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MIGUEL LORENCI
Miércoles, 11 de abril 2018, 00:01
Madrid. «Sí la poesía reside en el misterio, aquí hay mucho misterio». Lo dice Aurora Egido, coetánea de Pere Gimferrer (Barcelona, 1945), excepcional conocedora de la poética del académico, narrador, ensayista, crítico y gran poeta catalán. Epiloga Egido 'Las llamas', una gavilla de versos «concentrados» que la Fundación José Manuel Lara incluye en su colección Vandalia. Con este poemario cierra Gimferrer un arco de más de medio siglo de fulgor poético abierto en 1966 con 'Arde el mar'.
El amor y su «hermana» la muerte, el paso del tiempo en una pirueta poética que elude la vejez saltando de la juventud al final de la vida, son los mimbres con los que se arman los versos «de un maestro en plenitud», según su editor, Nacho Garmendia. «Una síntesis de todas las llamas que arden en su poesía», según Egido.
«No hay más edades que la juventud y la muerte, que es una vejez asimilada», advierte su autor, que no quiso extender un libro «condensado y concentrado» más allá de los 22 poemas «esenciales» que lo conforman. «Podría tener quizá dos centenares, pero no quería pedirle más al lector y no habría dicho mucho más», advierte Gimferrer. Suma con este ocho poemarios en castellano y deja, de momento, arrumbado el catalán, que no usa como lengua poética desde 2104.
Define como «esencial» su salto poético de la juventud a la muerte sobrevolando la vejez. Lo afronta en un libro concebido «en parte como un collage» y que es «el final de un trayecto que pretende no serlo», según Egido, también académica y secretaria de la RAE, que destaca en la poesía de Gimferrer «la transformadora metáfora verbal» y «la creación de imágenes nuevas, tan difíciles de conseguir».
Sus versos surgen de «una radical voluntad innovadora, presente en su poesía desde los inicios» y de «una profunda familiaridad con la tradición poética española y universal», a la que se enfrenta en versos «quintaesenciados, densos, flameantes, llenos de imágenes poderosas, guiños en múltiples direcciones» y con «su característica audacia verbal», sostiene Egido.
«El amor es lo que nos hace perdurables más allá del tiempo», plantea Gimferrer. «En ese sentido la oposición amor/muerte está muy presente, es una oposición que, si bien tiene sus orígenes en la cultura clásica -Eros y Tanatos- viene principalmente de Leopardi y sus poema 'Amore e morte', donde el poeta italiano subraya que el amor y la muerte son hermanos», precisa el poeta.
«El funcionamiento de las palabras en la poesía supone un uso no utilitario del lenguaje. La intensidad de cada verso es lo primero que ha de pedirse a un poema, como vemos en Góngora y Dante, ambos presentes en el libro pero no reconocibles» dice Gimferrer de esta densa y breve aventura poética «cuya esencialización no podía sostenerse por mucho tiempo». Garcilaso, Calderón de la Barca o García Lorca son otras referencias ocultas, como las alusiones a películas, pinturas y piezas musicales. Habla también de la vida como puesta en escena y representación teatral, influido por la relectura de Shakespeare y los clásicos griegos.
«No es un libro erudito aunque hay erudición», admite Gimferrer. Aclara que «trata, sobre todo, de la propia poesía». «De ver dónde la evolución del tiempo lleva a la poesía, que, a su vez, trata del funcionamiento de las palabras fuera de su uso utilitario, y en eso la poesía es tan abstracta como la pintura y la música», asegura Gimferrer. No aspira a que los lectores le entiendan, y sí a que sus poemas gusten y se capten como «sensorialidades» e «imágenes yuxtapuestas».
Elude deliberadamente la actualidad y se justifica en que la temática de 'Las llamas' «no me permitía hablar de acontecimientos actuales». «Por lo que se refiere a la actualidad política, los poemas fueron escritos anteriormente a todo lo que pasó hace algunos meses», se justifica. Fechados entre noviembre de 2016 y marzo de 2017, los 22 poemas de 'Las llamas' ven la luz en vísperas de la entrega al poeta y académico del Premio de Poesía Federico García Lorca.
Ocupa Gimferrer desde hace décadas un lugar preferente en la cultura y la literatura españolas. El veterano y respetado académico, narrador, crítico, ensayista, traductor, editor y sobre todo poeta, inició su exigente aventura lírica en 1966 con 'Arde el mar' y 'La muerte en Beberly Hills' (1968). Desde entonces no ha dejado de dar pruebas de su altura poética en castellano, catalán e italiano con títulos como 'Amor en vilo' (2006), 'Tornado' (2008), 'Rapsodia' (2011) y 'Alma Venus' (2013). También ha escrito poemas en francés que se niega a mostrar.
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