Borrar
Imagen de un vaso de leche.
¿Es la leche tan nociva como algunos la pintan?

¿Es la leche tan nociva como algunos la pintan?

Es uno de los alimentos de origen animal más consumidos pero, en los últimos años, se ha abierto el debate sobre si es recomendable o no para adultos. SUR.es despeja las dudas de la mano de un especialista

Rossel Aparicio

Sábado, 14 de noviembre 2015, 02:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Es uno de los alimentos de origen animal más consumidos tradicionalmente e imprescindible en la primera fase del desarrollo. Sin embargo, la leche está viviendo en los últimos años una pérdida de popularidad. En los últimos tiempos se ha abierto el debate sobre si es recomendableo no su consumo en adultos pese a su alto valor nutriticional y pese a ser uno de los alimentos más completos. Hay nutricionistas y estudios científicos que señalan infinidad de efectos nocivos asociados a la leche: la intolerancia a la lactosa, la alergia a las proteínas de la leche, diabetes infantil, formación de mocos o incluso enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? SUR.es analiza las cualidades de la leche y sus supuestos efectos perjudiciales para los adultos de la mano del especialista en Endocrinología y Nutrición, Federico Soriguer.

"Para empezar no hay alimentos buenos o malos. Esos son conceptos morales, no nutricionales. Para entendernos, todos los alimentos son sustancias externas para el organismo que se ve obligado a analizarlas como hace un perro sabueso. Todas pueden tener efectos negativos para el organismo", apostilla Soriguer. Para este médico, los efectos nocivos de la leche, "o de cualquier otro alimento", siempre hay que analizarlos dentro de un contexto cultural y de un patrón alimenticio. Dependiendo de la dieta y del organismo de cada persona cada alimento "sentará mejor o peor". Para este especialista la leche forma parte -"y debe seguir formando parte"- de la dieta mediterránea si bien hay adultos que, de no digerirla bien, podrían reducir su consumo, apartarla de su dieta o incluso consumirla desnatada o sin lactosa. La clave es mantener una alimentación equilibrada sin abusar ni de este, ni de otro alimento.

Intolerancia a la lactosa

En la actualidad hay muchos nutricionistas que desaconsejan su consumo más allá de los primeros meses de vida. La intorelancia a la lactosa es uno de los principales efectos perjuciciales que se ha señalado en los últimos tiempos sobre la leche. Para enterder esa intolerancia hay que aclarar que, en nuestra etapa infantil y hasta los dos o tres años, el cuerpo genera de manera biológica una enzima llamada lactasa que se encarga de digerir correctamente la lactosa. Sin embargo, a medida que crecemos, la actividad de esa enzima disminuiría su actividad. Según Soriguer, esa intolerancia puede aparecer en consumidores, pero también hay que enmarcarla dentro de un contexto: "Aunque esa enzima disminuye la actividad conforme superamos la edad de la lactancia, después sigue funcionando y está demostrado que, en zonas del mundo donde más se consume tradicionalmente más leche se ha producido una adaptación evolutiva de manera que, aunque la actividad de esa enzima disminuya, con la edad sigue funcionando". Además, insiste el especialista, existen fórmulas sin lactosa que podrían consumir aquellos que desarrollaran intolerancia.

Alergia a las proteínas de la leche

Las proteínas de la leche exigen una producción de anticuerpos que nos hacen, según apuntan algunos expertos, más vulnerables provocando reacciones alérgicas. El médico malagueño asegura que este tipo de alergias no son tan frecuentes y que incluso existe una técnica "de presentación lenta" que realizan los alergólogos para que el organismo se entrene para tolerar alimentos.

Diabetes infantil y enfermedades cardiovasculares

También hay nutricionistas que alertan de la diabetes infantil asociada al consumo de leche en niños. Soriguer mantiene que en la actualidad todavía es poco frecuente aunque reconoce que sí existen estudios que parecen sugerirlo. ¿Qué recomienda al respecto? Mantener la leche materna al menos hasta los dos años antes de introducir la leche envasada. "El intestino de los bebés termina de madurar con los años y por ello es mejor la leche materna durante esa primera etapa", aconseja.

Por otra parte, ¿por qué se asocia la leche a las enfermedades cardiovasculares? La respuesta es simple: por sus grasas saturas. La comunidad científica coincide en afirmar que el consumo de grasas saturadas es uno de los factores fundamentales de las enfermedades cardíacas. Sin embargo, es bueno matizar que existen muchos alimentos con grasas saturas. "Se trata de comer adecuadamente sin abusar ni de uno, ni de otro alimento", insiste el doctor malagueño.

¿Cuánta leche hay que tomar?

La media europea de consumo de leche se sitúa entre los 70 y 80 litros por persona al año. Y, según los datos que maneja Soriguer, en España estamos dentro de esa media que se considera adecuada. "En Irlanda por ejemplo superan los 150 litros", apunta el experto.

A su juicio, la alimentación -y no solo hablamos de la ingesta de leche- debe ser variada. Este experto es partidario de comer de todo, pero con moderación. El modelo que debe seguirse es, a su juicio, el marcado por la alimentación mediterránea. (Lea las claves de una dieta sana)

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios