dijo que tenía que cocinar, lavar los platos y aguantarle las depresiones. Aguanté un mesecito, porque dos divas no caben en una casa. Pero eso no quita que le tuviese mucho cariño.

Publicidad

–¿Su personaje es también un homenaje personal a La Veneno?

–Cristina podía ser muy deslenguada y soez, pero yo he tratado también de llevarla a la elegancia y ese es mi homenaje. Mi intención es que el espectador la vea como una heroína de su tiempo.

–Usted la encarna en su época dorada, en la que también fue carne para la audiencia. ¿Cristina fue una víctima?

–Claro. Tenía imagen de diabla, pero alma de santa. No tenía maldad, pese a que la vida la trató a golpes desde la cuna. Se crió sin cariño y pudo haber sido una hija de puta, pero aunque tenía esa imagen era una persona superinocente. La engañaron. No sabía de números, ni de audiencias y claro que se aprovecharon de ella. Era una imagen muy potente y solo había que verla en el 'Mississippi' para quedarnos pegados a la tele. Ella alardeaba de su fama, pero nunca fue rica ni recibió lo que le correspondía. Se aprovecharon de ella y allí empezó el declive al no saber administrar esa fama, a lo que se unió después la manera en que quisieron darle la vuelta para mostrarla como un juguete roto.

Publicidad

–¿El éxito de la serie le hace justicia al personaje?

–Sin duda. Estoy muy contenta de que la gente la haya recibido así. Desde el cielo tiene que estar muy feliz porque por fin se está contando su historia, la de una luchadora que no lo tuvo nada fácil y que salió adelante. Tuvo que vender su cuerpo, pero lo contaba y no le importaba lo que dijera la gente. Fue una pionera porque en España no hubo nadie como ella.

–Hablemos de usted. ¿Por qué se presentó al casting?

–Yo he trabajado en el mundo de la noche; he bailado en las mejores discotecas de Madrid, Barcelona e Ibiza; he sido modelo para Versace y Valentino y estuve a punto de desfilar en la Pasarela Gaudí, pero me pilló en una época loca y con mucho trabajo. Incluso entonces hice un casting, porque ser actriz siempre lo he llevado dentro.

Publicidad

–¿De qué película?

–Fue para 'Todo sobre mi madre' y me cogieron, aunque para una pequeña escena de prostituta, para variar. Pero me gusta recordarlo porque conocí a Almodóvar y a Penélope Cruz. Ahora ya estaba desconectada de ese mundo, viviendo en Málaga y trabajando de maquilladora, pero una amiga me contó que habían convocado el casting de 'Veneno'. Y me presenté.

–Le dieron el papel, pero tuvo que pasar tres meses de pruebas.

–Sí, fue una locura, pero quien dijo que fuera fácil cumplir un sueño. Verme ahora tan parecida físicamente a Cristina y haciendo el papel protagonista de La Veneno en su época dorada, significa haber logrado el sueño que tenía de niña de ser como ella. Me miro al espejo y me digo: «Lo has conseguido».

Publicidad

–¿Cómo ha sido su relación con Los Javis?

–Maravilloso. Es como trabajar con Zipi y Zape convertidos en directores de cine. Han conseguido ir sacando a la actriz que llevaba dentro y me han hecho sentir como una artista. Son dos seres de luz.

«Con Los Javis ha sido como trabajar con Zipi y Zape. Han logrado ir sacando a la actriz que llevaba dentro»

los directores, javier ambrossi y javier calvo

«Alardeaba de su fama, pero se aprovecharon de ella y allí empezó su declive»

la veneno y la televisión

–Toda la vida bailando y de pronto un papel protagonista. ¿Había dado clases de interpretación?

Noticia Patrocinada

–Estuve en una academia, pero duré poco. Lo que me ha permitido ser actriz es la vida que he llevado. Siempre he vivido a mi manera sin que me afecte lo que digan los demás. Las personas transexuales ya nacemos actrices.

–¿Le costó meterse en la piel del personaje?

–Qué mejor que una compañera de batallas para mostrar una realidad tan dura. A mí también me tocó vivir aquellos años, he llevado ese peso y lo podía contar.

Publicidad

–¿Su vida ha sido como la de La Veneno?

–Mi vida ha sido un sube y baja. Me he sabido mover por muchos sitios, he luchado y he conseguido lo que he querido, pero no ha sido tan negativa como la suya.

–¿Sigue encontrando reparo en la sociedad a la transexualidad?

–Yo soy transgénero porque llevo operada desde los 22 años. Un proceso que empecé a los 15 con el apoyo de mi madre que vio yo venía para niña. Soy una mujer para la sociedad, pero mi experiencia es que he tenido que pelear toda mi vida contracorriente. No he tenido una vida fácil, pero he contado con el apoyo de los míos y soy una privilegiada. No te voy a decir que no he pisado el fango, pero he salido de todas.

Publicidad

–¿A que se refiere con pisar el fango?

–Trabajé en la sala Bagdad y lo dejé, pero de eso prefiero no hablar.

–¿Esa es la razón por la que se volvió a Málaga?

–Mis ciudades son Madrid, Barcelona y Málaga y ahora es cuando estoy disfrutando de mi tierra. A ver cuando pase esta cuarentena y mi puedo dar un paseo por La Malagueta con mi perra. Cuando piso esa playa siento que es como volver a mi sitio.

–Me han contado que estudió en un colegio de monjas y no se han olvidado de usted.

-Ja, ja. Tres de aquel colegio éramos trans y nos hicimos el cambio de sexo. Mi amiga Maika, que era mayor, había comenzado con un tratamiento hormonal y le empezaban a salir las tetillas. Yo era un niño de 14 años y también quería eso, por lo que empecé a pincharme por mi cuenta. Cuando empezaron a salirme los pechos, las monjas se quedaron muertas porque ellas no podían ni imaginar lo que era un tratamiento hormonal. Total, que pensaron que estaba poseída por el demonio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad