El promotor del centro ruso pide seis millones por la demolición de parte de su casa

Nuevo problema de carácter urbanístico para el Ayuntamiento de Málaga. El promotor del centro ruso al que el consistorio demolió parte de su casa ha presentado una reclamación patrimonial por los supuestos perjuicios que le ha causado y que cifra en seis millones de euros. Vladimir Beniachvili ha tomado esta iniciativa después de resultar absuelto de un delito urbanístico, toda vez que la propia Fiscalía retirara la acusación contra él.

En el escrito presentado en el Ayuntamiento de Málaga, y al que ha tenido acceso este periódico, se apunta que las acciones municipales le han ocasionado este importante quebranto económico. Y ello en base a varios argumentos. Para empezar se indica que Urbanismo dio una licencia de obra a este promotor en 1998. En base a ello construyó 32 metros cuadrados de un porche cerrado con cristalera, 15 metros cuadrados de edificación sobre la primera planta, se hizo la cimentación para cuatro pilares, un muro de 15 metros de longitud y la apertura de 20 metros de carril. El problema es que la licencia otorgada afectaba a un suelo clasificado como no urbanizable.

El abogado que asiste al promotor, Diego Agüera San Martín, indica en el escrito que el Ayuntamiento concedió en el año 2002 una declaración de utilidad pública e interés social al plan especial para hacer el centro ruso que presentó Beniachvili con el que se pretendía legalizar parte de la obra que estaba hecha sobre suelo no urbanizable. Sin embargo, este plan no se aprobó finalmente, con lo que según el letrado no se cumplieron las expectativas de derecho generadas al promotor.

La Sala de lo Contencioso del TSJA anuló la declaración de utilidad pública y en el año 2010 se dictó desde Urbanismo la demolición de lo construido en suelo no urbanizable. A finales de ese año, según recoge el escrito presentado al Ayuntamiento, las máquinas entraron en la propiedad del promotor ruso y derribaron la parte ilegal y otra que sí estaba legalizada «aprovechando la ausencia de sus titulares».

El promotor hace esta reclamación patrimonial paso previo que se adopta para ir después a un contencioso en el caso más que probable de que no se acepte desde el Consistorio su petición porque considera que ha sido víctima de los errores del Ayuntamiento, que le dio un par de licencias, le aprobó una declaración de utilidad pública y después llevó a cabo actos contradictorios que afectaron económicamente al reclamante. Según la tasación efectuada por un arquitecto, el daño causado por la demolición asciende exactamente a 6.045.128,74 euros. El culebrón del centro ruso se reactiva.