El público pudo conocer ayer la exposición de Picasso que se está montado en el centro expositivo. colección museo ruso

Picasso invade el Museo Ruso de Málaga

El centro abre sus puertas por el Día Internacional de las pinacotecas y descubre el montaje de la colección Jan Lohn y las fotos de Gyenes para la exposición que se inaugura la semana que viene

Jueves, 19 de mayo 2022, 01:05

En la puerta se sigue anunciando 'Colección del Museo Ruso' y, al pasar por taquilla, te dan una entrada con la imagen corporativa de la ... pinacoteca inaugurada hace siete años. La influencia de la imperial San Petersburgo se sigue respirando cuando se sube a la primera planta y se atraviesa el hall donde se muestra la historia de Rusia y de su Museo Estatal, que nutría las exposiciones del centro de Tabacalera. Incluso, todavía no se ha retirado el panel que anunciaba la muestra estrella hasta hace unos días, 'Guerra y paz en el arte ruso', que inevitablemente nos recuerda que la historia se repite ahora obstinadamente con Ucrania. El Ruso se ha convertido en una de esas víctimas colaterales de la guerra y este miércoles le pilló la celebración del Día Internacional de los Museos con las puertas cerradas y a medio vestir. No obstante, la pinacoteca quiso sumarse al resto de centros expositivos de Málaga y abrió a las visitas guiadas el montaje de su nueva muestra, 'Incesante Picasso: Libertad y vida', que se inaugurará la semana que viene. Y aunque todo el preámbulo por las instalaciones sigue remitiendo a Rusía, la llegada a las salas ya mostraba ayer que el museo de Huelin tiene nuevo dueño con más de 400 obras. Toda una invasión picassiana.

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El olor a pintura de brocha gorda dominaba este miércoles en la pinacoteca en la que montadores, conservadores, operarios y técnicos eran mayoría frente a la presencia del reducido grupo de visitantes que había pedido hora para conocer cómo le queda al Museo Ruso el traje del autor del 'Guernica'. Escoltados por vigilantes de sala, los curiosos allí presentes nos enteramos que las obras que salieron la semana pasada de esas mismas salas ya están en el Museo Estatal de San Petersburgo, donde han llegado por carretera sanas y salvas. Pero a rey muerto, rey puesto. Y nada mejor que el emperador Picasso para digerir el mal trago de esta guerra que había dejado sin cuadros un centro que, a la vista está, quiere seguir siendo ruso, pero sobre todo quiere seguir siendo museo.

En la primera foto, los visitantes asisten a la colocación de unas piezas en la exposición. En la segunda , cajas en las se han transportado las obras al Museo Ruso y, en la última, un momento de la visita. Colección Museo Ruso

Como contó ayer a los visitantes la guía Ekaterina Yashina, las obras que ya medio cuelgan de las paredes -hay salas completamente montadas y otras con las piezas solo 'presentadas' en el suelo- proceden de las colección municipal y, más concretamente, de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, que desde su creación hace más de tres décadas ha ido reuniendo obra gráfica del artista malagueño, que se encuentra entre los fondos seriados más importantes del mundo. Y aunque buena parte de las obras se han ido exponiendo en las temporales de la propia institución de la plaza de la Merced, a la vista está que este conjunto artístico municipal jamás se habían exhibido en Málaga con la potencia, amplitud y espectacularidad que lo hará en el Museo Ruso con 'Incesante Picasso'.

Las mujeres de Picasso

Una de las salas que ya está instalada completamente es la primera, donde resaltan sobre las paredes de color rojo el blanco y negro de los retratos de las mujeres del pintor malagueño, entre las que se repiten los rasgos de Francois Gilot y Jacqueline Roque -su última pareja-, avanza la guía, mientras que por detrás del atento grupo de infiltrados pasa concentrado Mario Virgilio Montañés, comisario de esta gran exposición que tratará de hacer olvidar los desastres de la guerra en el propio Museo Ruso. Algunas obras están colgadas, pero cubiertas. «Están protegidas porque la iluminación no está todavía regulada, por lo que para evitar daños están tapadas», explica Ekaterina, que nos alumbra con una clase magistral sobre el límite de los 50 lux para las piezas en papel -la mayoría de las que componen esta exposición al ser obra gráfica-, la idoneidad de las lámparas led para las exhibiciones artísticas o el uso del luxómetro para medir la intensidad de los focos.

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La colección municipal de obra gráfica de Pablo Picasso jamás se habían exhibido en Málaga con la potencia, amplitud y espectacularidad que lo hará en el Museo Ruso

En la siguiente sala, todavía por colgar en su mayoría, vuelven a verse retratos, naturalezas muertas y otros temas picassianos que ya dejan claro que en el Museo Ruso se exhibirá buena parte de la colección Jan Lohn, formada por 223 litografías y que fueron adquiridas por la Fundación Picasso en 2004 por 2,9 millones de euros. El deseo y el erotismo también protagoniza otra de las salas con toda una serie que va de lo más figurativo a lo cubista, mientras que la salida del recorrido expositivo estará centrado en una de las obsesiones picassianas, los toros y la tauromaquía, que también tuvieron gran presencia en la obra gráfica del autor malagueño.

Este adelanto por el montaje de la exposición 'Incesante Picasso' también revela el uso de otra de las grandes colecciones de la Casa Natal, las fotografías originales de Juan Gyenes, que atrapó al pintor en varias épocas de su vida y cuyas imágenes se mezclan con los grabados dando contexto al proceso creativo del artista y a la propia vida del autor de 'Las señoritas de Avignon'. Entre las instantáneas seleccionadas no falta el retrato de Picasso con un mechero encendido en la mano que sirvió para anunciar la edición de 2009 del Festival de Málaga Cine en Español. Todavía por colgar también.

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«Aunque al visitar un museo todo se ve en su sitio, este recorrido por el montaje de la próxima exposición pretende dar a conocer que detrás de las exposiciones hay un gran trabajo», señala la maestra de ceremonias de este recorrido guiado, que también ha ilustrado como todas las obras tienen su punto central a una distancia media de 1,55 centímetros sobre el suelo. Para la despedida nos abren una de las cajas en las que han transportado las más de 400 obras que han tomado la pinacoteca. La madera exterior da paso a un interior recubierto de material hermético, mullido y con fijaciones para que las obras viajen con absoluta comodidad y seguridad. Y hasta aquí la visita,nos dicen, aunque antes de salir nos cuentan otra noticia y es que la semana que viene también reabrirá el bar-restaurante del Museo Ruso que había cerrado con la pandemia y del que no había noticias hasta ahora. Un detalle que da idea de la vocación de futuro de la pinacoteca más allá de la crisis actual y que Ekaterina Yashina resume con su despedida: «Seguiremos defendiendo los museos».

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