Una obra dirigida por la voluntad del público
El Contenedor acoge mañana 'Deus ex machina', una performance sobre el azar, el destino y la libertad
CLAUDIA SAN MARTÍN
Martes, 5 de febrero 2019, 00:37
Preguntarnos qué sería ahora de nosotros si hubiéramos tomado decisiones diferentes en momentos cruciales de nuestra vida es tan inherente al ser humano como necesario. Una buena o mala elección modifica el rumbo de los acontecimientos. Y éste, dentro de un juego de azar y destino con influencias platónicas, es el sentido de 'Deus ex machina', la obra de la madrileña Nuria Onetti que se puso en marcha en su cabeza hace más años de los que puede recordar. Este juego azaroso verá la luz mañana, día 6 de febrero, por primera vez en Málaga en el Contenedor Cultural a las 20.00 horas, y aunque no es la primera vez que Onetti, acompañada de Lidia Fernández en escena, la interpreta, en cada lugar al que acuden la obra adquiere un sentido completamente distinto. «Hay una serie de objetos que siempre llevamos, el atrezzo, pero el resto adaptamos la performance con lo que haya allí en el espacio. La improvisación es casi al 100%», afirma Onetti.
La obra es juego de destino y azar en la que el público elige hacia dónde se dirige la protagonista
Pero, ¿por qué el rumbo de la obra depende únicamente del azar? Las elecciones que se irán tomando durante la hora de espectáculo son fruto únicamente de la deliberación de los asistentes, que verán finalmente cuál es la repercusión que tienen sus elecciones. «Es una obra reflexiva, que trata del libre albedrío, de ver la capacidad de elección que tenemos en nuestras vidas y cuánta importancia tiene lo elegido», afirma Onetti lanzando la pregunta con la que suele empezar 'Deus ex machina': ¿Cuánta libertad tenemos realmente? Durante aproximadamente 35 minutos, la actriz protagonista llevará los ojos vendados, como «si fuera la gallinita ciega», siendo Fernández cómplice con el público y llevándola por el escenario según las decisiones que tome la audiencia.
'Deus ex machina' lleva rodando varios meses, y se ha representado en varias ocasiones en Madrid y en París, en el Théâtre de Menilmontant, poniendo sus miras en varias ciudades de España como Barcelona o Murcia.
Reflexión
Aunque la obra tiene más improvisación y azar que guion, las conclusiones nunca cambian: son una reflexión sobre el grado de libertad de decisión que tiene el ser humano. En este sentido, y relacionando la libertad con las nuevas tecnologías, Onetti afirma que si estas últimas están ahora adquiriendo una velocidad de vértigo, en un futuro irán aún más rápido. «El peligro realmente es que hay un momento en el que creemos que estar en redes sociales es vivir, pero la vida real no es eso. Es el contacto directo con las personas», comenta la actriz. El azar, mezclado con la rapidez tecnológica y el nivel de decisión del ser humano, son las bases de esta obra que promete sorprender , y mucho.
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