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El consejero Rogelio Velasco, en Málaga. ÑITO SALAS
Rogelio Velasco: «Mi prioridad es un sector público más pequeño y ágil que apoye la innovación»

Rogelio Velasco: «Mi prioridad es un sector público más pequeño y ágil que apoye la innovación»

El consejero de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad quiere menos trabas para la empresa e impulsar las ideas de negocio desde la I+D+i universitaria

Domingo, 31 de marzo 2019, 00:30

Se ha tenido que reciclar en semanas a la ortodoxia de la comunicación política después de crear revuelos. La libertad como profesor de la IE Business School o en los debates en el Observatorio Económico de Andalucía, donde sigue como socio, es ahora más cautela ante el micrófono. El consejero de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad, Rogelio Velasco, aún no tiene la foto completa de su consejería ni de sus números, pero adelanta un Presupuesto marcado por la desaceleración económica y las facturas del pasado.

-¿Cómo se han tomado los rectores andaluces su idea de revisar la oferta de grados?

-Vamos a ver. He dejado claro que no se va a suprimir ningún grado. Por enésima vez lo confirmo. Otra cosa es que haya algunos en algunas universidades con una estructura tan pequeña que exigen una reflexión no sólo de la consejería sino también de las universidades. El rector de la UMA, José Ángel Narváez, por cierto, hacía esta misma reflexión hace poco. No nos vamos a poner a cortar grados a lo loco, sino hacer un análisis y ver resultados, los recursos, número de alumnos, investigación del profesorado...

-El rector de la Pablo de Olavide dice que la universidad llega tarde a un nuevo modelo en la era digital más allá de mapa de titulaciones.

-Nunca se llega tarde si se hacen las cosas bien. Estamos en hora para abrazar la nueva economía digital, para mejorar la formación de los alumnos en todos los aspectos. Hay departamentos de ingeniería de software, en IA, en impresión aditiva, en robotización, no sólo Málaga o Sevilla, también en Jaén... Respeto la opinión del rector, pero hay muchas posibilidades.

-¿Qué papel jugará la universidad privada?

-Creo en la competencia como palanca para el desarrollo económico y social. Si viene capital privado a Andalucía a abrir una universidad, yo no le voy a poner obstáculos. Tendrán que cumplir con la legislación y ofertar los títulos más interesantes.

-¿El actual modelo público es viable?

-Desde luego. Gastamos poquísimo en relación a la UE, un 1% del PIB frente al 1,5 por ciento. Para igualarnos, habría que incrementar un 33% el presupuesto. Hemos padecido una recesión gravísima que ha dejado a la hacienda pública en situación lamentable. Este año podrá incrementarse algo el gasto global de las CCAA. En la medida que la situación fiscal lo permita, la idea es ir recuperando el tiempo perdido.

-Pero la Junta debe 200 millones a las universidades. ¿Qué previsión maneja sobre esa deuda?

-Hay margen escaso por esas mismas razones. Este año haremos el esfuerzo que podamos, pero lo importante es que la financiación básica y para la investigación sea suficiente. Ahí es donde habrá más diferencias respecto al pasado. Esta consejería va a primar sobre todo la excelencia, de manera que los grupos que más destaquen, sea en economía, ingeniería, biomedicina o en lenguas semíticas, van a recibir recursos adicionales.

-¿Qué harán para que el trabajo de la investigación universitaria esté más en el mercado?

-Un profesor sabe dar clase e investigar, pero no gestionar una empresa. La universidad necesita gestores de emprendimiento con experiencia. Ellos darán forma empresarial a una idea.

-¿Utilizarán para ese fin personal que ya tienen o recurrirán a profesionales externos?

-Ahora recogemos información de todas las iniciativas emprendedoras en Andalucía y en dos semanas espero tener la foto completa. La impresión es que va a haber gestores de centros de emprendimiento. Dado que en cada ciudad, hay al menos un centro de emprendimiento que funciona bien, vamos a tirar de él.

Un consejero al que la política convirtió en cazador de talentos

Diez mujeres figuran entre los 14 colaboradores directos de Velasco, «orgulloso» del equipo creado. Ha hecho 80 entrevistas -muchas a través de Skipe, como la primera a la secretaria de Universidades, Pilar Ariza, que aceptó cambiará investigación en Caltech, California, por la política- a profesionales a los que no conocía personalmente. «He tenido carta libre de Cs para seleccionar», asegura Velasco, que ha tirado de ingenieras y economistas, abogadas de ejercicio libre, genetistas o biotecnólogos. El problema retributivo, admite, ha sido la gran dificultad en los fichajes del sector privado. Sólo ha aplicado descarte previo por militancia en el PSOE o Podemos. «Al margen de esa precaución, a nadie le he preguntado por el carnet», adelanta una posición que le ha costado críticas por ascender incluso a exaltos cargos de la anterior etapa, como el actual secretario general de Economía, Manuel Origosa (antes director general) y al que define como «un ingeniero de primer nivel entregado a su trabajo y al que le da igual si el que le manda es de un partido u otro».

