Una oleada de robos pone en alerta a los vecinos de Parque Mediterráneo

Los vecinos de Parque Mediterráneo llevan varias semanas con el susto en el cuerpo. Desde que comenzó octubre han sufrido varios robos en viviendas que han puesto en alerta al vecindario. Tal ha sido el revuelo, que la policía ha intensificado la vigilancia en la zona, incluso con agentes de paisano, para intentar capturar al autor, según reseñan los propios afectados.

Los delitos se han producido principalmente en la calle Victoria Mérida y Piret, una tranquila vía a la que sólo se accede de forma peatonal. Algunos de los propietarios que han sufrido robos aseguran que se producen entre las 12 y las 14, a la hora en que las casas suelen estar vacías, y que se suelen llevar joyas y dinero. José Luis Álex, uno de los vecinos afectados, dice que los ladrones -no saben si es una persona sola o actúan varios- cogen las cosas que se pueden meter en los bolsillos para salir de los bloques sin llamar la atención.

Este propietario cuenta que de su casa se llevaron un reloj, un collar y varios pendientes de oro que su mujer tenía en la mesita de noche. Según pudieron ver al comprobar el estado en el que se encontraba la casa, «entraron y se fueron directos para el dormitorio, para buscar en los cajones». En su caso tuvieron algo de suerte, ya que los ladrones vieron que tenía una caja fuerte «y se fueron sin hacer más destrozos».

En otros casos -prosigue- las casas han aparecido destrozadas porque «abren todos los cajones y tiran las cosas al suelo buscando objetos de valor». Pero siempre con un denominador común: objetos pequeños que se puedan llevar en los bolsillos sin llamar la atención de nadie. En este sentido reseña que en su casa tenía una cámara de fotos que no tocaron. «Iban a por lo fácil y rápido», señala.

Esta reciente oleada de robos ha hecho que tanto la asociación de vecinos de la barriada como la de mayores organicen charlas para analizar cómo mejorar la seguridad. Igualmente, algunas comunidades de propietarios han comenzado a instalar cámaras en las entradas de los bloques y están pidiendo presupuestos para poner alarmas en las viviendas.

Más seguridad

Cipriano García, otro de los residentes en la zona, advierte de que las personas que cometen los robos «son profesionales porque abren todo tipo de cerraduras y no dejan huellas». Por ello, la policía les ha pedido que estén muy atentos a los movimientos extraños que pudieran producirse en las calles. «Aquí nos conocemos todos, y más en las plazas peatonales en las que se están cometiendo los robos», reseña.

Piensan que por este motivo -la tranquilidad que suele haber en la zona- han sido el barrio elegido. «No hay mucho movimiento de coches ni de personas, y menos a la hora a la que se están produciendo los robos», apunta. Por ello, espera que la instalación de cámaras y la concienciación ciudadana ayude a evitar nuevos episodios. «Si se sienten amenazados, se irán y podremos descansar», augura.