
Secciones
Servicios
Destacamos
'Idiota' fue su elección para abrir el acústico que ofreció en el Aula de Cultura de SUR. Tiene muchos temas en su repertorio, pero Mai Meneses, la voz de Nena Daconte, quiso empezar precisamente con ese. Se apagaron las luces de la sala y, solo con la guitarra de Chema Moreno, cantó «no ves qué fácil ha sido para mí perderlo todo en un momento», «qué perra la vida y esta soledad», «no soy una niña, no soy ese duende, no soy luchadora»... Después de conocer su historia, de escucharla de su propia boca, la frases de ese grito desesperado cobran otro sentido. La cantante y compositora emocionó al público en una sesión especial del Aula SUR en el cine Albéniz, con la colaboración de Cervezas Victoria, que presenció en vivo y en directo la resurrección de Nena Daconte: «En la vida también hay que aprender a ganar».
Mai Meneses es hoy una artista renovada, segura de sí misma y con menos miedos que aquella cría que inauguró las expulsiones de la segunda edición de 'Operación Triunfo' hace ya veinte años. Y lo demostró este jueves con un avance de lo que está por venir: la enérgica 'Detrás de cada luz', la canción con la que estrena etapa junto a la discográfica Subterfuge, el sello más potente de la música independiente. Pero hasta llegar aquí, Mai Meneses ha tenido que liberar muchos demonios en forma de terapia y también de libro, 'Tenía tanto que darte'. «Quería saber quién soy yo», necesitaba «salir del armario en el tema de la salud mental», reconoció en una sincera charla con los periodistas de SUR Alberto Gómez y Antonio Javier López.
En 'Tenía tanto que darte', la cantante pone en orden un pasado difuso en su mente por los excesos de drogas y alcohol y la ausencia absoluta de autoestima. Tras salir de la factoría de 'OT' como «la perdedora más famosa de España», la joven dio un inesperado giro de guión con el éxito de su proyecto personal, Nena Daconte, junto a su entonces pareja Kim Fanlo. Canciones como 'Tenía tanto que darte' y 'En qué estrella estará' se convirtieron en himnos mil veces tarareados en esos años 2000. Y sin embargo, en la primera versión de su autobiografía, la etapa de mayor proyección de toda su carrera ocupaba solo dos folios. «No tenía recuerdos, me costaba enfrentarme a esa época de mi vida. Todo era muy vago, todo había pasado en esos tres años de éxito tan rápido que casi no pasaron», admitió. Pero hizo memoria, «se comió el pudor» y se atrevió sacar fuera todo lo que había ocultado durante años.
En su trayectoria no hubo una evolución. Pasó de que le rechazaran las maquetas a ser una de las voces de moda del pop español. «Y lo digerí mal, era joven e inexperta. Estaba muy preparada para el fracaso, pero no para el éxito. En la vida hay que aprender también a ganar, a valorarse una misma y a decirse que se merece las cosas buenas que le pasan», reflexionó con la perspectiva del tiempo. Hoy ha entendido que en ese momento sufría el llamado síndrome de la impostora, «eso que es tan femenino y le pasa a muchas mujeres»: pese a ser la compositora y autora de las letras que todos cantaban, ella pensaba que el mérito era de los arreglos de su compañero de grupo.
Poco a poco, la mezcla de la «inseguridad» y un amor propio «por los suelos» le fueron empujando hasta «un pozo» difícil de salir. Y su equipo, admitió con valentía, no le ayudó. Por eso rompió con todo, con su pareja en la vida y en los escenarios, y se puso en manos de expertos para curarse. «Ahora estoy feliz, estoy tranquila, todos los miedos que tenía los he trabajado», se felicitó.
Y este es un aspecto crucial de su relato. Mai Meneses quiere ser un «referente» y un «espejo» para aquellos que a diario lidian con los monstruos de su cabeza. «Yo digo que lo que yo tengo es diabetes mental. Quiero desestigmatizar y quitarle el tabú al tema de la enfermedad mental», insistió la cantante ante una sala llena que la escuchaba en absoluto silencio. «Sois un público muy solemne», bromeó ella en un momento del acústico. «¡Guapa!», le gritaron entonces desde las butacas.
Era el momento de dar un paso al frente, de dejar de hablar del pasado para mostrar su nuevo presente. Porque incluso los temas más populares de su catálogo sonaban diferentes, con otros ritmos y también otra actitud. Sucedió con 'En qué estrella estará'. «Adoro mis canciones, no me canso de ellas, pero sí de tocarlas de la misma manera», advirtió. Con 'Tenía tanto que darte' cantada a coro con todo el Albéniz en pie, Mai Meneses despidió el acústico. Después vendría la firma de libros, el abrazo con la amiga malagueña que le pasaba los apuntes en la universidad y un «ratito» de paseo por la ciudad. Pero Nena Daconte tiene mucho más que dar: este viernes estará como cabeza de cartel en el Benalfest de Benalmádena.
Así fue el Aula de Cultura con Nena Daconte
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.