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SANDRA BALVÍN
Sábado, 27 de octubre 2007, 12:33
El seminario relativo a los acuerdos de Córdoba sobre Gibraltar contó ayer con una conferencia de clausura de excepción en una fecha señalada. El director general de Política Exterior para Europa y América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores, José María Pons, fue el encargado de cerrar el ciclo un día antes del tercer aniversario de la creación del foro tripartito y diez días antes de la nueva reunión entre los representantes de España, Reino Unido y Gibraltar, que se llevará a cabo el próximo 5 de noviembre en Castellar de la Frontera.
Las jornadas, enmarcadas en los Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz (UCA) en Algeciras, se desarrollaron bajo el epígrafe 'Los acuerdos de Córdoba sobre Gibraltar. ¿Un paso adecuado en la resolución de la controversia?'. La respuesta de Pons fue tajante: «Sí».
El conferenciante analizó los objetivos cumplidos en la primera fase del foro tripartito. «Hace sólo 13 meses de los acuerdos de Córdoba y a veces tengo la impresión de que han pasado años porque su contenido se está poniendo en práctica en un elevado grado de cumplimiento», reflexionó, «lo que ocurre es que los ciudadanos tienden a mirar hacia delante, no hacia atrás».
Balance de resultados
El director general de Política Exterior comenzó su ponencia con una revisión de la historia del foro tripartito en la que destacó el clima de «crispación» previo «a la decisión política de Moratinos de tender una mano a Gibraltar», en alusión a la carta publicada en el diario 'El País'. Así, Pons dibujó un panorama en el que convergían «la reaparición del nombre del 'Tireless', la visita de la Reina Ana y el tricentenario de Gibraltar».
A continuación, el ponente valoró los logros obtenidos en la primera fase, entre los que destacó el pago de las pensiones a los ex trabajadores españoles en la colonia británica. Reconoció que los resultados superaron las expectativas del gobierno español. «No éramos optimistas respecto a la posibilidad de que el Gobierno del Reino Unido pagara las pensiones y lo hizo», afirmó.
También resaltó el uso conjunto del aeropuerto militar de Gibraltar como otro de los avances más importantes. En este punto, se refirió a la reducción de vuelos entre Madrid y Gibraltar anunciado por Iberia y, después de aclarar que es una cuestión estrictamente comercial, sugirió la necesidad de propiciar un encuentro entre todos los interesados para realizar una campaña de promoción.
Por otro lado, Pons desmintió la existencia de largas colas en la verja. En este sentido, recordó que existen limitaciones impuestas por la presencia de un puesto de control entre dos territorios con distinta normativa aduanera, así como la necesidad de efectuar controles policiales como los que han llevado a la detención de 13 personas en busca y captura durante el año pasado.
En materia de telecomunicaciones, el representante español en el foro tripartito apuntó que no sólo se ha implantado el nuevo prefijo, sino que «la liberalización de las comunicaciones ha supuesto un logro para el libre mercado.
La cuestión de la apertura de una sede del Instituto Cervantes en El Peñón quedó abierta en la última sesión y Pons manifestó su confianza en que se concrete durante el próximo encuentro. Además, desmintió las críticas de quienes ven en la institución cultural «un caballo de Troya en Gibraltar». «Es un centro de estudio de idiomas y de difusión de la cultura española, no un intento de conquista política», subrayó.
Un proceso irreversible
El director general de Política Exterior rememoró las palabras pronunciadas por el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, hace un año. «Tengo la impresión de que hemos iniciado un proceso irreversible», dijo entonces Caruana.
Según Pons, las tres partes están de acuerdo en el papel del foro tripartito como generador de confianza entre la población. En este contexto, apeló al gobierno gibraltareño a «invertir mucho más en las relaciones públicas porque no puede estar en la imagen de los periódicos internacionales relacionado con actividades que no son las que uno querría tener en la puerta de su casa». «España», continuó, «tenemos que invertir en crear confianza y lograr que los gibraltareños no piensen que los españoles están esperando el momento del asalto para quedarse con todo lo que hay en Gibraltar».
José María Pons insistió en la necesidad de respetar las premisas sobre las que se establece el proceso, especialmente el compromiso de que no haya «gestos» unilaterales para avanzar las cuestiones que afecten o prejuzguen la soberanía. «El camino de Córdoba es bueno, el foro crea confianza y eso tiene futuro», insistió.
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