Subamos al tren del desarrollo
Las instalaciones que ADIF va a construir en el municipio de Antequera crearán unas infraestructuras pioneras para la investigación tecnológica del transporte ferroviario
ADELAIDA DE LA CALLE
Sábado, 19 de febrero 2011, 02:32
Tenemos un proyecto único para convertir a Málaga en líder indiscutible de un sector de vanguardia, el transporte ferroviario de alta velocidad. Pero si ... entre todos los malagueños no lo cuidamos, podemos perder esta increíble oportunidad.
Las instalaciones que ADIF va a construir en el municipio de Antequera crearán unas infraestructuras pioneras para la investigación tecnológica del transporte ferroviario y configurarán uno de los centros más avanzados del mundo para el estudio de la alta velocidad. A él acudirán decenas de empresas tecnológicas de todo el mundo, generando miles de puestos de trabajo, pero sobre todo será un motor económico capaz de impulsar toda la comarca posibilitando la instalación de nuevas empresas subsidiarias a su alrededor que crearán un sólido tejido industrial. Este es el tipo de cambio económico y social del que todos hablamos para salir de la crisis.
Suena utópico, pero no lo es. Por una vez el sueño es posible y real. Tan real que el Ministerio de Ciencia y Tecnología ya ha aportado la financiación inicial, que ronda los 400 millones de euros, y la Universidad de Málaga ha comenzado a trabajar junto con ADIF en el Centro de Tecnologías Ferroviarias, proyecto central del polo del transporte del Campus de Excelencia 'Andalucía Tech' y donde se van a realizar la mayoría de actividades de investigación, desarrollo e innovación.
Pero más de un lector se preguntará en qué consisten estas instalaciones y ese proyecto y cómo nos beneficiará impulsando el desarrollo económico de la zona. Intentaré explicarlo.
La enorme inversión realizada en España en la Alta Velocidad nos ha convertido en referentes internacionales de un sector que, según el Observatorio Industrial del Ministerio de Industria y Comercio, se encuentra en un momento expansivo a nivel internacional. Al igual que en España, en muchos países se está haciendo una fuerte apuesta por el desarrollo del ferrocarril dadas sus ventajas con respecto a otros medios de transporte. A nadie se le escapa que el tren cuenta con factores a favor pues evita la congestión de las vías urbanas e interurbanas, reduce la siniestralidad y evita la emisión de gases contaminantes. Y además de ecológico y seguro, es más rápido. Por ello, en esta fase de expansión, se hace necesario seguir investigando para que aún sea más seguro, rápido y ecológico. Y aquí es donde la apuesta con Málaga del Ministerio de Fomento, del de Innovación y Ciencia, ADIF, y la Junta de Andalucía (a través de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia) se materializa.
La demanda de servicios de I+D en relación con el transporte ferroviario necesita de un centro en el que se aporten soluciones de futuro a diversos retos: la creación de nuevos materiales que permitan reducir el peso y aumentar la velocidad; la reducción de las frecuencias de emisión del tren para que genere menos contaminación acústica; el desarrollo de trenes inteligentes que incrementen el confort y reduzcan costos de mantenimiento; la implantación de nuevos sistemas de carriles para velocidades de más de 350 km por hora; o la modulación y estandarización de la fabricación de los nuevos trenes para reducir los plazos de entrega actuales. Es decir, una apuesta por el trabajo y la investigación de ingenieros industriales, de caminos, telecomunicaciones, informáticos, economistas, licenciados en medio ambiente y un largo etcétera de profesionales e investigadores. ADIF buscó a la Universidad de Málaga y a Andalucía Tech para que fuera el proveedor integral de este conocimiento de base tecnológica y para que se pusiera a disposición de las empresas del sector. En ello se encuentran ya trabajando numerosos grupos de investigación de Málaga y Sevilla y otros del resto de España y del mundo. Todos ellos miran ya a Málaga como una futura referencia.
Pero para ello, y de manera complementaria, se necesita crear un tramo de ensayos y experimentación como tienen otros países europeos y asiáticos, dotándolo de las instalaciones necesarias que permitan probar las diferentes tecnologías que se desarrollen en el CTF en el ámbito de la superestructura y el material rodante. Y para este tramo el Ministerio también pensó en Málaga, más concretamente en la comarca de Antequera. Al quedar sin uso la estación de Bobadilla, tras la inauguración de la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga, se pensó aprovechar esa infraestructura y la proximidad del centro tecnológico de la Universidad para crear un 'anillo ferroviario', anillo que será el más grande del mundo y que permitirá experimentar con velocidades superiores a los 450 km/h.
ADIF estima que la iniciativa supondrá la creación de cerca de 7.000 empleos, de los cuales casi 5.000 serán directos. Aunque lo más importante es el desarrollo de un tejido industrial innovador y de vanguardia con carácter permanente en una zona que podría resentirse del final de diversas ayudas al campo previsto para 2015.
Pero el proyecto de ADIF está encontrando alguna oposición. Cualquier gran avance lleva consigo una lucha. Cuando se tendieron las primeras líneas ferroviarias, en el siglo XVIII, numerosos grupos se movilizaron para evitar su implantación y desarrollo, avisando a los pasajeros del peligro de la velocidad (30 km/h). Pese a la existencia de estas protestas, fruto en ocasiones de los intereses particulares de quienes veían sus terrenos expropiados, a nadie se le escapa que la Revolución Industrial no hubiera sido posible sin el apoyo del ferrocarril, que permitió el despegue de la industria textil, agraria y metalúrgica.
En el siglo XXI, la nueva revolución se tiene que producir poniendo la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento al servicio del desarrollo económico. Estos son los fines en los que trabajamos en Andalucía Tech, conjuntamente con la administración y las empresas, y que se plasman en proyectos como el de ADIF. No dejemos pasar este tren del desarrollo y subámonos a él.
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