Tristan Ulloa: «La parte más ruin es la que nos hace más humanos»

El director de la película no lo veía en el papel porque tiene «cara de bueno». Sin embargo, Ulloa ha creado en 'Un buen hombre' a Vicente, un ambicioso y pétreo profesor de Derecho, un hombre intachable de misa dominical que se transforma en encubridor de un crimen. Con toda la carga moral que eso le conlleva.

¿Alguna vez había interpretado a un bueno tan malo como Vicente?

(Sonríe) Hombre, yo no veo a los personajes en esos términos. El que tiene que poner los apelativos es el espectador. Uno cuando interpreta no puede pensar 'Voy a interpretar a un cabrón'. De hecho, en la vida uno puede no tener un concepto de sí mismo como un cabrón y los demás pueden verlo así. Como actor, no puedes juzgar a los personajes. Sí es verdad que nunca había hecho un personaje parecido a este y me atraía mucho.

La evolución de su personaje a lo largo de la trama de 'Un buen hombre' es muy drástica. ¿Cómo preparó el papel?

Es un personaje que pertenece a un ambiente muy alejado del mío. Un ultracatólico que tiene claro que en la vida todo es blanco o negro. Todo es un mundo de dualismos y en ese sentido se le plantea un conflicto cuando ve a su mejor amigo cometer un crimen atroz. En ese momento duda y esa duda ya es una grieta en todo su mundo. Ver qué hace un hombre que predica una cosa y hace lo contrario me parecía muy interesante.

¿Le seduce más interpretar personajes que no tengan nada que ver con su personalidad?

No tiene por qué. Lo interesante es presentar un personaje con el que el público se pueda identificar. Por otro lado, me gusta construir personajes a partir de sus debilidades, de sus carencias, de sus lados más viles. La parte más ruin es la que nos hace más humanos. Alguien intachable me parece muy bien, pero también aburrido.

Una pareja de cómicos

En la película, Fernando (Emilio Gutiérrez Caba) es quien actúa y Vicente es el urde todo el encubrimiento. ¿Tuvieron clara desde el principio esa dualidad?

Pese a los acontecimientos, son personajes que podrían pertenecer a una comedia, aunque Juan (Martínez Moreno, director del filme) no ha querido jugar con eso. Es su elección y funciona, aunque en algún momento Emilio y yo pensábamos que eran una pareja de cómicos, porque muchas veces la comedia surge de la tragedia. Ellos viven una tragedia, pero las situaciones son muy rocambolescas y se presentan de una forma muy realista. Cómo se comporta uno cuando arrastra alguien y lo entierra... Es algo torpe, sucio. No es tan estilizado como en algunas películas.

Por último, hace dos años presentó en el festival 'Pudor', su primera película como director. ¿Le aparece repetir detrás de la cámara?

Todo empezó como algo muy lúdico. Mi hermano es realizador y yo soy actor y surgió un lugar donde reunirnos. Surgió de forma natural. Ahora estamos empezando a confeccionar otra historia, pero sin ninguna prisa.