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Resulta casi imposible resistir a la tentación de emplear la imagen del Ave Fénix para referirse a Proteo. Porque apenas un mes después del incendio que asoló su histórica sede en la esquina entre Álamos y Puerta de Buenaventura, la mítica librería malagueña abrirá de nuevo sus puertas este jueves a partir de las 10.00 horas en un local alquilado en la acera de enfrente, donde hasta hace poco había una cafetería.
Lo anuncia el director de Proteo, Jesús Otaola, ilusionado con la nueva etapa que abre esta librería inaugurada en 1969 y que durante este medio siglo se ha convertido en un agente indispensable para entender la evolución de la cultura malagueña.
La sede provisional de Proteo devuelve a la librería el contacto con su fiel clientela. De hecho, ese espacio físico transitorio fue desde los compases posteriores al incendio una de las grandes prioridades para los gestores del establecimiento cultural. Así, Proteo levantará de nuevo la persiana este jueves mientras se acometen los trabajos de recuperación de su edificio.
La sede temporal de la librería es un local en alquiler en cuyo arrendamiento Proteo cuenta con la ayuda del Ayuntamiento de la capital, como recuerda el propio Otaola y como ha explicado en varias ocasiones el alcalde Francisco de la Torre. Esa cobertura institucional a Proteo fue de hecho una de las principales reclamaciones que el sector del libro en Málaga planteó en el Aula de Cultura de SUR organizada en el centro cultural La Malagueta el pasado 14 de mayo, apenas una semana después del incendio que afectó al edificio de Proteo y que dejó inservible su fondo con casi 100.00 volúmenes.
El fuego se declaraba en la noche del 6 de mayo y la rápida actuación de los Bomberos hizo posible que los daños quedasen limitados al fondo bibliográfico de la librería. «Ha sido un milagro que la estructura del edificio, que es de madera, no se haya visto afectada«, compartía entonces Otaola, todavía sacudido por la impresión del suceso.
Casi de inmediato, en las redes sociales surgió una ola de solidaridad con Proteo que animaba a los usuarios a realizar pedidos a través de la página web de la librería malagueña. En Proteo habían encontrado también la complicidad de otros agentes del sector y los primeros pedidos 'on line' empezaron a salir apenas tres días después del siniestro.
Pero los libreros admitían que ese caudal digital apenas llega para mantener la actividad de una librería que da trabajo a una decena de empleados. Ahora, Proteo vuelve a ponerse tras el mostrador.
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