Laporta anima el mercado de fichajes...políticos
El azulgrana es objeto de deseo de los soberanistas que le ven como la gran esperanza del nacionalismo
CRISTIAN REINO
Domingo, 20 de septiembre 2009, 05:17
Un nuevo líder soberanista ha nacido en el panorama político catalán: el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. Al final de la presente temporada futbolística acaba su mandato y, según los estatutos de la entidad azulgrana, no puede volver a presentarse a una tercera reelección. Es por ello que Laporta (Barcelona, 1962), conocido ya como el presidente de las cinco copas, empieza a sondear el mercado, no para fichar futbolistas como hacía hasta ahora, sino para que le fichen. Lo que no se sabe aún es si para entrar de lleno en la política o para seguir en el mundo del fútbol. Ofertas no le faltan.
Aunque aseguran que el presidente de la UEFA, Michel Platini, tiene reservado para él un despacho en la sede de Nyon, su participación estelar y protagonista en la manifestación independentista del pasado 11 de septiembre desató toda la rumorología. Laporta es desde la 'Diada' el objeto de deseo del frente soberanista, que ve en el presidente del Barça la gran esperanza del nacionalismo.
De momento, el que más se ha acercado ha sido Joan Carretero, líder del recién nacido movimiento independentista Reagrupament, un partido que surge de una escisión de Esquerra Republicana y que irrumpe con la bandera de la independencia casi como único ideario programático. Carretero ya ha dejado caer que «Joan Laporta es un patriota y nosotros le recibiríamos encantados para sacar adelante el proyecto». Laporta se dejó querer. «Participo del parecer y de la forma de pensar de Carretero, en el sentido de que el nacionalismo independentista catalán unido puede ser invencible», señaló hace unos días.
Puertas abiertas
Joan Puigcercós, presidente de Esquerra, también aprovechó la 'Diada' para cortejar a Jan, como le llaman sus amigos. «ERC es un partido abierto que tiene las puertas abiertas a quien quiera sumarse», dijo sin disimulos. CiU, que pidió a Laporta prudencia por el cargo que ocupa, fue más cauta, aunque la foto que se hicieron Laporta y Artur Mas tomando un café en plena campaña de las autonómicas de hace tres años fue la que encendió todas las alarmas sobre las presuntas apetencias políticas del dirigente 'blaugrana'. La imagen causó tal estruendo que, inmediatamente, el entonces candidato socialista, José Montilla, reclamó al día siguiente un encuentro similar.
Tras la cumbre del café no han trascendido más encuentros entre el líder convergente y el presidente del Barça. «No tengo ninguna constancia de que Laporta tenga una intención evidente de hacer algo en política», dijo Mas esta semana. Aunque le dejó las puertas abiertas de la 'Casa Gran' del catalanismo. No obstante, ser candidato de CiU a la Generalitat es impensable, ya que sólo falta un año para los comicios y es la última oportunidad de Mas. Pero ya hay quien sitúa a Laporta como aspirante a la alcaldía de Barcelona por la federación nacionalista para desbancar al PSC de un ayuntamiento donde lleva casi tres décadas o incluso en la lista de los republicanos, si atiende al ofrecimiento de Puigcercós.
'Kennedy catalán'
La imagen pública de Laporta, a pesar de algunos desencuentros y salidas de tono, como el ya célebre «Al loro, que no estamos tan mal», es la de un gran gestor, eficaz y además triunfador. El 'Kennedy catalán', dicen algunos, un auténtico 'pata negra' del soberanismo que se ajusta ideológicamente a la creciente radicalización que viven las fuerzas políticas catalanas a raíz de las consultas populares y la espera de la sentencia sobre el 'Estatut'. En Arenys de Munt, el domingo del referéndum, incluso pudieron verse pintadas que rezaban: ¡Laporta president!
Bajo su presidencia, el Barça ha ganado dos Champions League, de las tres que atesora el club en sus más de cien años de historia. Hay, sin embargo, quien le recuerda, con mala intención, la trayectoria de otros directivos del fútbol que acabaron en política: Jesús Gil y Gil y Silvio Berlusconi.
En cualquier caso, los flirteos de Laporta con la política, aunque ahora son más intensos, vienen de lejos. El presidente del Barça fue miembro del Partit per la Independència, un experimento soberanista, impulsado por Àngel Colom y Pilar Rahola en 1996. Tras el fracaso de esta opción, Laporta, abogado de profesión, puso la diana en el fútbol e irrumpió en 1998 en la escena azulgrana creando la plataforma 'Elefant Blau' (Elefante azul), que promovió una moción de censura contra el entonces presidente José Luis Núñez. Pero tuvo que esperar y sólo cinco años después, en 2003, alcanzó la presidencia del club.
Su otra relación con la política, aunque de signo radicalmente opuesto, es a través de su ex suegro y su ex cuñado. Joan Echevarría Puig integró las listas de Alianza Popular y su hijo Alejandro se vio forzado a dimitir en 2005 como directivo del Barça por su vinculación con la Fundación Francisco Franco.
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