Amparo Heredia 'La Repompilla': «Rosalía no tiene las facultades para cantar flamenco»
La cantaora malagueña, hija de Rafaela Reyes Porras 'La Repompa' y del guitarrista Luis Heredia, cree que en el flamenco siempre vuelve al origen, aunque evolucione y se fusione
Amparo Heredia Reyes, más conocida como 'La Repompilla', hace honor al nombre artístico de su madre, 'La Repompa'. Esta hija de una importante saga flamenca ... ha vivido cantando sobre tablaos. Nació en 1970 en EEUU, pero es malagueña. Aquí la criaron sus abuelos paternos mientras sus padres llevaban el cante y la guitarra por el mundo. En plena adolescencia se instaló con ellos en Miami porque el trabajo «estaba chungo» en Málaga y allí, dice, la trataban «como una diosa». Consiguió hacerse un hueco, pero «a los veintipico» regresó a su tierra. Hace algo más de una década se mudó a Granada a propuesta del bailaor Juan Andrés Maya que estaba buscando cantaora para La Cueva del Sacromonte.
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–¿Mucho trabajo este verano?
–Lo tengo bastante bien, estoy por Andalucía. En junio actué en Getafe (Madrid) y en Manlleu (Barcelona). Ahora, sobre todo, Málaga. Y a principios de septiembre me voy a EEUU.
–¿De vacaciones?
–Qué va, a seguir cantando.
–¿No descansa entonces?
–Este verano me voy a coger tres días. Me voy a una casa rural con toda la familia. Nos vamos a llevar a mi padre [el guitarrista Luis Heredia] que cayó enfermo el año pasado y así también él pasa un rato con los nietos, con los hijos…
–No pisa la playa este año... ¿Suele visitar más las de Málaga o las de Granada?
–Prefiero Málaga. La costa de Granada no me gusta, lo siento, tiene muchos chinos.
–Yo lo que veo es poco 'topless' en Málaga ¿Ústed hace?
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–No, no, yo no (Risas). Nunca se me ha ocurrido. A mí me da mucha vergüenza, aunque la gente que lo hace dice que se siente súper bien, como liberada. Bueno, que cada una haga lo que quiera, yo es que no lo hice de joven y ahora ya…
–¿Y cuál es ese sitio de Málaga que siempre que viene quiere visitar?
–Me gusta pasear por el centro y me encanta ir a Casa Aranda. Siempre que voy a Málaga voy a comerme unos churros, que me sientan mal, por cierto, pero me los tengo que comer. Y el café. Desde que vine a Granada no sé lo que es merendar un café en la calle, no me gusta cómo lo hacen. Y llego a Málaga y es que el olor me lleva. También me gusta llegarme a la Peña Juan Breva y saludar a las amistades. Pero la verdad suelo ir con poco tiempo, siempre para trabajar y con prisa. Voy a ver si me puedo pillar unos días para ir entre bolo y bolo.
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–¿Hay buenos tablaos en Málaga?
Ahora mismo hay dos que son muy buenos: el Gallo Ronco y el Alegría. Hacen programaciones semanales y están funcionando muy bien y le están dando trabajito a mucha gente.
«El mundo del flamenco fue machista, pero hoy en día yo creo que no»
–¿Y cómo están las cosas después de la pandemia?
–Ahora están animaítas. Parece que la gente tiene ganas de salir y de ver flamenco después de dos años de parón. Se está apostando por hacer festivales y ciclos de flamenco.
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–El flamenco sigue vivo.
–El flamenco no puede morir. Es realmente lo que identifica a España en el resto de países.
–¿Pero se está transformando?
–Sí, aunque por mucho que evolucione, que se fusione, al final siempre tiene que volver al origen.
–¿Se considera purista?
–No, a mí me gusta todo tipo de fusión pero creo que en el flamenco no hay nada que descubrir, está todo ahí. Lo que es el flamenco. Después está lo que a cada uno le pueda llenar.
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–¿Qué opina de Rosalía?
–Es conocedora del flamenco y eso me consta porque yo he coincidido con ella. Pero, en mi opinión, no tiene las facultades para cantar flamenco.
–¿Cuáles son esas facultades?
–Pues, por ejemplo, la voz no le acompaña para nada. No tiene una voz racial que la escuches y te entre bien por el oído. Sin embargo, haciendo las cositas que ella hace pues le ha quedado muy bien.
–¿Considera que lo que canta es flamenquito?
–No lo sé, lo que ha sacado Rosalía yo no sé ni definirlo. Yo coincidí con ella en una ocasión y recuerdo que me dijo: «¡Ay! no me digas que tú eres sobrina de 'La Repompa de Málaga' [la histórica Enriqueta Reyes, que fue la primera en utilizar el sobrenombre artístico de 'La Repompa' y que murió tempranamente]». Ella como conocedora que es me dijo que le encantaba. Tendría unos 17 o 18 años, se le veía una niña humilde. Y claro, cuando sacó los tangos del Yali Yali me hizo gracia porque sé que a ella le gusta y trata de coger lo que le gusta y llevarlo al terreno donde puede romper, porque ella cantando flamenco no... De hecho, se ha presentado a un montón de concursos, lo ha intentado, pero es que no, no le da. Y mira que conoce.
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–¿Fue un honor para su familia que los cantara?
–Yo opino que sí. Recuerdo una entrevista que me hicieron y dije que no sabía si darle las gracias porque a 'La Repompa de Málaga' se la conoce mundialmente pero es que ella la ha dado a conocer más todavía con los 'Tangos de La Repompa' que grabó y fusionó a su manera. Ha habido gente que ha dicho: «¡Cómo ha podido destrozar los tangos así!». Y yo digo que en el fondo le tengo que dar las gracias porque se conocen todavía más por ella.
–¿Es machista el mundo del flamenco?
–Creo que fue, tuvo su momento en el que fue. Hoy en día yo creo que no.
–¿Cuál es el mejor momento que le ha dado la profesión?
–Tengo muchos, tanto en España como en EEUU. De compartir con compañeros, de conocer a tanta gente. Uno de los que más grabado se me ha quedado es la semana que estuve con Lola Flores en Miami. Estaba allí por el homenaje que le dieron y donde se reunieron artistas como Rafael, Rocío Jurado o El Puma. Estuvo toda su familia. Y ella todas las noches se venía al tablao con nosotros a disfrutar, yo creo que fue la mejor semana que me he pasado en mi vida.
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