Un regalo de mujer a mujer

El auditorio de Cortijo del Torres se convirtió el pasado martes en una máquina del tiempo. Desde los elegantes años 40, los asistentes al recinto viajaron hasta una época futurista en la que los trajes metálicos y las luces fueron los protagonistas. ¿La responsable? Una de las artistas pop de mayor trayectoria en España: Marta Sánchez.

Previa a la actuación de la madrileña, y como viene siendo habitual en estas jornadas festivas, un artista local, en este caso Patricia Lan, se encargaba de ejercer como telonera a ritmo de pop andaluz.

El concierto que ofreció Marta Sánchez sólo se puede definir con una palabra: espectáculo. A diferencia de las actuaciones que el recinto ha vivido en estas tres jornadas de fiesta, la de la cantante fue una de las más 'curradas' a nivel de montaje y puesta en escena. Un juego de luces muy trabajado, una elegante plataforma, micrófonos imposibles y la estética glamourosa fueron algunos de los elementos definitorios de una actuación para quitarse el sombrero.

Montaje de impresión

Momentos previos a la salida a escena de la artista, y como ya ocurrió el día antes con Lolita, la lluvia hizo de las suyas. Ataviados con paraguas de todos los colores, el público impaciente aguantó en sus asientos. Con la medianoche, y al ritmo de las voces de tres coristas vestidas a lo 'pin up', la cantante aparecía bajo los focos al más puro estilo Rita Hayworth.

El recinto se convertía entonces en uno de aquellos clubs exclusivos propios de los años 40, al compás de la versión swing de 'Soy yo'.

Después de interpretar 'Moja mi corazón', la madrileña se presentó ante el público malagueño entre vítores. La artista compartío emocionada con los asistentes que, con ésta, eran ya siete sus visitas a la Feria de Málaga, y que había sido en la provincia donde se había «estrenado como profesional».

Una a una se fueron sucediendo todas las canciones de estos más de 25 años de carrera y que, sin duda, han marcado la adolescencia y juventud de muchos de los allí presentes. 'Con sólo una mirada', 'Desesperada', 'Nostalgias', 'Vivo por ella' o 'De mujer a mujer' fueron algunos de los temas que cantó la artista, que contó con coros de excepción, el público del auditorio, que no dudó en acompañarla.

En cada cambio temático de escenario y de vestuario de la artista, un cuarteto de coristas, formado por tres chicas y un chico, eran los encargados de que el ambiente no decayese, interpretando canciones de estilo swing.

Después de 'Soldados del amor', 'Quiero más de ti' y 'La desconocida', Marta Sánchez se despedía de Málaga con la traca final. Una gran máscara blanca aparecía en el centro del escenario con los ojos iluminados que, al girarse, se convirtió en un sillón giratorio en el que reapareció la artista. 'Colgando en tus manos' y 'Si me cambian los recuerdos' fueron los temas previos a la última canción, un gospel interpretado junto a su impresionante cuarteto vocal.