Los usuarios de la playa del Chinarral se quejan de la escasez de arena

Ya han pasado casi seis meses desde que la ciudad se despertó con la mala noticia de que un buque frigorífico, el Sierra Nava, estaba encallado en las proximidades de la playa del Chinarral. La marea negra que provocó afectó gravemente a esta pequeña playa que tras la intensa labor de limpieza, que se prolongó hasta el mes de junio, parece haber recobrado la normalidad.

Al Chinarral acuden diariamente vecinos de la zona para pasear, aprovechar el sol o darse un chapuzón. Todos coinciden en que tras las labores de limpieza «hay mucha menos arena que antes y cuando sube la marea quedan dos metros de playa».

Paqui Rodríguez, que disfrutaba ayer del día con su hijo David, señalaba que en fotos que conserva de hace años «la playa era mucho más grande».

Los usuarios piden que se realice un plan de regeneración de la playa y se hagan rellenos de arena en el Chinarral. «Si esto sigue así dentro de unos años no quedará playa», señala Paqui.

También se quejan de la rampa de acceso a la playa ha quedado muy deteriorada después de las tareas de limpieza y el paso de maquinaria durante estos meses. Piden que se mejore el acceso y que arreglen el lavapiés instalado hace dos años en la entrada.

Los usuarios están satisfechos con las labores de limpieza realizadas en el Chinarral, y algunos consideran que la playa está más limpia que otros años y además «no hay medusas». Afirman que el agua está limpia, «hay hasta peces», menos los días con viento de levante fuerte que arrastra mucha suciedad hasta la playa. Por este motivo, también piden que se refuercen las labores rutinarias de limpieza en la zona, ya que se realizan sólo los lunes por un operario y «a veces no da abasto».

Muchos no creían que el Chinarral fuera a estar limpio para este verano. «Cuando pasó lo del Sierra Nava veníamos todos los días a ver la playa», comenta Lucía Cortés, vecina de la zona. «Daba mucha pena y pensábamos que este verano no íbamos a poder bajar», señala.

Las rocas fueron limpiadas a presión pero no obstante algunas todavía conservan manchas. Los responsables de limpieza aclararon en su momento la posibilidad de que las zonas descontaminadas no recobrasen su color y aspecto original, pero aseguraron que las marcas o manchas sobre las superficies se degradarán por la acción natural de los elementos como la abrasión por la arena o el oleaje.

Sin embargo, también hay muchos vecinos de la zona que nunca acuden a esta playa, porque «el agua está muy contaminada, la playa misma huele mal y hay tuberías que desaguan en la orilla».

El Chinarral se llena los fines de semana de familias que acuden para disfrutar de esta playa tranquila. Los hay que incluso acampan por la noche, a pesar de estar expresamente prohibido y señalizado en un cartel a la entrada de la playa.