-El Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación está próximo a cumplirse. ¿Qué noticia tiene de su ejecución?

-Le hemos encargado a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) una evaluación, no una auditoría, sobre la investigación en las universidades andaluzas para ver su calidad. Ese trabajo durará tres o cuatro meses. A partir de ahí, tomaremos las medidas correctoras.

-¿Qué quiere cambiar en la política de investigación?

-Básicamente, dos cosas: poner el foco en la excelencia, en la calidad, y por otro, reducir los trámites, que los investigadores no tengan que dejarse el alma rellenando formularios, certificados. Es algo desproporcionado.

-¿Qué papel tendrá el capital privado, las empresas?

-Acude al sector público cuando ve rentabilidad, y si los departamentos, sobre todo de ciencias, son capaces de producir investigación de calidad, acudirá. Será una consecuencia de esa calidad en la universidad.

-Es una queja repetida de los empresarios que se pierden inversiones por las trabas burocráticas...

-Los empresarios tampoco tienen que tener su vida complicada con la administración. Ya la tienen con lo suyo. Muchas oportunidades, y sobre todo en Málaga, se han perdido por una burocracia pesada que desalienta. Seguro que mejoraremos.

Acuerdos

-¿Cómo serán los acuerdos del Gobierno con la patronal andaluza?

-Esta semana tendremos el primer contacto formal. Vamos a renovar acuerdos que se han hecho años atrás, pero el enfoque será distinto. Financiación por los proyectos concretos que se nos presenten más que una cuota fija anual.

-¿Qué harán en la FP dual?

-El consejero Imbroda está dando los primeros pasos para que los alumnos tengan un contacto más intenso y que las empresas vean que les merece la pena formar a los chavales porque serán sus trabajadores.

-Por densidad empresarial y tamaño de empresas, Andalucía está en mala posición. Más allá de la tarifa plana para autónomos, ¿qué otras medidas contemplan?

-Los gobiernos tienen herramientas muy poderosas para cambiar la realidad, sobre todo cuando el cambio es poco a poco. Hemos rebajado cuotas para que aflore empleo y a partir de ahí, en todo lo que sea agilizar trámites se verán beneficiados también. Un factor clave es que también acometan nuevos negocios, pero ahí no podemos entrar aunque sí ayudar.

-¿Qué propone para el comercio, en plena transformación digital?

-Que no hay alternativa a abrazar la transformación digital para defenderse. La tienda de vaqueros de enfrente tiene que competir con Amazon, en Seattle, a diez mil kilómetros. El pequeño comercio tiene que aprovechar todas las herramientas de comercio y marketing digital.

-Su propuesta de excelencia, la investigación y la adaptación digital de las empresas suena muy bien, pero una economía basada en turismo, servicios y la agricultura y una gran temporalidad en el empleo son una realidad que tardará en cambiar.

-El turismo seguirá contribuyendo aunque no a las tasas de antes, en construcción esperemos que encuentre un punto de sostenibilidad según la demanda doméstica y la de compradores vacacionales y en la agricultura hay avances extraordinarios. No es suficiente. Hay que generar nuevos productos y que todos los agentes económicos lo hagan en todos esos sectores.

Inmigración

-Hace días apostaba en Córdoba por que se vea la inmigración como oportunidad, no como problema, pensando en el mercado de trabajo cara al futuro. Ese planteamiento no está en el discurso político.

-Pero lo contrario es un discurso erróneo e inevitablemente todos los agentes sociales y políticos tendrán que modelarlo y cambiarlo. Hay una realidad: África son 1.250 millones de habitantes y en 25 años serán 2.500 millones. La actividad de empresas allí y la acogida y la inserción en Europa de esos inmigrantes debe ser más eficaz. España tiene demasiada experiencia en esto último, pero no en la formación de esas personas. 'The Economist' publicó un reportaje hace unas semanas sobre las grandes oportunidades de negocio en África.

-Con permiso de China, claro.

-Efectivamente. Un buen ejemplo de que estamos con los brazos cruzados y las empresas chinas están colonizando. Esa es una vía teniendo en cuenta que cada vez más estados africanos tendrán estándares más fiables.

-Hay millonarias reclamaciones de ayudas, de gastos comprometidos pero no presupuestados. Eso afectará a los Presupuestos de este año.

-Tenemos restricciones hacendísticas importantes. Están saliendo sorpresas, compromisos que la Administración había adquirido. Eso, en un escenario de crecimiento del 2,1% o 2,2% pasado reduce los recursos.

-La Consejería de Empleo, por cierto, ha sido campeona en expedientes con riesgo de prescripción.

-Ha habido varias. Dentro de unos días se conocerán nuevas cifras.

-En la inejecución presupuestaria por parte del anterior Gobierno, ¿qué se ha encontrado?

-Hay un problema de derecho administrativo, farragoso y complejo, que ralentiza todo, pero además, no parece que haya habido gran interés, por la información que tenemos, en ejecutar partidas al cien por cien. Más bien al contrario. Nuestra intención es, con menos burocracia y poniendo más recursos, no perder dinero por dejación o por tramitación.

