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Donovan Keith, durante una de sus actuaciones en el Pueblos Blancos Music Festival. Pablo Bernardo

Donovan Keith: El hombre que nunca deja de moverse pone a bailar a la Serranía

El estadounidense se gana el cariño y el respeto en Ronda, Montejaque, Grazalema y Villaluenga del Rosario durante el Pueblos Blancos Music Festival, que salda con rotundo éxito su quinta edición

Lunes, 1 de agosto 2022

Montañas que abrigan tranquilidad, calor que invita al insomnio, un crisol de culturas que sublima el ambiente y el crepitar de los altavoces que reproducen ... un sonido auténtico. Cuatro días que almacenan música para todo el año a ambos lados del Atlántico en esa unión ya imperecedera entre Texas y Andalucía en un entorno singular que invita a la nostalgia. El Pueblos Blancos Music Festival nació para ser diferente, como reza su lema, y este 2022 ha vuelto a cumplir su objetivo de derribar fronteras con la música como aliada y con la complicidad de la gente con los artistas que comparten sus experiencias encima y debajo del escenario, con Donovan Keith como sensación extraordinaria que ha cautivado a Ronda, Montejaque, Grazalema y Villaluenga del Rosario.

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El estadounidense simboliza el rotundo éxito de un festival único que reparte estilos entre los sesenta músicos procedentes de varias partes del mundo, aunque la mayoría procede de Austin, la capital mundial de la música en vivo. Desde allí llega un Donovan Keith que se define como el hombre que nunca deja de moverse, tal es su catarsis cuando micrófono en mano hace las delicias de un público entregado a su arte. Es lo que se denomina pasión, y lo que transmite este actor que en 2009 dejó la representación para cantar.

«Lo que yo hacía al principio era una 'performance' en el escenario hasta que me transformé en lo que soy, al comienzo era una actuación teatral hasta que desarrollé mi personalidad en el escenario y el que se ve ahora soy yo tal como soy, después de que empezara a escribir letras y estudiar música; además mi forma de bailar es como yo lo siento», afirma el texano en un reservado de Entre Ascuas, el restaurante que sirve de campo base a la organización del certamen, en la plaza de la Constitución de Montejaque donde se celebran los conciertos, y con la colaboración especial de Paula Camacho, que hace de traductora para la ocasión y de pareja de baile de Donovan cuando éste se baja del escenario para interactuar con la gente, «lo que más me atrae».

Una treintena de artistas posa el domingo por la noche tras la clausura del festival; Phil Plata, Josu Camacho y Juan de Castro, organizadores del Pueblos Blancos Music Festival, y Joe King Carrasco, con la guitarra en la cabeza en la plaza de Montejaque. Pablo Bernardo y J.M. Grimaldi

En las cuatro localidades donde ha actuado ha triunfado, haciendo bailar a toda la Serranía de Ronda, de ahí que no sea extraño que anhelara volver tras su estreno en 2019. «Estaba deseando que terminara la pandemia para regresar a Montejaque, me parece un lugar único -confiesa-. Aquí me siento muy bien, se valora mucho todo, no solo la música, es por cómo se vive, por cómo se disfruta de la vida. Todo empezó cuando conocí a Phil Plata -músico texano y uno de los tres socios del festival, junto a Josu Camacho y Juan De Castro- en un show en Austin y me propuso venir a España. Era 2019 y yo tenía una fundación para recaudar dinero para los músicos que tocan en directo y a través de ella pude permitirme venir al festival». Y es que una de las particularidades del Pueblos Blancos Music Festival es que los artistas se pagan los viajes de procedencia, ya sea de Estados Unidos, Finlandia, Barcelona o el Puerto de Santa María.

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Donovan Keith se deshace en elogios hacia el público de este festival: «Siento esa conexión con el público, es algo espiritual venir a tocar aquí, y aunque no puedo comunicarme con la gente por el idioma es algo que me llega muy dentro, me lo transmite. En Estados Unidos la relación con los músicos es diferente, aquí noto que la gente simplemente disfruta con la música y eso es lo que me gusta».

Donovan Keith: «Estaba deseando que terminara la pandemia para regresar. Aquí me siento muy bien, se valora mucho todo, no solo la música, es por cómo se vive, por cómo se disfruta de la vida«

A sus 36 años, los últimos quince dedicados a la música, pese a no haber tocado nunca un instrumento ni haber leído jamás música hasta entonces, tiene claro «que al lenguaje universal de la música se le une también el del baile, yo soy un apasionado del swing , del lenguaje corporal. Aprendí un poco de piano, de batería y mejoré el aspecto vocal, pero siempre a mi alrededor estaba la música porque me crié con lo que escuchaban mis padres, el rock and roll de los 50. Ese bagaje y esa experiencia teatral fueron importantes para dar el salto a la música. Sí, es verdad, tenía lo más importante, mi voz y la conexión con el público», y es que para Ketih, «hay muy buenos músicos, pero se muestran tímidos en el escenario, mientras yo me fijo mucho en el público y quiero darles lo que ellos demandan. Capto perfectamente el estado anímico del público y eso es clave para ofrecerles lo que quieren. Siempre quiero darles lo que necesitan».

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Músicos posan en el Tajo de Ronda; Paula Camacho, con una camiseta conmemorativa, y Donovan Keith posa en Montejaque. Pablo Bernardo y J. M. Grimaldi

Donovan Keith tuvo el reconocimiento de los críticos de su país, y la revista 'Performer' dijo de él: «Además de exhibir un rango vocal impresionante y un sonido empapado de blues, Keith puede cautivar al público con su entusiasmo desenfrenado y sus movimientos de baile». Y es que el estilo vintage del estadounidense combina soul, funk y rock y se mezcla bien con una gran variedad de géneros musicales. Donovan Keith, que la semana anterior actuó en Madrid y Estepona, vuelve este martes día 2 de agosto a la sala Louie Louie de la ciudad costasoleña, «ya que me pidieron que si podía volver y les dije que sí, por supuesto (entre risas afirma ruborizado que allí donde ha actuado le han pedido repetir), y el sábado 6 actuaré en Chinchón (Madrid), y luego recorreré España durante dos semanas para descansar de la gira que empezó el 16 junio en Texas, y me llevó a Nueva Orleans, Phoenix y California».

El hombre que nunca deja de moverse también necesita parar, para reflexionar y tomar impulso en una carrera con la que ha dejado huella en la Serranía, que ha refrendado con una gran asistencia la iniciativa de este evento singular. Nacido en septiembre de 2016 como un encuentro de músicos aficionados y artistas únicos en sus características en conciertos gratuitos, el Pueblos Blancos Music Festival aúna la música americana de raíces (su razón de ser por su relación con Austin), rock, country, jazz, blues, funk y R&B y en esta quinta edición ha tenido a Joe King Carrasco como artista más destacado, y con la colaboración de los Ayuntamientos de Ronda, Montejaque, Grazalema y Villaluenga del Rosario, además de la Diputación Provincial. La búsqueda de un patrocinador se antoja vital para su continuidad en 2023.

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