Industriales y la Politécnica se unen por una ingeniería más visible y competitiva

Señala el director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, Juan Jesús Fernández, que «construir algo nuevo es una experiencia apasionante». Se refiere en este caso al proceso de fusión que han iniciado su centro y la Escuela Politécnica Superior para converger ambas en una nueva escuela de la UMA con 250 profesores que ofrecerá formación e investigación a más de cuatro mil estudiantes.

La fusión de centros es algo que ya se barajó en el momento de implantar los nuevos planes de estudio, pero diversos motivos hicieron que la medida no prosperara. Sin embargo, el impulso del nuevo rector, José Ángel Narváez, que llevaba la medida en su programa electoral, ha propiciado la decisión. «Ha sido un proceso de abajo a arriba, que la inmensa mayoría de los que aquí trabajamos entendíamos lógico y oportuno», afirma Alejandro Rodríguez, director de la Politécnica, que señala que la unidad «nos puede dar más fuerza, podemos ser más competitivos, cuidar al máximo la formación y potenciar la investigación». En cambio, la unificación no supondrá que se solapen titulaciones de una u otra escuela, que «se van a mantener tal y como están».

El director de la Politécnica explica que la medida, a largo plazo, «facilitará la gestión y disposición de los recursos humanos y materiales que tenemos». Esto es, los horarios, las aulas y los laboratorios, entre otros. «Será todo más natural a la hora de organizar la actividad docente», apunta Fernández. En este sentido, los profesores también van a notar cómo esta mejora en la gestión tendrán como consecuencia «unos horarios mejor coordinados» para ellos.

Otro aspecto que derivará de la fusión de centros, según Fernández, será la «mayor visibilidad» de la rama industrial de la ingeniería dentro de la Universidad y del entorno. «En los últimos tiempos se cuestiona la vocación en ingeniería, pero no es algo que ocurra aquí. Las titulaciones de la Politécnica tienen buena acogida y en las nuestras hemos doblado el número de alumnos desde que se cambiaron los planes de estudio», argumenta el director de Industriales.

Potencial investigador

Fernández también considera que la investigación y la transferencia, como herramientas para la mejora de la ciudad, deben de estar dentro de las misiones que competen a una universidad pública como la UMA. En este sentido, afirma que «gracias a la fusión de los centros, va a ser más fácilmente identificable el potencial de la universidad».

Esta transferencia -es decir, los contratos relacionados con actividades de I+D que contratan empresas externas y son gestionados a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)- ha generado, en el caso de los grupos de investigación relacionados con la ETSI Industrial, contratos por un valor aproximado de 1,5 millones de euros durante los últimos años.

«Este tipo de medidas permiten que las universidades actúen amplificando la capacidad de innovación, desarrollo e investigación de las empresas de su entorno, que gracias a ello tienen la capacidad de acceder a personal muy cualificado», señala el director de Industriales.

El proceso de fusión

El proceso hasta llegar a la fusión no será inmediato, sino que ha de ser ser aprobado por los distintos órganos públicos -el Consejo Social de la UMA y la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía-. «La Universidad le está otorgando la máxima celeridad posible a este asunto, pero no es posible concretar una fecha para la resolución de la fusión», señala Fernández.

Por su parte, Rodríguez afirma que son «muchos» los procedimientos, normativas y reglamentos, de los que la nueva gestión «tendrá que aprove char las virtudes de cada uno de ellos e intentará solucionar los inconvenientes que se encuentren». Unas virtudes que, según Rodríguez, residen en «las titulaciones que se ofrecen». «Nuestras titulaciones están muy asentadas -añade el director de la Politécnica- y tienen alta demanda. También es preciso resaltar el nivel del personal docente e investigador que poseemos aquí».

Al tratarse de una fusión que no trastocará los actuales planes de estudios, la medida no tendrá que coincidir con el comienzo de un curso académico y se implementará una vez conseguida la aprobación administrativa.

1.500 correspondientes al plan antiguo y 200 pertenecientes a los nuevos grados y titulaciones.