

Secciones
Servicios
Destacamos
IRENE QUIRANTE
Miércoles, 28 de enero 2015, 12:17
Málaga. El Aula Magna de la Facultad de Derecho acogió la semana pasada la presentación de la investigación 'Jóvenes y valores', que ha sido realizada por el Centro Reina Sofía sobre una muestra de 1000 adolescentes y jóvenes, de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. Algunas cuestiones que se analizan en el estudio son el grado de confianza de la juventud en las instituciones, su preocupación por lo público, cuáles son sus prioridades vitales o su postura respecto a diferentes cuestiones morales (suicidio, aborto, pena de muerte, etc). El acto contó con la presencia del director técnico del Centro Reina Sofía, Eusebio Mejías; de su coordinadora, Anna Sanmartín, y también del decano de la facultad, Juan José Hinojosa.
Conservadores. Valoran las instituciones en mayor grado que la media.
Despreocupados por lo ajeno. Son los menos dispuestos a hacer renuncias por el bienestar de todos.
Rebeldes y confundidos. Tienen una visión poco triunfalista de sí mismos.
Incívicos despreocupados. Responden al estereotipo del joven muy pasota.
Conservadores altruistas. Marcados por la alta religiosidad y por pertenecer al más bajo nivel de la clase social.
Mejías aclaró que cuando se abordan los valores se entienden como prioridades, y que «a pesar de que su esquema global no ha cambiado sustancialmente en cuanto a la jerarquía durante la última década», sí que han aparecido tendencias que «resultan llamativas» por haberse gestado a la par que se hacía notar la crisis en España. En este sentido, el estudio refleja el aumento de las intolerancias hacia 'las agresiones a lo colectivo', como puede ser la corrupción o algunos delitos penales, hasta el punto de que se ha acrecentado el número de jóvenes que dicen estar de acuerdo con la pena de muerte o con prácticas como la tortura.
Según revela el estudio presentado, los jóvenes se muestran más afines que hace una década a valores que pueden considerarse «conservadores». Esto es así por el auge de algunos como la honradez, el esfuerzo, la lealtad o la solidaridad; mientras que hace dos lustros los jóvenes analizados decían sentirse más identificados con cualidades como la rebeldía o el consumismo. «Son movimientos muy significativos, aunque no pongan 'patas arriba' la estructura moral», señalaba el director del FAD al apuntar que «los jóvenes españoles cada vez se muestran más dispuestos a implicarse en lo colectivo», y que además reclaman un modelo más ortodoxo del sistema.
Tipología
Además, según exponía el director técnico del Centro Reina Sofía para Adolescentes y Jóvenes, en el informe agrupa a la juventud en colectivos que son internamente «los más homogéneos y compactos, y lo más dispares entre sí que se puede». Para hacer estas clasificaciones se han tenido en cuenta los rasgos que mejor les caracterizan, la justificación moral de algunos comportamientos y los valores «finalistas». En total, hay cinco tipos. Uno de ellos se caracteriza por mostrarse «conservadores por la integración», y está formado por el 22,1% de los adolescentes y jóvenes analizados: «Son personas miran hacia el futuro y buscan el éxito profesional y económico», por lo que asumen que deben hacer un esfuerzo en el plano académico y profesional. Se presentan más interesados por la política y valoran a las instituciones más que la media. Otro de los grupos se ha denominado como «despreocupados por lo ajeno, e instalados en el presente» (28,2%). Según relató Mejías, son jóvenes que no saben valorar el compromiso político, social y económico, pero rechazan el incivismo ciudadano y son los que demuestran un mayor grado de desconfianza hacia lo institucional. Además, son los menos dispuestos a hacer renuncias por el bienestar social.
El tercer grupo lo forman los «rebeldes, con causa y un tanto confusos» (21%), con una visión poco triunfalistas de sí mismos. Son críticos y tratan de diferenciarse de los rasgos colectivos que no les gustan. El cuarto conjunto, «incívicos despreocupados» (14,4%) alimenta el tópico del joven muy pasota y tiende al conservadurismo, con «defensa relativa de posturas xenófobas e insolidarias». Por último están los «conservadores altruistas» (8%), marcados por la alta religiosidad y por pertenecer en su mayoría al más bajo nivel de la clase social. Están más a la derecha que la media y manifiestan mayor confianza en las instituciones que la media.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.