
Un caso idéntico a Berruezo
Hace 34 años el jugador formado en el Málaga murió como futbolista del Sevilla en Pontevedra antes de que naciera su hijo y después de varios desvanecimientos
TEXTO: SERGIO CORTÉS
Miércoles, 29 de agosto 2007, 03:25
PASARÓN no es un estadio más de fútbol. Al menos, para dos clubes de tanta rivalidad como el Sevilla y el Málaga. Allí falleció de forma fulminante con la camiseta del equipo hispalense el delantero Pedro Berruezo, nacido y formado en la cantera blanquiazul. Su caso es idéntico al que tiene como protagonista al malogrado Puerta en demasiados detalles.
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Siempre que se produce el fallecimiento de un futbolista de forma fulminante -el camerunés Foé y el húngaro Feher, los últimos casos- o en similar circunstancia -ahora con Puerta- los aficionados malaguistas recuerdan los precedentes de Pedro Berruezo (en 1973) y también del guardameta José Antonio Gallardo (que sufrió en enero de 1987 una recaída después de quedar inconsciente en el estadio Balaídos de Vigo tras un choque con el delantero brasileño Baltazar).
Sin embargo, nunca como en esta ocasión existen tantos detalles en común con el súbito fallecimiento de Berruezo. Más allá de que este malagueño de adopción (nacido en Melilla) y Puerta vistieran la elástica del Sevilla con 33 años de diferencia. Sus dos tragedias convergen merced a otras circunstancias.
La muerte de Puerta lleva aparejado el tinte dramático de que su pareja dará a luz dentro de poco más de un mes. Curiosamente, Berruezo tampoco vio nacer a su hijo, también Pedro de nombre de pila y con una dilatada experiencia en la Segunda División B, aunque no vio cumplido su sueño de jugar en el Málaga. En la actualidad forma parte del Ceuta.
Sin avances
Además, como ha trascendido en los últimos días en el caso de Puerta, Berruezo también había sufrido varios desvanecimientos con anterioridad. Al menos, en dos ocasiones sus compañeros habían vivido la escena que se produjo en el campo pontevedrés de Pasarón, uno de ellos ante el Baracaldo. En aquellos tiempos se creía incluso que la ciencia no había avanzado lo suficiente para lograr salvar la vida del recordado jugador. No obstante, en el caso del ahora fallecido, nada pudo hacerse ante el cuadro de muerte súbita.
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Puerta deja para la historia del Sevilla un gol decisivo, una volea extraordinaria con la izquierda que permitió la clasificación para la final de la Copa de la UEFA, el primero de los cinco títulos del equipo hispalense en quince meses. Algo similar, aunque con la relevancia para un club huérfano de títulos y finales como el Málaga, ocurrió con Berruezo. En su debut, el 13 de diciembre de 1964 -nada menos que en la posición de un mito, Manolo Velázquez-, el entrenador blanquiazul, Domingo Balmanya, le otorgó la posibilidad de recibir la alternativa de manos del mejor 'hombre-gol' de la historia, Pedro Bazán. El gol de Berruezo aún es recordado por los aficionados que ya superan el medio centenar de años. Fue la prueba del relevo generacional y también el primero de los 24 marcados en 54 partidos (con un promedio cercano a uno cada dos encuentros) y la confirmación de que, igual que con Puerta, los técnicos de la cantera no se habían equivocado al detectar su talento. En el Malagueño ya había esbozado aquella media goleadora (10 en 19 actuaciones).
Padres futbolistas
Por último, conviene apuntar otro detalle curioso. Los padres de Berruezo y Puerta también jugadores de menor relieve, pero recordados. En lo que respecta al recordado ex malaguista, su progenitor lo hizo en el Malacitano cuarenta años antes (1933), y el ahora fallecido era hijo de Añoño, conocido a nivel provincial en Sevilla por su paso por varios equipos, entre ellos el Triana, filial entonces del Betis. La coincidencia entre los dos malogrados futbolistas es casi total.
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