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MARTA ZENNER
Jueves, 15 de julio 2010, 21:47
Hoy son muchos los adolescentes que consumen algún tipo de sustancias adictivas. La inteligencia emocional es la receta, entre otras, por la que la Consejería de Educación y la Universidad de Málaga apuestan para la protección ante las drogas. Un estudio realizado entre 2007 y 2009 a adolescentes de diversos centros educativos de la ciudad de Málaga ha obtenido como resultado que los jóvenes con una actitud inadecuada y agresiva consumen más que aquellos que no tienen problemas sociales, son responsables con sus estudios y presentan mayor asertividad, consumiendo estos últimos, únicamente bebidas alcohólicas y tabaco.
Estas conclusiones se pueden encontrar en el libro Los adolescentes malagueños frente a las drogas. La influencia de la inteligencia emocional que ha presentado la Universidad de Málaga. Según el catedrático de psicología y el autor del estudio, Pablo Fernández Berrocal, es un trabajo que apuesta por este tipo de restos, apoyándose en los valores sociales y humanos para que los jóvenes encuentren un referente al que seguir y no caigan en el mundo de las drogas. Con esta publicación se pretende que los jóvenes de hoy en día se conciencien y se alejen de las sustancias adictivas que pueden acabar por consumirlos a ellos, así lo confirmaba el delegado provincial de la Educación de Málaga, Antonio Escámez.
En este estudio, se comprobó que las personas comprendidas entre los 13 y los 28 años que han probado algún tipo de sustancia adictiva y han mantenido el consumo en su vida cotidiana pierden capacidad de regular sus estados de ánimo y disminuyen la reacción de respuesta. Entrenar las habilidades sociales y emocionales es el objetivo del proyecto que se inició para la prevención de drogas. Mantener buenos hábitos, saber regular los estados de ánimo, reconocer el de los compañeros y saber cómo tratarlos forma parte del entrenamiento de dos años que obtuvo como resultado la reducción de estas sustancias en aquellos que ya las consumían en un menor grado y la edad con la que comienzan a ser consumidas en los que no las habían probado. Entre los datos aportados el alcohol, con un 41,2%, se sitúa en cabeza como la sustancia adictiva más consumida entre los adolescentes malagueños, siendo a los 12 años la edad con la que comienzan a probarlo. Para su sorpresa, el sexo femenino bebe más alcohol que los varones, al contrario que el 29,9% de personas que fuman tabaco, siendo los chicos los protagonistas. En el ranking le siguen las pastillas para dormir (17,6%), el cannabis (8,7%) y la cocaína (1,5%) como las drogas que circulan entre los jóvenes.
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