Estas son las 43 zonas de Málaga en las que se prohíben nuevos pisos turísticos
Todas la claves de una medida cuyos efectos serán auditados, cuya sanción depende de la Junta y que, además, podría ser revertida en el futuro
Estaba en vigor de manera provisional desde enero y ha quedado aprobado definitivamente: los barrios de Málaga capital en los que el peso de las viviendas turísticas supere el 8% no podrán tener más. La Comisión de Urbanismo dio este lunes luz verde al cambio de planeamiento, auspiciado por el marco legal andaluz, por simplificar mucho. El Ayuntamiento quiere monitorizar el efecto de la medida y revisar dentro de un año los resultados. Es algo que ha externalizado y que auditará. Eso sí, de momento, se fija ese umbral, sin importar si se supera por mucho o por poco.
Las zonas que se consideran tensionadas son el Centro Histórico, El Ejido, La Merced, Lagunillas, Capuchinos, El Molinillo, el ensanche del Centro, La Goleta, San Felipe Neri, la Trinidad, Conde Ureña, Cristo de la Epidemia, la Victoria, Ventaja Alta, Campos Elíseos, Cañada de los Ingleses, La Malagueta, Perchel norte, plaza de Toros Vieja, El Candado, El Chanquete, playas de El Palo, camino del Colmenar, Peinado Grande, Santa Paula-Miramar, Baños del Carmen, La Viña, Las Acacias, la playa de Pedregalejo, Torre de San Telmo, Pinares de San Antón, Martiricos, Málaga 2000, Torre del Río, Torres de la Serna, Pacífico, Santa Isabel, Tabacalera, Guadalmar, La Cizaña y los diseminados de Puerto de la Torre.
En el resto de barrios de la ciudad seguirá vigente la limitación que aprobó el Ayuntamiento el pasado verano, con efecto retroactivo desde el 22 de febrero, para que se anulen los pisos turísticos registrados desde entonces que no dispongan de un acceso y suministros independientes del edificio residencial en el que se ubiquen.
Medida para contener
Es, por lo tanto, una medida para contener, pero no para revertir. Una de las incertidumbres expresadas por la oposición en el debate plenario estriba precisamente en eso. Y en cómo afectará a zonas actualmente no tensionadas por las que, como efecto contagio, podrían extenderse los pisos turísticos.
El control de estas viviendas corresponde a la Consejería de Turismo de la Junta. Ante ella se hace la declaración responsable para poner en servicio una vivienda de uso turístico. Suyos fueron los 1.500 primeros expedientes para frenar nuevas licencias en Málaga en el tiempo en el que la norma municipal estaba de manera provisional. Están en recurso, pero ahora, al haber un amparo legal autonómico, los técnicos entienden que los tribunales ya no les quitarán en masa la razón a los ayuntamientos que venían implantando medidas regulatorias.
De hecho, existe un convenio Junta-Ayuntamiento para intercambiar información. Y el propio sistema telemático avisa al usuario que quiere dar de alta una vivienda en una zona tensionada que no es posible. De ese modo, nadie puede alegar desconocimiento.
El 75% de las plazas turísticas en la ciudad son en viviendas. Y su número global supera las 12.000.
Urbanismo ha contratado por un año y un presupuesto de 18.000 euros a la consultora Informa D&B SAU SME, especializada en recopilar, procesar y analizar información. Será el apoyo externo a este proceso de control. En todo caso, en función de los datos, será una medida reversible y revisable.
El veto a los nuevos pisos turísticos parte del análisis por zonas. La primera corresponde a los 43 barrios que se consideran tensionados, siempre considerando como base ese 8%. Esta es otra cuestión que salió a relucir durante el debate político. ¿Por qué un 8 y no una cifra menor?
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