Cipriano Pitana

Un nuevo aniversario de la muerte del cantaor cartameño Cipriano Díaz Ramírez se cumple hoy 15 de octubre. Nacido en la segunda mitad del siglo XIX, probablemente en 1866, Cipriano Pitana, nombre por el que era conocido artísticamente, formó parte de un elevado número de artistas malagueños que sin llegar al estrellato, fueron importantes y necesarios para el desarrollo y expansión de nuestros cantes. Tras pasar la infancia en su localidad natal, fue cosario entre Cártama y Málaga, utilizando para el trabajo un carro de bolsa, propio de la época, en el que transportaba la mercancía que le encargaban sus paisanos.

Cipriano contrajo matrimonio siendo bastante joven con su paisana Ana Martín Navarro, de cuyo matrimonio nacieron once hijos. Buen aficionado al flamenco, trabajó como cantaor en los primeros decenios del siglo XX en el Café de Chinitas, siendo por entonces un buen conocedor y ejecutante de serranas, cante muy practicado en la comarca del Guadalhorce, así como de polos, granainas y fandangos abandolaos; pero donde más a gustó se encontró siempre Pitana fue en la malagueña.

Tanta importancia le dio Cipriano Pitana a este cante, que llegó a recrear un estilo propio basándose en la malagueña de de Luisa la Chirrina, cantaora del barrio de la Victoria, buena aficionada y según las crónicas, sobrada de guapa. La malagueña de Pitana dice así: «Para más martirio darme/ me nombra a quien más quería/ y te juro por mi vía/ que has de venir a buscarme/ a toas las horas del día». Esta malagueña nos la dejó grabada el cantaor Antonio de Canillas en su amplia discografía, como malagueña de Pitana.

En el primer cuarto del siglo XX, como ya hemos comentado, Cipriano Pitana trabajó en el Café de Chinitas y otros establecimientos flamencos de la capital, con Juan Breva, el coineño Frasquito Jiménez, La Niña de los Peines y otros cantaores de la época. Enseñó a cantar, o al menos a tararear un poco los cantes a su paisano Pepe González Marín, el gran rapsoda cartameño que en muchas ocasiones intercalaba trozos de cantes en sus recitados. Cipriano Pitana o Cipriano Díaz Ramírez falleció en su ciudad natal, como ya hemos comentado, el 15 de octubre de 1941, contando 75 años de edad.