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Lucas Muñoz disfruta del baloncesto en Marbella y en un futuro espera tener su propia clínica de podología cerca de los suyos. Santiago Gómez
Un base con buen pie

Un base con buen pie

Deportes. Lucas Muñoz estudia Podología en la UMA y juega en el CB Marbella. «Tengo amigos que se han dedicado a esto muchos años y luego se han visto con 30 años sin nada. Ojalá viva del baloncesto, pero es complicado», afirma

SANTIAGO GÓMEZ

Martes, 11 de mayo 2021, 00:02

Compaginar una carrera con el deporte de élite es complicado, pero no imposible. Lucas Muñoz Lucena terminó su etapa en el Unicaja de Málaga hace casi dos años, y decidió seguir formándose en la Universidad de Málaga a la vez que disfrutaba del baloncesto en Marbella. Este es su segundo año conjugando ambas tareas y no se arrepiente de sus decisiones.

Pongámonos en situación, es 2019, Lucas Muñoz tiene 18 años y ha debutado con el primer equipo del Unicaja en Liga Endesa, pero termina la temporada y no sigue en el club. Llega un momento clave que iba a determinar el futuro y al cordobés no le tiembla el pulso: «Siempre tuve claro que quería seguir estudiando, así que hice selectividad y antes de tener la nota firmé el contrato con el Marbella», relata.

Desde pequeño supo que quería cursar algo relacionado con la medicina y el deporte, su prioridad era estudiar Fisioterapia, pero el tener un acuerdo con el equipo costasoleño le influyó a la hora de escoger carrera: «Tenía Podología como segunda opción. La nota no me daba para meterme en Fisio y escogí Podología», desvela el futuro podólogo.

«El modelo de EE UU es el mejor para compaginar estudios y deporte, en España estamos a años luz»

Pese a su juventud, 21 años, el base sabe que el mundo del baloncesto es poco estable y que no puede dejar de lado su trayectoria educativa. La experiencia de otros compañeros y conocidos han sido clave para que el joven piense así: «Tengo amigos que se han dedicado al deporte muchos años y por una lesión o mala suerte se han visto con 30 años y sin nada. Ojalá viva del baloncesto, pero es complicado», afirma el jugador.

Esa madurez y carácter realista de saber lo complicado que es vivir del baloncesto le viene de sus padres. Con 13 años se fue de su Córdoba natal para disfrutar del baloncesto en Málaga y llegó con una condición: mantener buenas notas, «siempre he sido un alumno de sobresaliente y mis padres me dijeron que, si bajaban las notas, me volvía para casa», rememora el canterano de Los Guindos.

De su primer año en la capital malacitana recuerda lo que le costó adaptarse una vez comenzaron las clases, «en pretemporada estaba entretenido en la playa o jugando a la PlayStation, pero llegó septiembre y lo pasé mal». Los años siguientes fueron un lujo para él: «Estaba muy cómodo y los fines de semana no me solía ir a casa, me encanta estar en Málaga», revela el universitario.

Marcharse a EE UU

Con esta premisa de priorizar los estudios sin dejar de jugar al baloncesto, parece lógico preguntar por qué Lucas Muñoz sigue en España y no se fue a Estados Unidos. La respuesta es simple: «Quería quedarme aquí, no me llama la atención». Y habla con conocimiento de causa, Golden Dike y Alessandro Scariolo, dos de sus mejores amigos, decidieron probar en la NCAA, «sé que es una experiencia única e inolvidable y ellos me hablan de cómo es», declara el cordobés.

«El modelo de EEUU es el mejor para compaginar estudios y deporte, aquí en España estamos a años luz», hasta el propio Lucas Muñoz lo admite, pero afirma que «no me arrepiento de mi decisión». Cuando se hizo esta entrevista, nuestro protagonista estaba en Ponferrada donde su equipo se jugaba sellar los 'play-offs'. Ganaron, pero el desplazamiento salió caro: «Este viaje me ha costado saltarme dos prácticas obligatorias y tener que ir a junio en dos asignaturas», expone Muñoz.

El joven base del CB Marbella posee el certificado de deportista de élite que le permite no asistir a clases teóricas y darlas desde casa, algo que no ofrece ninguna ventaja en tiempos de pandemia porque todos los alumnos están igual. Sin embargo, las clases prácticas no se las puede saltar porque «son obligatorias y lo entiendo, más en una carrera como la mía que necesitas aprender con ejercicios 'in situ'», admite el atleta.

Por suerte, desde el club entienden su situación y si le coincide un entrenamiento con una clase imprescindible, le dejan faltar: «Tengo cierta flexibilidad, pero es raro que me pase, los entrenos suelen ser por la mañana y mis prácticas son por la tarde», comenta. Esta armonía no es la única clave para que el universitario saque adelante sus estudios, también influyen los compañeros «que se portan bien conmigo y me pasan algunos apuntes», confiesa.

Para Lucas Muñoz, eso de que los deportistas profesionales digan que no tienen tiempo es falso: «Mienten. Yo me entreno por la mañana y después tengo toda la tarde libre para estudiar e ir a clase, o incluso al gimnasio con 'spa'», parece que puede hacer lo que le plazca, pero no es así, hay algo en lo que no es tan universitario como sus compañeros de la UMA, «para mí los 'juernes' son inviables porque el viernes entreno y el sábado juego partido», concluye.

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