Muere un joven de 19 años tras caer desde un segundo piso en El Morche

Las primeras hipótesis de la investigación, de la que se ha hecho cargo la Guardia Civil, apuntan a que el joven cayó de manera fortuita cuando se encontraba subido en una mesa en la terraza del piso, perteneciente al edificio Arrecife 2, situado en la calle Clara Campoamor número 8 del núcleo costero torroxeño de El Morche. Al parecer, los jóvenes estaban bebiendo alcohol cuando decidieron bajar a la piscina a darse un baño. La misma está situada en la parte interior del bloque, pero no en la zona a donde cayó la víctima, por lo que se descarta que se trate de un caso de balconing como los que se han registrado en los últimos años en zonas costeras españolas como las Islas Baleares.

Se subió a una mesa

Según las fuentes consultadas cercanas a la investigación, el joven fallecido habría bromeado con saltar desde el balcón a la calle, diciendo «a que salto», mientras estaba subido en una mesa de la terraza del piso. Sus amigos han confesado que «todo ocurrió muy rápido», que ellos se metieron hacia el interior del inmueble y, al momento, miraron para el balcón y escucharon el golpe en el suelo procedente de la calle. Se asomaron y vieron a Álvaro tendido en la acera, rodeado de un gran charco de sangre. Aún respiraba. Eran las 3.40 horas de la madrugada. Al lugar llegaron en pocos minutos agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como dos unidades sanitarias, una del dispositivo de cuidados críticos de Torrox y la uvi móvil del 061, ubicada en la localidad próxima de Vélez-Málaga.

Lo encontraron sangrando abundantemente por la cabeza, inconsciente. En una primera exploración comprobaron que presentaba una fractura de tibia y peroné y sospecharon de un traumatismo craneoencefálico severo. Tras estabilizarlo en la ambulancia durante cerca de cuarenta minutos, el joven jiennense de 19 años fue trasladado hasta el Hospital Regional de Málaga, donde ingresó en estado crítico. La evolución no fue favorable durante las horas siguientes y a primera hora de la tarde de ayer no pudo recuperarse y falleció.

Los vecinos del piso situado en el bajo dijeron, en declaraciones a este periódico, que habían escuchado el sonido de las ambulancias, pero que «como tenemos climalit en las ventanas no nos hemos asomado porque hemos pensado que sería una asistencia a alguna persona mayor del bloque», apuntaron. Otros residentes del mismo edificio apuntaron que los cinco chavales estaban «muy afectados» por lo ocurrido y confesaron a los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil que habían estado consumiendo alcohol durante la noche en el piso, que es propiedad de los padres de uno de ellos. Los progenitores de la víctima, trasladados desde Alcalá la Real, decidieron donar sus órganos.