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Alumnos en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Cristina Jiménez

Futuros inciertos, caminos difíciles y sueños por cumplir

Actualidad ·

Médicos, abogados, publicistas o profesores terminan cada año sus formaciones y se enfrentan a una de las decisiones más importantes de sus vidas

Cristina Jiménez

Málaga

Martes, 9 de enero 2024, 09:25

Y ¿ahora qué hago? Esta es una pregunta que la gran mayoría de universitarios se repite a lo largo de todo su último año de carrera. Pensar en el futuro para muchos es algo prácticamente inevitable y, sobre todo, si está en juego un futuro profesional. Es cierto que se abre un amplio abanico de posibilidades que pueden responder a la pregunta de: ¿qué hago ahora? Para muchos no es tan fácil decantarse por una opción, ya que se están enfrentando a una de las decisiones más importantes de sus vidas.

Algunos deciden seguir con una formación específica o probar con otra carrera universitaria, otros consiguen empezar en un trabajo o tomar la rama de la investigación y hay aventureros que vuelan fuera de Málaga para probar nuevas experiencias. Lo que sí tienen claro es que la situación es complicada, hay gente con más o menos suerte, pero todos quieren cumplir sus sueños y convertirse en profesionales.

Profesores, fisios, ingenieros, comunicadores o publicistas finalizan sus formaciones cada año, bajo la manga tienen sus títulos que confirman que han terminado, en sus cabezas hay ganas de comerse el mundo. La decepción llega en los últimos meses del curso, e insisten en que salen al mundo laboral sin saber realmente cómo hacer las cosas. Sin embargo, hay otros que acaban motivados y contentos con su formación académica, en su cabeza solo está la idea de comerse el mundo. Sin duda hay muchas tendencias, opiniones y aspiraciones, todas ellas en las historias de ochos alumnos que han terminado sus carreras universitarias recientemente.

Pedro López ha terminado la carrera de Educación Primaria, él durante los últimos compases del curso decidió tomar el camino de la formación y explica que «es necesario para poder conseguir puntos de cara a las oposiciones». Él tiene claro que en un futuro quiere estar dando clases, pero admite que la situación es complicada, pues «los que terminamos educación no solemos encontrar trabajo de primera».

Muchas de sus compañeras han tomado otros rumbos, bien porque no han conseguido plaza en el máster o porque «ven la realidad y deciden estudiar otra cosa», explica López. Siempre es triste abandonar tus sueños y aspiraciones, en especial porque «estudias durante cuatro años para que en muchos casos, al final, no trabajes de lo tuyo», concluye.

Cruda realidad

Antonio Peña ha estudiado Sistemas Electrónicos y admite que «el último año de carrera ha sido más tranquilo, en comparación con los anteriores». Una de las cosas con las que más cómodo ha estado es con el número de alumnos que había en su clase, en otras carreras como mínimo hay 40 personas, cuenta que «en este último año había clases de cinco o como mucho diez, gracias a esto tienes relaciones más personales y cercanas».

Su formación es de cuatro años, él ha terminado en cinco y tiene claro que «realmente no sabes lo que sabes». Después de cursar diferentes asignaturas, elaborar investigaciones y proyectos de forma independiente «no sabes nada en profundidad», insiste Peña, en su caso, gracias al apoyo de su tutor del TFG, pudo acceder a una oferta de trabajo como becario, ahora continuará en el Parque Tecnológico con un contrato de un año.

Él ha notado que otros compañeros tienen dificultades a la hora de decidir hacia qué orientarse. «Sales con una venda en los ojos, porque todavía no sabes por dónde tirar y eso es un problema», cuenta.

Carlos Vázquez terminó Comunicación Audiovisual, sus compañeros y él han vivido un último año marcado por la incertidumbre, explica que «hay muchas opciones al acabar la carrera, pero de primeras te encuentras con un vacío que te dificulta entrar en dinámica». Para todos los universitarios terminar su formación supone un salto muy importante, y del que nadie está preparado.

Carlos Vázquez cree que «durante los cuatro años de carrera aprendes cosas relacionadas con una temática específica, pero nadie habla de cómo se hace una declaración de la renta o de los derechos que tienen los trabajadores», por ello, él ha decidido decantarse por estudiar unas oposiciones en comunicación para la Unión Europea, esta ha sido una forma de asegurar un trabajo. En este sentido recalca que el tema económico es un condicionante importante a la hora de decidir el camino que vas a tomar. «Si no tienes recursos o apoyos en este sentido no te queda otra que buscar cualquier trabajo», cuenta.

Vázquez consiguió un trabajo medio fijo poco después de terminar la carrera, esto le permitirá mantenerse mientras se prepara las oposiciones. En su caso va a seguir con el camino que él quería, pero se ha dado cuenta de que «la gente decide hacer el máster por guía social, lo coge más gente de la que debería».

