La policía detecta un nuevo timo con la Ley de Dependencia como gancho
Los investigadores han descubierto esta modalidad entre las casi 60 denuncias que imputan a un presunto estafador
JUAN CANO
Sábado, 31 de mayo 2008, 04:15
Bien plantado, educado y de un refinado acento castellano. Interpretaba múltiples roles. Podía presentarse como empleado de un servicio de mensajería, funcionario o proveedor de ... comercios. Éstas eran las credenciales de un presunto timador al que la policía imputa cerca de 60 denuncias de pequeñas estafas que, generalmente, tenían como víctimas a personas mayores.
Según ha podido saber SUR de fuentes policiales, entre las variantes que los investigadores le atribuyen destaca una nueva modalidad de timo que utiliza como gancho la Ley de Dependencia, que prevé ayudas económicas y asistenciales para personas que no se pueden valer por sí mismas.
Los investigadores consideran que el presunto estafador -que fue detenido el martes, aunque el jueves quedó en libertad con cargos- usaba tres modalidades distintas. En la primera de ellas, supuestamente se presentaba en un domicilio con el pretexto de entregar a la víctima un envío postal cuyo destinatario era un familiar, normalmente un hijo.
Incluso, para ganarse su confianza, podía llegar a descolgar el teléfono fijo de la casa para simular una conversación con el supuesto pariente. Un agente recrea la charla inventada por el acusado: «¿Hola! Sí, como tú me dijiste le dejo aquí el paquete a tu madre, ¿no? Vale».
Quioscos y panaderías
La segunda variante tenía como objetivos quioscos y panaderías. En estos casos, supuestamente decía ser un supuesto proveedor y, del mismo modo, fingía mantener una conversación con el dueño del comercio para engañar a los empleados.
La tercera modalidad es novedosa. La policía ha detectado tres o cuatro denuncias en las que se usaba la Ley de Dependencia como gancho. Según explicaron las fuentes, se presentaba en la vivienda de alguien que había solicitado una ayuda y le pedía una pequeña cantidad de dinero en concepto de unos supuestos gastos de tramitación de su expediente, llegando a asegurarle que estaba cerca de aprobarse.
Según las pesquisas policiales, el imputado recababa información de las víctimas, ya que conocía sus nombres y los de sus familiares directos. Solía escoger siempre un perfil determinado, el más vulnerable: ancianas que viven solas. La policía tiene denuncias de personas que alcanzan los 82 años.
La cantidad supuestamente estafada oscila entre 30 y 90 euros, según las fuentes, aunque la que más se repite es 50. Respecto a su ámbito de actuación, los investigadores consideran que habría actuado por toda la capital y en casi todos los pueblos de la comarca del Guadalhorce.
El presunto estafador, identificado como P. M. R. L., de 46 años y natural de Vizcaya, fue detenido tras dos meses de investigación. Los agentes de la comisaría del distrito Este (El Palo) que han llevado el caso tuvieron de estudiar a fondo sus movimientos para atraparlo, ya que no tiene domicilio conocido. Tras horas y horas de vigilancia, lograron capturarlo el pasado martes en Los Asperones. El jueves, pasó a disposición judicial imputado en unas 40 faltas de estafa. El juez lo dejó en libertad con cargos.
Pero el goteo de denuncias no cesó ahí. Ayer, los agentes acumulaban ya cerca de 60 casos -la mayoría de las víctimas lo han reconocido por fotos- que responden a su modus operandi. Pero están convencidos de que son muchos más y que aún no han sido denunciados.
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