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«Nuestra vida ya es bastante poco rutinaria y ahora está siendo un poco locura», comparte entre risas Laura Insausti, compositora y vocalista de la banda malagueña Dry Martina. Casada con Jonathan Skjöldebrand, jugador de baloncesto internacional con la selección sueca que milita en las filas del Hapoel Eilat israelí, la «poco rutinaria» vida de Insausti dio también un vuelco con la declaración del estado de alarma. «Mi marido se vino enseguida, porque se cerraban las fronteras y no teníamos claro qué pasaba», recuerda Insausti.
Así, ahora la pareja comparte el confinamiento con su hija Daniela, que va a cumplir siete años, en la casa que tienen en los Montes de Málaga. «Tengo el estudio en casa, algo muy doméstico, pero intento aprovechar para componer. Estoy grabando cositas y tengo un proyecto con mi hija: un videoclip con grabaciones realizadas estos días y dibujos hechos por ella», comparte la cantante antes de añadir: «Menos mal que tengo mi vibráfono y puedo ponerme a componer».
Eso sí, la compositora malagueña admite que el panorama laboral se presenta sombrío. «Todo lo que teníamos se ha aplazado y creo que la situación se va a prolongar durante varios meses, así que tendremos que ajustarnos y apretarnos el cinturón», admite Insausti, que estaba a punto de lanzar junto a su banda un nuevo sencillo que, por el momento, también han dejado en cuarentena.
«Pese a todo, somos conscientes de que nosotros podemos llorar con un ojo. Vivimos en el campo, así que podemos despejarnos un poco sin romper el confinamiento. Además, el hecho de que esté aquí mi marido, cuando suele estar fuera, hace que podamos repartirnos las tareas y eso siempre ayuda», aclara la vocalista de la banda malagueña que cuenta en su discografía con títulos como 'Momento perfecto' (2012) y 'Ahora!' (2015), que recibieron los premios al mejor álbum de jazz y de músicas contemporáneas en los Premios de la Música Independiente (Premios MIN). Además, en el currículum del grupo figuran colaboraciones con músicos como El Kanka, Zenet y el israelí David Broza.
Ahora que toca parar, la cantante dedica las mañanas a hacer un poco de yoga y ayudar a su hija con las tareas escolares. «Además, tenemos la casa sin terminar, así que estamos aprovechando para dedicarnos a tareas de bricolaje. Ayer, por ejemplo, estuvimos pintando», sigue la vocalista de Dry Martina, que confiesa: «¡Al final nos faltan horas en el día!».
«Daniela pregunta a veces cuándo va a terminar esta situación. Intentamos centrarnos en el día a día, porque hacer planes a más largo plazo tampoco tiene mucho sentido», confiesa Insausti, que también atiende al lado favorable del confinamiento: «Creo que, en líneas generales, nos viene bien el parón a todos. En mi caso, estoy aprovechando para tomarme las cosas con más pausa».
Toda la pausa que permite, claro, una pequeña de casi siete años rodando por la casa. «Estamos todo el día recogiendo. Ahora, mientras hablo contigo, estamos montando una tienda de campaña en la cocina», ofrece la cantante. «Aquí no hay rutina. Es lo que intentamos hacer, pero no siempre sale», admite con buen ánimo la vocalista de la banda malagueña.
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