-¿Descarta el riesgo de que se pierdan fondos europeos?

-Ya hemos constituido un grupo de trabajo con varias consejerías, con fechas e hitos concretos para cumplir los programas comunitarios.

-Eso significa que la cofinanciación correspondiente de la Junta, sí o sí, deberá estar en los Presupuestos.

-Se va a contemplar la cofinanciación de un 30 por ciento. Lo vamos a poner para no perder el 70.

-¿Suprimirá en la Consejería ayudas y subvenciones que, a su juicio, no tienen ya sentido?

-Hay un listado de empresas en el ámbito de la Consejería que estamos evaluando. Ese análisis finalizará en unas semanas, pero probablemente algunas que tuvieron sentido hace 15 años hoy no lo tienen y sí eso es así, la cerraremos.

-¿Que harán con la agencia Idea e Invercaria?

-En esa evaluación estamos. Idea ha jugado un papel importante en la financiación de proyectos de alta tecnología, y puede ser que en lugar de determinadas operaciones con subvenciones y créditos reembolsables lo haga ahora más próxima a 'startups' salidas de la universidades o de centros de emprendimiento. Lo va a seguir haciendo, pero en condiciones diferentes. Igual con Invercaria, Sandetel y otras empresas públicas.

-En su agenda de cambios, ¿dónde pone la máxima prioridad?

-Precisamente en eso: reordenar el sector público para hacerlo más pequeño, ágil y eficiente con el objetivo de que cumpla con el apoyo a la innovación y la creación de 'startups'. Ese sería el gran cambio de política respecto a la situación anterior.

-Sin experiencia política, sus primeras intervenciones fueron sonadas como la llamada a la migración laboral hacia zonas de Andalucía más dinámicas. Su aterrizaje fue más el de profesor que piensa en voz alta...

-Inevitablemente. Cuando llegué a mi despacho, tenía la sensación de que llevaba trabajando en la Junta de Andalucía diez años.

Cuestión de madurez

-¿Reminiscencias quizás de su paso por la Universidad?

- Que va. Antes estuve en Telefónica diez años. Creo que es cuestión de madurez personal y profesional tener bajo control las cosas a los dos minutos de llegar. No me he puesto nervioso, no me he estresado, he estado con la cabeza fría. Mi adaptación ha sido rapidísima. Ahora, la cuestión de hablar. Yo estaba acostumbrado en como profesor en el IE a una libertad absuluta. Ahora tengo que calibrar mis palabras. No significa mentir sino que el receptor entienda el contexto. He aprendido mucho en estas semanas.

-Reformúleme entonces el mensaje de las oportunidades laborales en Andalucía.

-En Andalucía hay sitios maravillosos para vivir con oportunidades de empleo, y no veo motivo alguno para no decir esto. Hay oportunidades que se deben aprovechar.

-Pero al pequeño constructor de Jaén no hay que decirle que en Marbella hay más trabajo. Viene solo.

-De acuerdo, pero a lo mejor ese flujo no tiene la intensidad suficiente.

-Y cómo hacer visibles esas oportunidades. Con el SAE, parece difícil

-El SAE va a sufrir una reestructuración profunda. Sólo intermedia en el 2,5% anual de los contratos y tiene la mayor red de oficina, espectacular. No pertenece a mi consejería, pero sé que va a sufrir una transformación profunda.

«Me gustaría llegar a la tasa de paro previa a la crisis, pero sobre otras bases»

-Los sondeos coinciden en ascenso del PSOE y estancamiento de Cs, pero el PP también les busca¿Se apunta a un hipotético pacto PSOE-Cs?

-Me remito a la posición de la dirección de Cs, y sólo le puedo decir que espero para mi país un gobierno centrado, sensato y razonable que nos situé en una senda de crecimiento y empleo, y eso lo pueden cumplir varios partidos.

-Permítame que le diga que muchos andaluces perciben a este Gobierno con nuevas ideas después de 37 años del PSOE. Yo no me las doy de nada, ni soy nadie, pero cuando miro mi pasado y mi curriculum, no puedo estar descontento. He trabajado en las universidades de Berkeley, Nueva York, en Telefónica, ahora estaba como profesor en el IE Business. Pienso que los que trabajan conmigo y han visto mi currículum ha dicho: con alguien así yo quiero trabajar.

-Hacer previsiones es muy complicado con un entorno macroeconómico como el actual. No es fácil crecer así, pese al comportamiento magnífico en exportación, pero con consumo, gasto público e inversión bajando. A cuatro años vista es muy complicado. Aunque la econometría permita modelos muy precisos, si tengo el análisis de 20 expertos y calculo la media entre ellos sería mejor que el mejor modelo. Andalucía tiene una tasa de paro estructural muy elevada, pero aprovechando mejor las oportunidades internas esa tasa bajaría. Si fuéramos capaces de terminar con una tasa del 8 por ciento como antes de la crisis, sobre bases sóllidas que no sean el 'boom' inmobiliario y el frenesí de crédito, ese sería el escenario al que me gustaría llegar.

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