

Secciones
Servicios
Destacamos
SANTIAGO MOLINA
Martes, 10 de abril 2018, 00:23
málaga. Tener la habilidad de convencer a los demás puede ser de mucha utilidad. Para fomentar esta capacidad y aprender a emplearla correctamente, varios estudiantes crearon la Asociación de Debate Económicas-Aduma. El vicepresidente, Jesús Vicente Romero, apunta que es importante conocer todas las ramas que tiene la oratoria como «lenguaje no verbal, falacias, negociación, evidencias y estructura del discurso».
El éxito de la asociación es tal que todos los jueves sobre las ocho de la tarde reúnen en sus sesiones semanales en Económicas a alrededor de 40 personas. Pese a ser su tercer año como asociación de debate -procede de una fusión entre dos asociaciones de Derecho y Económicas- ya han cosechado varios éxitos, como la II Liga Nacional de Debate Jurídico, disputada en 2017 y la VII edición del Torneo de Debate las Tres Culturas.
Su primer desafío para este año ha sido el Torneo Jurídico que disputaron en Barcelona el 17 y 18 de marzo, al que acudieron los formadores Daniel Martín y Jesús Vicente Romero, en el que llegaron hasta cuartos de final; y la VIII edición del Tres Culturas. El funcionamiento para acudir a los debates se hace de forma voluntaria y a los participantes se les proporciona un adiestramiento previo más personalizado y acorde a la competición en cuestión. «Con la cuota de inscripción se pagan los gastos relativos a los torneos de debate», explica el tesorero, Daniel Martín. La subvención para asistir a los torneos es una manera para fomentar la participación. Otro de sus objetivos es el Torneo Debate las Tres Culturas, que se celebrará del 19 al 21 de abril en Córdoba y que ya ganaron el año pasado.
Uno de los participantes en esta edición, Javier Aguayo (estudiante de cuarto del Grado de Fisioterapia), sostiene que «es una forma de ponerse a prueba y potenciar unas habilidades que apenas se tienen en cuenta en la formación académica pero que resultan muy útiles a la hora de transmitir ideas y proyectos en el entorno, dado que estos conocimientos son muy transversales y aplicables en casos de distinta índole».
Principalmente, hay dos formatos de debate: el académico y el 'British Parliament'. En el académico, se plantea una cuestión de la que los dos equipos deben prepararse las dos posturas, a favor y en contra, y minutos antes de iniciarse se sortea a qué equipo le toca cada una. El 'British Parliament' es la emulación del sistema parlamentario británico llevado al debate, en el que se enfrentan cuatro equipos, la cámara alta y baja de la oposición y cámara alta y baja del Gobierno. Según Jesús Vicente Romero, las ventajas de este último es la «improvisación y la espontaneidad, pero falta cierto rigor a la hora de juzgar».
En el caso del académico, que es el que trabajan en Aduma, «la pregunta a plantear se prepara con tres semanas de antelación y mediante una tabla ítems se juzgan aspectos formales y de fondo. El jurado se compone por una persona especializada en debate y profesionales del tema en cuestión». Después de la realización del debate hay una reunión entre el jurado y los debatientes para informar de los errores que se han cometido y cómo mejorarlos para otros eventos posteriores.
«La exigencia de los formadores es muy alta y exhaustiva, pero por eso estamos consiguiendo ganar concursos y atraer a tanta gente», apostilla Aguayo. Por su parte, otro de los componentes ganador de la II Liga Nacional de Debate Jurídico, Juan Romera, asevera que, tras dos años participando en la asociación, «se crea una amistad con todos los integrantes y que todos los ámbitos de la expresión oral se ven mejorados, lo que hace que el discurso en todos los sentidos y más allá de los debates se estructure mejor, sea más sólido y lo que es más importante, sea mucho más convincente y por tanto, exitoso». Para conseguir esto último, la documentación también es vital para el buen debatiente, pero sin las claves de la retórica y las técnicas para controlar el argumento no es posible «convencer a nadie», afirman los formadores.
En la negociación, por ejemplo, instruyen a los debatientes a que sean ellos los que «den el primer golpe» porque, por norma general, todo gira en torno a la primera propuesta planteada. Por ello hay que intentar ser el primero en defender un argumento, «porque si se cede es posible conseguir un acuerdo cercano al planteamiento original, es decir, el adversario no puede excederse demasiado en sus peticiones». Y para que los debatientes entrenen, cada dos o tres clases teóricas llevan a la práctica estos conocimientos en simulaciones de debates reales, en los que se valoran y se ponen a prueba todas estas técnicas que han ido aprendiendo. «Así es posible que cada debatiente pueda ir evolucionando y sea consciente de sus errores para que los pueda mejorar», comenta Daniel Martín.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.