José López Miranda: «Sabemos más sobre el Covid, pero aún quedan muchísimas incertidumbres»
Uno de los responsables del estudio pionero sobre el tratamiento con vitamina D explica la evolución del ensayo clínico y los resultados que se esperan
El pasado octubre, el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Reina Sofía presentó los resultados esperanzadores de un estudio clínico en el tratamiento a pacientes Covid que revelaban que el suministro de vitamina D reducía significativamente el riesgo de agravamiento de la enfermedad. El estudio sigue ahora adelante con una muestra aún mayor. El médico José López Miranda es uno de los responsables del proyecto.
-Nosotros hicimos un estudio piloto preliminar del cual ya comunicamos los resultados. Este estudio se hizo con los pacientes del Hospital Reina Sofía de la primera ola y la verdad es que fue extraordinario, dio unos resultados espectaculares. Consistió en comparar de forma aleatorizada a 50 pacientes tratados con calcifediol, que es un precusor de la vitamina D versus una pauta de pacientes a los que sólo se les aplicaba el tratamiento convencional. Comparando a ambos grupos de pacientes, aunque todos recibieron el tratamiento estandarizado, la mitad de los que no recibieron calcifediol tuvieron que ir a la UCI, y de los que lo recibieron sólo fue a la UCI el 2 por ciento. Este estudio piloto, con 76 pacientes, es el que da origen a que diseñemos otro gran estudio que ahora está en marcha.
-¿El tratamiento estándar de aquel momento es el mismo que se aplica ahora?
-No, ha cambiado drásticamente. Aquel tratamiento respondía a lo que conocíamos entonces.
-¿En aquel momento el gran enemigo era el desconocimiento?
-Era el virus en sí y también el desconocimiento. Siempre que aparece una enfermedad nueva, el proceso de investigación sigue los mismos pasos. Describir en qué consiste, qué consecuencias tiene, dónde están los factores de riesgo, cuáles son los pacientes a los que más les afectan, cuáles son los mecanismos de transmisión, cómo se previene... Y progresivamente, ver cómo se aborda el tratamiento, ya comienzan los ensayos clínicos.
-¿Ya lo sabemos todo sobre el Covid?
-No, no no, qué va. No lo sabemos todo, ni mucho menos. Conocemos mucho más de lo que conocíamos antes, pero nos quedan muchísimas incertidumbres. Muchísimas. No tenemos un tratamiento antiviral eficaz, como si fuera un antibiótico, sabemos que la mejor forma es la prevención, sabemos que las vacunas funcionan muy bien, con lo cual es la principal herramienta. El Covid no mata per sé, o mata poco, sino porque provoca una respuesta inflamatoria sistémica. Si somos capaces de impedir esa respuesta, va a mejorar.
-¿Los resultados con el tratamiento estándar han mejorado desde entonces?
-Sí. Ahora son mejores.
-¿En qué consiste este segundo estudio?
-Se ha diseñado un gran ensayo clínico con mil pacientes que ingresan con neumonía por Covid o por infección por Covid. A la mitad, de forma aleatoria, además del tratamiento habitual se le suministra calcifediol y a la otra mitad, sólo el tratamiento habitual.
-¿De más hospitales, además del Reina Sofía?
-Evidentemente. Son pacientes de diez hospitales.
-¿Todos andaluces?
-No. Hay pacientes de hospitales andaluces – el de Marbella, el Carlos Haya Málaga y hospitales en Jaén, en Montilla, en Osuna, en Balme, en Cádiz- y también de Castilla la Mancha, Madrid, Valencia y Cataluña. La gran mayoría son de Andalucía.
-¿Son pacientes de diferentes edades y patologías?
-Son pacientes adultos, con el límite superior en 85 años, y con criterios de inclusión, sin otras enfermedades serias.
-¿Durante cuánto tiempo se realizará el estudio?
-Hasta que alcancemos los mil pacientes. Todavía no los hemos alcanzado, porque no todos los pacientes califican para ser incluidos en el ensayo clínico.
-¿Hay ya algún avance preliminar sobre los resultados?