Los sueños se cumplen

Carlos Roca ya es fisio y comenta que «todo el mundo que termina la carrera acaba decepcionado». Dentro de la fisioterapia hay muchas ramas que son muy demandadas por los alumnos, como la deportiva, la respiratoria o la oncológica, a pesar de ser tan demandadas «no se dan en ningún momento en la carrera», informa. Para muchos estudiantes, como el caso de Carlos Roca, esto les lleva a la desmotivación.

Algo que también echan en falta durante la carrera es la especialización, desde la perspectiva de los fisios hay tres caminos que puede seguir una vez finalizada la carrera: hacer durante un año el máster; los expertos son muy parecidos al máster pero son solo de tres o cuatro meses; y para terminar los cursos, que suelen durar un fin de semana o una semana. Desde el punto de vista de Roca «es esencial seguir formándose, ya sea por tu cuenta investigando o por uno de los tres caminos», en su caso, está trabajando entre semana en una mutua para poner en práctica lo que está aprendiendo en el máster.

Jesús García está graduado en Bioquímica y está muy contento con el final de su carrera, estudiará un máster para tomar en un futuro el rumbo del doctorado, y como él explica «para ello necesitas hacer una tesis». Una de sus motivaciones extra es el grupo de investigación, de cara al futuro esto le brinda más opciones por las que seguir, aunque recalca que una de las grandes dificultades a la que se enfrenta es la exigencia. «Para que te den una beca prestigiosa necesitas muy buena nota, lo que supone estudiar mucho y sacrificar parte de tu vida social», menciona García.

Él lo tiene claro, quiere hacer el doctorado, pero insiste en que siempre se puede cambiar de opción y decantarse por otra cosa, el futuro no está escrito. Los sueños se pueden hacer realidad, pero siempre hay que tener los píes sobre la tierra, el futuro laboral en la materia de Bioquímica es complicado, explica García, que «en un artículo leyó datos que decían que era la carrera que más paro tenía», y como prevenir es de sabios una de las opciones más recurrentes dentro de su modalidad siempre será el máster o la investigación.

Le encantan los animales y el medio ambiente, por eso Nacho Fernandez decidió decantarse por Ciencias Ambientales. La carrera él mismo comenta que es dura «sobre todo porque entras buscando una cosa y te das cuenta de que para nada es lo que pensabas», pero también cree que hay profesores muy buenos y que se implican mucho, además las clases son muy dinámicas y prácticas. Por lo general su valoración ha sido positiva y eso le ha llevado a estudiar un máster, aunque realmente no tiene claro lo que quiere hacer en el futuro. «Quiero ir viviendo al día», confirma Fernández.

Dentro de su mar de dudas tiene claro que quiere trabajar, ganar dinero y sobre todo «estar en contacto con el medio ambiente», aclara. Además, durante el periodo universitario decidió por su cuenta escribir en 'Divulgación y Ciencia' para hablar del diseño forestal y algunas cosas relacionadas con investigaciones de la UMA, para él «es un tema muy interesante, y por momentos es muy gratificante».

A Pedro Marista la pasión por el Derecho le viene de familia, con esfuerzo y motivación ha terminado la carrera, teniendo claro que el panorama laboral está marcado por la competencia. «Cada título extra que tengas vale», explica. En el mundo del Derecho, tal y como Maristas aclara, «la carrera no te sirve si después no haces el máster de abogacía, es fundamental», él por las mañanas está en un curso de inglés y por las tardes trabaja de prácticas en un despacho de abogados. Contento por terminar la carrera y empezar a trabajar, le hubiese gustado «ir a un juzgado y hacer cosas más dinámicas».

Su camino será duro y largo, pero quiere trabajar y seguir con formaciones específicas para «ganar currículum», aclara. En mitad de ese largo camino sueña con montar su propio despacho de abogados con algunos compañeros, pero opina que «hacer esto de primeras es un riesgo muy grande, cuando uno sale está muy verde y necesitas ahorrar».

No es fácil

Aida Delgado está graduada en Publicidad y Relaciones Públicas, pasó de no tener nada a tenerlo todo. Se decantó por la rama de la publicidad porque le gusta la comunicación, a pesar de que no pudo hacer lo que realmente quería ella afirma que «ha terminado muy contenta». Tiene un trabajo en una empresa de 'community manager' y todo gracias a «estar en el momento y lugar perfecto», la suerte o el destino decidieron por ella.

Trabaja en lo que más le gusta y se siente muy «afortunada», en los meses previos a terminar la carrera tenía muchas opciones en la cabeza, y hasta septiembre no tuvo nada claro, ella misma admite que «daba por hecho que no iba a conseguir trabajo». Al principio tuvo miedo porque durante los cuatro años de carrera se estudia de forma teórica, salvo durante el periodo de prácticas cuenta que «nunca se había puesto a trabajar en una empresa y al principio es mucha presión y miedo por equivocarse». Está más que claro que se aprende poniendo en práctica los conocimientos teóricos, pero, tal y como cuenta Aida Delgado, «el primer día sientes impotencia porque acabas de terminar una carrera pero no sabes cómo hacer muchas cosas».

Hay muchos caminos que tomar y nunca se sabrá si es el correcto, pero no hay que perder de vista los sueños y las aspiraciones personales.

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