Bad Bunny y la sublimación del reguetón
Ha sacado por sorpresa su segundo disco en solitario, 'YHLQMDLG' que, para los que no sean expertos en abreviaturas qwerty, significa 'yo hago lo que me da la gana'
Hace unos meses, al cantante de una de las bandas más respetadas del 'indie' nacional le dije que al día siguiente iría a Starlite a cubrir para este periódico el concierto de Maluma. Hasta entonces anunciaba este hecho con un poco de pudor y preparado para cualquier tipo de reacción; desde los que me respondían movidos por connotaciones horrorizadas hasta los que clamaban con un instantáneo 'qué guay' que tampoco resultaba conmovedor. Uno siempre podía escudarse en la obligación profesional de realizar la cobertura de un concierto de música latina y pasar por alto la circunstancia de que cubrir a Maluma me lo había pedido yo. El caso es que este músico me respondió con envidia, diciendo algo así como que era un buen momento para el reguetón porque estaba pasando de lo urbano a lo 'mainstream' como en una invasión. Unas semanas después, dos artistas de orígenes latinos, una nacida en el Bronx y otra en Colombia, protagonizaron el intermedio Superbolw: uno de los acontecimientos más decisivos de la corriente más masiva de la música. Allí apareció en escena para cantar una canción Bud Bunny, artista de Puerto Rico, que fue uno de los pocos que cantó en español y que ahora acaba de lanzar un LP que supone la consagración de todo un estilo de música y un ejemplo de cómo emprender la subida hacia la cima sin perder de vista las raíces que te hacen grande.
Bud Bunny ha sacado por sorpresa su segundo disco en solitario, 'YHLQMDLG' que, para los que no sean expertos en abreviaturas qwerty, significa 'yo hago lo que me da la gana'. Lo primero que sorprende del artista de reguetón más interesante de la actualidad (desde luego, más que Daddy Yankee o J Balvin) es la propia reivindicación del formato largo en un territorio dominado por el single. Es la declaración de una obra magna, de veinte pistas, que sitúa las más conocidas en la mitad y que, sobre todo en su segunda parte, exprime el eclecticismo y ofrece una producción electrónica resuelta con nitidez. 'YHLQMDLG' es un disco de música electrónica fabricado con las herramientas de la música urbana y, por lo tanto, popular. El reguetón, igual que el flamenco, es un canto que emerge de las profundidades de lo urbano, es sonido generado en un espacio recóndito entre lo lumpen y lo 'underground'. El machismo se disuelve en la contundencia de temas como el de 'Yo perreo sola' cantada a medias con Nesi. Es en las colaboraciones donde este disco se crece. Respecto a las letras, no voy a compararle con Bob Dylan, pero sí reconozco que el puertorriqueño es la voz de una generación, dicho sea con el ánimo de incluir ahí no ya a los de un grupo de edad determinada ni a la gente que vive en los arrabales, sino a los de un pensamiento más o menos 'millenial', a los que entienden el reguetón como una expresión artística latina que hemos vilipendiado poco a poco como música mala. A veces hay que mandar a la mierda aquello que se entiende como 'buen gusto'. Todo el rechazo automático hasta este tipo de música será una reacción evidente de que nos estamos haciendo mayores hasta que un disco de Bud Bunny nos indica que no.
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