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El 'caso Taula', diez meses de desgaste personal

La causa de la financiación del grupo local del PP le distanció del matrimonio Grau-Alcón, los imputados a quienes bendijo su boda en 2015

MATEO BALÍN

Jueves, 24 de noviembre 2016, 01:03

madrid. El 28 de febrero de 2015 Rita Barberá asistió como testigo a la boda del entonces vicealcalde de Valencia Alfonso Grau y la exconcejal María José Alcón, dos de las personas de su máxima confianza desde que entraron en el ayuntamiento en 1995, él como delegado de Ferias y Fiestas y ella como responsable de Parques y Jardines. Su amistad forjada durante años iba más allá de la política, de ahí la deferencia con la alcaldesa el día de su enlace.

Entre champán, jamón, ensalada de bogavante y solomillo en el hotel Las Arenas de Valencia, según contó 'Las Provincias', los invitados a la boda, apenas una veintena, disfrutaron de una velada que daba la bienvenida a la primera mascletà, que se celebró un día después.

Sobre la figura de Grau ya proyectaba por aquel entonces una sombra de sospecha en el 'caso Nóos', donde aparecía señalado por los contratos firmados con la fundación de Iñaki Urdangarin. Sin embargo, este asunto no pareció influir en la aparente relación entre el matrimonio y su jefa. Aunque después se supo que no era oro todo lo que relucía.

El aviso del ruptura llegó el 25 de mayo de 2015 con las elecciones municipales. «¡Qué hostia... qué hostia!», admitió Barberá tras perder la mayoría absoluta después de 23 años. Y con la amarga victoria aún caliente, un día después un tal Marcos Benavent, autoproclamado «yonqui del dinero», acudió al juzgado y puso «patas arriba» a la administración provincial con sus revelaciones sobre una trama de corrupción en la empresa pública Imelsa, encargada de actividades medioambientales.

Desvío de fondos, facturas falsas o comisiones salieron a la luz y llevaron a la detención del presidente de la Diputación Alfonso Rus. La Guardia Civil también se personó en el consistorio para requisar documentación de la etapa de Alcón como concejala de Cultura. Pero entre escuchas y declaraciones estalló una bomba mayor derivada del 'Imelsa', la 'operación Taula'. Fue en enero pasado cuando un juzgado dio a conocer una causa sobre la financiación del grupo municipal del PP.

Estaba relacionada con ingresos de más de 200.0000 euros en cuentas del partido y con donaciones de 1.000 de concejales y la propia Barberá, tal y como reconoció en su declaración este lunes en el Tribunal Supremo, que supuestamente se les devolvió en dos billetes de 500 de procedencia ilícita. Fueron imputadas 47 personas, entre ellos los Grau-Alcón, que fue detenida. Entonces las diferencias con la exalcaldesa quedaron en evidencia en una conversación telefónica intervenida entre ambos. «El cupo de castigar a inocentes para salvar a responsables lo hemos cubierto. Si se le quema el culo, pues que se le queme», comentó Grau sobre Rita.

Las diferencias con sus otrora amigos era insalvable. Situación que desgastó mucho a la exalcaldesa. También lo hizo que supiera «por los medios» la declaración en 'Taula' de su número dos en el PP Carmen García Fuster, la persona que le dijo a Barberá que «donara» los 1.000 euros.

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