Muere electrocutado al intentar quitar cable de cobre de una torre de alta tensión

La noche de su desaparición, el fallecido, F. S. M. I., de 30 años y vecino de la barriada de Pastelero, en Villanueva, estuvo tomando algo en un bar del municipio. Pasadas las dos de la madrugada, abandonó el establecimiento y se fue al campo acompañado de su perro, con una pequeña mochila al hombro. No volvió. Ni su familia -estaba casado y tenía dos hijos pequeños- ni sus amigos lograron contactar con él. Su teléfono móvil estaba encendido, pero nadie respondía. Y nunca se había ausentado tanto tiempo.

El sábado empezaron a buscarlo por los alrededores de Villanueva, pero no hallaron ni rastro de él. El domingo, a mediodía, el perro de F. S. M. I. apareció sin su amo. El can parecía fatigado, sediento, como si viniera corriendo de alguna parte, relatan fuentes municipales. También estaba muy agitado. «Le dieron de comer y de beber, pero lo vomitó todo», añaden.

Búsqueda

La familia acudió al cuartel de la Guardia Civil para denunciar la extraña desaparición del joven. En el pueblo se organizó una batida por el campo para buscarlo. Un funcionario municipal llevó al perro por si les indicaba el paradero del hombre. «El domingo llegaron a estar a 50 metros del sitio donde apareció el cadáver y, por lo visto, el animalito se puso muy raro, inquieto, como si no quisiera acercarse a ese lugar, explican las citadas fuentes.

Ayer se reanudó la batida. A las diez y media de la mañana, un grupo de vecinos que participaba en la búsqueda comunicó a la Guardia Civil de Antequera el hallazgo del cuerpo sin vida de F. S. M. I. en el paraje de Los Menores, dentro del término municipal de Almogía. El cadáver fue encontrado junto a una torreta de alta tensión situada a unos ochenta metros del kilómetro nueve de la carretera comarcal MA-3403, a unos tres mil metros de la barriada de Villanueva donde vivía.

Según ha podido saber SUR, el cuerpo del joven, que estaba boca abajo, presentaba las quemaduras propias de haber sufrido una fuerte descarga eléctrica, así como de una caída posterior. En el lugar había una mochila con herramientas, como alicates y tenazas, y una linterna de minero. También había varias bridas rotas, que habían sido cortadas para separar los cables de la torreta.

La investigación, a cargo de la Policía Judicial de la Guardia Civil, apunta a que el joven supuestamente fue rompiendo las presillas de plástico hasta que llegó a la parte más alta del tendido, donde, al manipular el cableado, sufrió una descarga eléctrica y cayó al suelo.

La muerte de F. S. M. I. sembró la consternación entre los vecinos de Villanueva, donde el joven era muy apreciado. «Era buena gente; no era conflictivo ni se metía con nadie», señalan fuentes municipales. De hecho, fue contratado durante un tiempo por el Ayuntamiento como operario para montar los festejos. «No era electricista, pero hacía de todo. Estuvo en la obra y ahora parece que trabajaba como cabrero», concluyen.