-No, porque para los investigadores está cegado. Los análisis intermedios los hace un comité independiente. En los ensayos clínicos los investigadores no deben saber los resultados hasta el final.
-¿Hay alguna previsión de tiempo para la finalización del ensayo?
-Al principio creíamos que en menos de un año lo íbamos a alcanzar, pero cuando nos pusimos en la práctica diaria vimos que sería así. Hay muchos limitantes a la hora de incluir a los pacientes, y uno de ellos es que no vengan tomando vitamina D previamente. Muchos pacientes ya lo vienen haciendo.
-¿Por qué?
-Por varios motivos; algunos porque lo vienen tomando por osteoporosis; otros, porque se ha difundido tanto el ensayo clínico piloto que los médicos de atención primaria que ven al paciente ya le ponen tratamiento con calcifediol. Apenas llevamos unos 400 pacientes.
-Entonces el ensayo clínico va a ser largo
-Depende, no podemos prolongarlo más allá de dos años. Un periodo de reclutamiento que se extiende más allá de dos años no es adecuado desde el punto de vista metodológico científico.
-¿Qué pasaría en ese caso?
-Cortaríamos y analizaríamos lo que tuviéramos en ese momento. Pero nos quedaríamos con la incertidumbre de qué hubiera pasado con la muestra de mil pacientes. Ojalá no lo terminemos, sería porque no hay contagiados suficientes.
-¿Cómo se llegó a la conclusión de que este tratamiento podía ser eficaz frente al Covid?
-El Covid afecta fundamentalmente a personas de edad. Por encima de 60 años, la prevalencia de pacientes que tienen niveles bajos de vitamina D es altísima. El 80 por ciento de pacientes ingresados en centros geriátricos tienen ese déficit. Ya por eso estaría aconsejado tratarlos. ¿Qué ocurre? Que se sabe que el calciifediol y la vitamina D tienen múltiples efectos beneficiosos en múltiples órganos. No sólo en los huesos, sino también a nivel cardíaco, pulmonar, del sistema inmunitario... Todos los sistemas que el Covid atacaba los modula el calcifediol y sabíamos que en los pacientes con niveles bajos de vitamina D la mortalidad era más de el doble que en los que tenían niveles normales. Lo que hacemos con esto es reponer los niveles básicos de vitamina D, no hacemos otra cosa. De forma rápida, en dos o tres días, sin pasarnos.
-¿Por qué se pierde la vitamina D?
-Porque no se toma. La vitamina D tiene dos fuentes, la que tomamos con alimentos, fundamentalemente los lácteos y el pescado azul, y la segunda fuente es el sol.
-El tratamiento no sería para evitar el Covid, sino para evitar sus consecuencias
-Las dos cosas. Se ha demostrado que es eficaz por estudios indirectos. En aquellas personas que tienen niveles normales de vitamina D3, la probabilidad de coger un Covid es bastante menor que en aquellas que tienen niveles bajos. Ahora bien, lo que no se ha demostrado es que si damos esto seamos capaces de prevenir el Covid, porque para ello necesitaríamos una muestra de 30.000 o 40.000 personas y durante un periodo de seguimiento largo, como se ha hecho para la vacuna. Pero los resultados indirectos nos dicen que si tenemos niveles normales se reduce a menos de la mitad.
-Por esta recomendación de exponerse al sol, el haber estado encerrados tanto tiempo pudo no haber sido una buena idea.
-Era una buena idea para cortar la transmisión, era la única forma. Pero para nuestro sistema de vitamina D, si estamos encerrados y no tenemos una terraza donde nos dé el sol, mal asunto.
-¿Es algo a tener en cuenta a la hora de tomar medidas?
-Sí, pero hay muchas formas de tomar el sol. Y donde hay una pandemia tan brutal, la forma más eficaz de cortar la transmisión es el aislamiento. No hay otra.
-¿Este tipo de estudios son habituales en Andalucía? ¿Hay recursos para ello?
-Cada vez tenemos más. Sí que los hay. Los recursos que nosotros hemos obtenido han venido de la Consejería de Salud, de un programa especial para profundizar en el conocimiento del Covid y a partir de ahí solicitamos un proyecto de investigación y nos lo concedieron.
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