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Antonio Bandera, con el sistema de detección de ojos. Noelia plaza cantero
El iris como elemento de identificación

El iris como elemento de identificación

Ingenieros de la Universidad de Málaga diseñan una tecnología no invasiva para sustituir la huella dactilar por el ojo humano

NOELIA PLAZA CANTERO

Martes, 24 de mayo 2022, 00:02

El iris es un mapa totalmemente distinto uno de otro. Solemos ver colores, pero realmente se trabaja en niveles de gris. Un iris es como el relieve de una superficie y, aunque se encuentren similitudes entre dos mapas, si se miran al detalle y se superponen uno encima del otro, se ve como las montañas y valles no coinciden nunca. «Cada ojo es un mundo», expresó el profesor titular en la UMA e investigador del sistema de detección de ojos, Antonio Bandera, que entró como profesor en la Universidad de Málaga en 1997 con una beca FPI y desde el principio ha trabajado con temas de procesado de imagen y visión artificial.

De la mano de ello, se introdujo más adelante en la robótica social y todo lo que se refiere al tema del sistema de detección de ojos. Bandera, junto a otros investigadores del grupo de 'Ingeniería de Sistemas Integrados' de la Facultad de Telecomunicaciones, ha diseñado un novedoso sistema de detección de ojos que permite capturar imágenes nítidas del iris a dos metros de distancia en movimiento. «Hay empresas que trabajan en este tema, pero es verdad que no hay muchas», comentó Bandera. La apuesta de SHS Consultores en Sevilla, empresa con la que han trabajado en este proyecto, apostó por ello hace 12 años y se trata de una apuesta «que perdura en el tiempo» y que en ese sentido es «muy loable, porque es una apuesta dura, una tecnología que no es fácil porque no ves que haya muchas empresas que se deciquen a esto», explicó. La principal ventaja de este producto es que permite pasar por delante al sujeto identificado sin necesidad de detenerse. «La tecnología existe, pero las expectativas que se crean y la aplicación hará que se apueste por el patrón del iris como elemento de identificación».

Este proyecto implica un paso importante en el desarollo de las tecnologías de identificación biométricas no invasivas por reconocimiento de iris, ya que, en comparación con antiguos prototipos, han conseguido sumar una mayor capacidad de procesamiento y restar en consumo de energía. Además, también han reducido el peso y el tamaño físico del sistema, que ahora cuenta con una única cámara inteligente y un sensor capaz de detectar los ojos.

Comienzos

El proyecto comenzó hace 12 años con una empresa de Sevilla, SHS Consultores, que acudió a la Universidad de Málaga con la intención de crear un sistema para capturar imágenes de ojos de personas en movimiento a unos dos metros de distancia de la cámara. Además, con mucha resolución, «porque ellos van buscando un sistema por reconociemiento de iris y eso supone tener unos 200 píxeles de diámetro en el ojo», explicó el investigador. Cuando la propuesta se puso sobre la mesa había alguna empresa inglesa o estadounidense que tenía sistemas parecidos, pero «yo entonces lo vi una cosa muy difícil de llevar a la práctica». Finalmente montaron un prototipo con cámaras independientes de la unidad de procesamiento, lo que hizo que se tratase de sistemas con mucho peso «porque había cuatro cámaras y cuatro ordenadores, lo que te obligaba a pasar por un pasillo relativamente estrecho y a una velocidad de un metro por segundo, lo que sería un paso lento, pero bueno, funcionaba», declaró.

Función del sistema

La idea de la creación de este sistema es el reconocimiento por iris. Se entiende por el iris a un carné de identidad. «Cada uno de nosotros tiene un iris único, entonces es un sistema de identificación que se está empezando a usar, por ejemplo, en salud o en controles de frontera, pero principalmente tendrá su lectura en el tema de la salud», comentó Bandera. «El tema de que la identificación por iris se haga realidad está cada vez más cerca. Nuestro sistema permite identificarte en movimiento para trabajar de manera poco invasiva».

Existen algoritmos de procesado de imágenes que permiten pasar las imágenes al ordenador y eso ahora es un problema trivial, pero cuando este grupo de investigadores comenzó con el proyecto era algo «bastante difícil». El reconocimiento de matrículas era entonces algo súper novedoso y «ahora resulta que entras a cualquier parking y te leen la matrícula», comentó. Cuando comenzaron era un reto, pero «ha pasado tanto tiempo que digamos que la detección de ojos ya es algo trivial, hay algoritmos en internet que te dan el código fuente y puedes decargarlo para probarlo, que te van a funcionar».

«Nuestro sistema permite identificarte en movimiento para trabajar de manera poco invasiva»

El principal problema al que se enfrentaron era a la velocidad. «Queríamos ser rápidos porque yo no te puedo parar y hacerte andar a cámara lenta», explicó. Este problema se ha solucionado gracias a las personas que han trabajado en el proyecto, Antonio Sánchez, Camilo Ruiz, Juan Antonio Rodríguez, etc. «Sánchez Pedraza hizo un trabajo impresionante con la idea de conseguir darle la vuelta a los algoritmos que ya existían e implementarlos de manera que fuese mucho más rápido».

Finalmente, eso es lo que se ha propuesto en el artículo, un algoritmo que es capaz de procesar muy rápido esas imágenes aplicando la detección del ojo. «Con las últimas pruebas de Camilo Ruiz vimos que era capaz de detectar y procesar 88 frames por segundo. De hecho, es capaz de procesar hasta 720, pero en la etapa posterior de posprocesado se ralentiza. Si conseguimos que el posprocesado sea más rápido podremos conseguir una imagen perfectamente nítida del iris en apenas un segundo», explicó Antonio Bandera.

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