Fernández Bartolomé pide que siga la colaboración

El gerente del Centro Asistencial, Miguel Fernández Bartolomé, fue el encargado de recoger la distinción para esta entidad y de dirigirse a los presentes. El responsable de la Gota de Leche solicitó colaboración, en primer lugar, a los melillenses, comprando el cupón de la Rifa de la Caridad. Después a los responsables políticos, pidiéndoles que sigan atentos a las necesidades del centro y volcados con la entidad realizando inversiones y también que mantengan los recursos necesarios para atender a los niños y a los mayores. De igual modo, instó a las Administraciones a que renueven los convenios y conciertos con el centro. «Eso los hará políticos dignos», opinó.

El responsable del centro relató el devenir de la actividad diaria de la Gota de Leche en cada una de sus dependencias, desde por la noche en la casa cuna, en la estancia en la que se aloja a 35 niños, en la que acoge a otros 20 adolescentes o aquella en la que están los residentes mayores, hasta por la mañana. Entonces, las religiosas comienzan, cuando amanece, una jornada de ocho horas de trabajo y entrega «dando amor a nuestros niños y ancianos de una manera incansable desde hace casi cien años». Comienza también, según dijo, la actividad en todo el centro.

«Hoy recibimos esta medalla todos, los trabajadores, los residentes, las voluntarias, los vendedores del cupón, las hermanas de la comunidad y todos los dirigentes y es el día para recordar a todos los que están con nosotros y para mirar con orgullo a algunos niños que un día encontraron allí su casa y hoy tienen la suya, transmitiendo a sus hijos valores que les enseñaron quienes los cuidaban», apuntó Fernández Bartolomé.

El gerente del centro destacó la evolución de este espacio y la inyección de recursos, «que han permitido unos niveles de atención impensables hace años».