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Juan Cano
Miércoles, 1 de marzo 2017, 01:15
El timbre sonó a eso de las doce y cuarto del mediodía. «¿Quién es?», preguntó ella. Respondió una voz masculina. «Traigo una carta para...». Pronunció su nombre. Incluso su apellido. La mujer se confió, creyendo que se trataba del cartero, y abrió la puerta. Al otro lado del quicio se encontró a dos hombres altos y corpulentos. Tras tumbarla de un puñetazo en el vientre, la maniataron para saquear su casa.
El asalto, que investiga la Guardia Civil, se produjo el viernes de la semana pasada en un adosado en Añoreta, una urbanización de Rincón de la Victoria castigada por los robos en viviendas durante los últimos meses, según advierten algunos residentes en la zona y confirman fuentes policiales. «Han entrado en varias casas por la noche, mientras los dueños dormían, pero sin agredir a nadie. Esta es la primera vez», se lamenta una vecina de la víctima.
En esta ocasión, los ladrones emplearon la violencia desde el primer momento. Tras recibir el puñetazo, que la estampó contra el suelo, la propietaria de la vivienda, que tiene unos 50 años y que en esos momentos se encontraba sola, empezó a chillar. Los asaltantes volvieron a tumbarla de otro golpe en la barriga. «Mantente callada y haz todo lo que te decimos», le ordenaron los delincuentes, que por su acento y pronunciación serían españoles.
Cuando se encontraba en el suelo, tras recibir el segundo puñetazo, uno de los ladrones le colocó sobre la cabeza una especie de capucha y la maniataron con cinta adhesiva. Según relataron fuentes cercanas al caso, arrastraron a la víctima hasta el sótano de la vivienda mientras le preguntaban dónde guardaba el dinero o las joyas. «No veo nada, me voy a matar», les decía ella, guiada a tientas por los cacos.
«No levantes ni la cabeza»
Tras registrar el sótano de la casa, los asaltantes volvieron a la primera planta y dejaron allí a la mujer, que seguía maniatada y con la capucha puesta. Le dijeron que se quedara allí quieta «no levantes ni la cabeza» mientras ellos se dedicaban a registrar todas las habitaciones de la segunda planta. Cada cierto tiempo, pasaban junto a ella y le presionaban la cabeza contra el suelo, recordándole que no se moviera hasta que ellos se marcharan de la casa.
El asalto se prolongó durante aproximadamente 45 minutos, según calculan las fuentes consultadas. Los ladrones se hicieron con un botín de unos 6.000 euros entre el efectivo y las alhajas que había en la vivienda. «Sólo iban buscando eso, dinero y joyas», precisa la fuente. No en vano, los delincuentes desdeñaron otros artículos de valor que tuvieron a su alcance durante el robo: el ordenador, la tablet o la cámara de fotos, por ejemplo.
Búsqueda de los autores
Una vez que se hicieron con el botín, los asaltantes se dieron a la fuga y la mujer, tras liberarse de las ataduras, logró pedir auxilio. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Rincón de la Victoria se desplazaron al inmueble para atender a la mujer y recabar los primeros datos para iniciar la búsqueda de los autores del robo. La investigación, a cargo ahora de la Unidad de Policía Judicial de la Benemérita, continúa abierta.
Los asaltos a viviendas siguen siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de los responsables de las Fuerzas de Seguridad en Málaga, ya que es una de las figuras delictivas que han experimentado un mayor crecimiento en el último balance de criminalidad difundido por el Ministerio del Interior. En el total de la provincia, el incremento de los robos con fuerza (sin violencia) en domicilios es del 13%, con casi 500 denuncias más durante 2016.
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